Por Jorge Ramírez Hernández
Urge que las leyes cuyo objetivo es el cuidado y buena administración de las aguas nacionales, y por otro lado la que delega en los municipios el Servicio Público Urbano del suministro de agua, saneamiento y reúso, artículos 27 y 115 de nuestra constitución, se reformen de manera inteligente; dejando de lado preconcepciones ideológicas, e integren la posibilidad de incorporar las mejores tecnologías que nos permitan regular de mejor forma la distribución de aguas nacionales, la modernización y tecnificación del campo e incorporar el reúso como fuente alternativas, incluso para el abasto mismo, de forma indirecta y hasta directa, para garantizar el cumplimiento del ODS del Derecho Humano al Agua.
Este fin de semana, vimos un mensaje alarmante del alcalde de San Luis Potosí, Enrique Galindo, quien llamó a la comprensión de los potosinos, pues el día cero del agua había llegado a esa ciudad, pues a partir del 26 de junio, ya no recibiría agua del la Presa El Realito, la falta de atención técnica y de mantenimiento derivó en una fisura y ya no alcanza el agua para atender los flujos comprometidos de agua a esa ciudad. Con ello se evidencia la falta de coordinación entre CONAGUA y el estado.
En la entrega anterior expresamos que la falta de empoderamiento de la CONAGUA, así como, la incidencia de intereses políticos partidistas por encima del bien común es lo que nos lleva a este tipo de situaciones críticas que tienen impacto en la viabilidad económica y social de las ciudades y los estados.
Yo soy de León, y ya vimos los leoneses en carne propia con La Presa El Zapotillo, el despojo de un derecho legítimo avalado por un título de concesión, que garantiza a León el acceso a 3.8m/seg de ese río de agua; desafortunadamente hoy se tiran al mar; y ya no tenemos acceso a esa fuente. Lo peor que la proporción que hoy tiene Jalisco con esta decisión no representa ni el 25% de lo que hubiera podido obtener con el proyecto como estaba contemplado que eran 12.2 m3/seg. ¡Todos perdemos!
Recordemos los problemas que han vivido en Nuevo León, Chihuahua y en Sonora con la distribución del agua, las soluciones del Gobierno Federal han quedado cortas; que ya sea por falta de recursos técnicos, operativos o de autoridad, no han dado una solución a esa problemática.
Otro ejemplo de estas áreas de oportunidad legales, sería que por más que se hagan inversiones en tecnificación en los distritos de riego, yo conozco de forma personal como han mejorado la productividad en el Distrito 1 de Riego de Aguascalientes y el Distrito 11 de Riego de Guanajuato, es el mismo andamiaje constitutivo que hacen sumamente difícil, en lo legal y en lo social, que los tenedores de títulos de agua los cedan para el servicio público urbano aunque se eficienticen, y se pueda ahorrar mucha agua en la producción de sus cultivos de riego; pues cada agricultor al ceder esos derechos de agua el valor de sus parcelas se reduciría de manera sustancial. #OpiniónCoparmex
Vicepresidente Nacional de Sustentabilidad de la Coparmex Nacional
