Ximena Céspedes
Presidenta del Comité de Comunicación Interna de Coparmex
Todo aquel que siga creyendo que las redes sociales son un medio comete un pecado de principio, las redes sociales son el espacio de relacionamiento más potente que haya tenido la humanidad desde su inicio.
Pero ese espacio de interacción humana no habla siempre, ni de todos los temas ni al mismo tiempo. Requiere de fenómenos y causas que motiven el comportamiento de una o varias personas y los lleven a pronunciarse sobre algún tema. Y generalmente, lo que nos mueve, desde que somos humanos, es el miedo.
El presidente Andrés Manuel López Obrador lo supo muy bien, hizo su movimiento y luego su movilización desde las redes sociales, desde el miedo generalizado a la corrupción. Todos lo sabemos y expertos en comunicación y política lo han mencionado en múltiples ocasiones. Sin embargo, esa conexión con las audiencias digitales la ha ido perdiendo en aras de un pronunciamiento diario en una mañanera que solo tiene eco gracias a los medios tradicionales que lo retoman y, sobre todo, a sus adversarios que le contestan día tras día.
Las redes sociales quedaron acéfalas durante un tiempo. Mujeres, libertad de prensa y alguno que otro fenómeno de violencia hicieron mella en algunas manifestaciones esporádicas de movimientos digitales, hasta que se alzó #ElINENoSeToca.
Este movimiento, que ya lleva dos movilizaciones, surgió por los miedos no expresados antes: miedo por la salud, por la seguridad, por la pérdida del poder adquisitivo, por la libertad de expresión y por el Estado de Derecho. Miedo, sobre todo, a perder la libertad. No por nada existe un movimiento digital desde hace un tiempo que se denomina #ProhibidoProhibir.
Este miedo es difícil transformarlo en positivo, en un reconocimiento de que lo que está pidiendo la ciudadanía, entre otras cosas, es “la paz”. Pero la voz corrió entre las redes y ante eventos, principalmente generados por la violencia que las mismas audiencias digitales retoman, surgió el #NoAlOdio.
Este #NoAlOdio nació como respuesta a un acto de vandalismo sobre una figura de cartón que representaba a la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña Hernández. Se encuentra además acompañado de la frase del movimiento de mujeres, #NoEstásSola y de #YoSoyNormaPiña, y clama principalmente por poner en nuestras redes la imagen del México que todos queremos.
Este despertar de las redes sociales requiere de la conciencia de cada uno de nosotros, de que nuestra voz, unida a la de todos los que queremos un México mejor, necesita de nuestra participación.
El #NoAlOdio nos debe llevar a un cambio intrínseco en cada uno de nosotros, en nuestras familias, en nuestras empresas, entre nuestros allegados, y sobre todo frente a la democracia y la libertad en nuestro país.
Sigamos levantando la voz, pero no solo en redes sociales, sino a través de nuestro voto en las urnas, este año a quien corresponda, y el siguiente para todos los mexicanos en edad de votar.
Como diría mi abuelo, “para atrás ni para tomar impulso”. Las redes sociales ya despertaron, despertemos con ellas y que nuestra bandera sea un #NoAlOdio. #OpiniónCoparmex