La igualdad de género y el acceso de las mujeres a nuestros derechos no es una causa más, sino una condición indispensable para combatir la pobreza, impulsar el desarrollo social y construir un país con oportunidades para todas y todos.
La reciente aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación 2022, contiene la manera en que México va a gastar el dinero que pertenece al pueblo, el presupuesto es la herramienta más importante de transformación de la realidad, las mujeres y las niñas aún tienen desventajas históricas, sobretodo mayor pobreza, dificultades para acceder a la justicia por ello hemos dicho que queremos más recursos y menos discursos, el actual gobierno habla mucho y trabaja poco, los programas que se aprobaron para mujeres son buenos pero no resuelven el problema de desigualdad su visión es asistencial.
Un ejemplo de esto son las “Estancias infantiles”, tiene una asignación de “cero” pesos, por eso el PRI, PAN y PRD propusimos para garantizar el adecuado cuidado de niñas y niños, mientras sus mamás trabajan o estudian, 3 mil millones de pesos.
Por otro lado, en el presupuesto aprobado por Morena y sus Aliados, el Programa de “Salud materna, sexual y reproductiva” registra un incremento de apenas 3.8%, lo que no compensa el incremento inflacionario y no permitirá la atención integral de más mujeres que padecen algún tipo de cáncer, quienes también sufren de la falta de medicamentos y quimioterapias.
Durante agosto del 2021 se registraron 107 feminicidios en México, una cifra máxima para un mes y la más alta al menos desde el 2015, lo que representa un crecimiento de 43% en comparación con agosto del año pasado, de acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Sólo en lo que va del 2021 se registraron 692 casos de femicidios, lo que implica un aumento de 8% en relación con el 2020. Otros delitos en materia de violencia de género continúan al alza, como las agresiones sexuales, la violación y los incidentes de violencia familiar.
A esto se suma la ausencia de recursos para el empoderamiento económico de las mujeres y la reducción a programas que garantizarían su bienestar, salud reproductiva, apoyo al empleo, desarrollo de las mujeres indígenas y acceso a otros servicios y derechos fundamentales. Tristemente las mujeres quedamos fuera del presupuesto.