/ miércoles 8 de mayo de 2024

Londres en el desarrollo de América Latina

Por Antonio Reyes-González

Durante el pasado mes de abril, se llevó a cabo el evento "UK-Latin America: Financing Prosperity", organizado por Canning House en Londres. Canning House es un importante foro de intercambio y entendimiento entre el Reino Unido y América Latina. En esta ocasión, se desplegó una interesante discusión en torno al desarrollo de sectores económicos orientados hacia el futuro de la región. Este evento destacó la importancia de la tecnología, las finanzas verdes y la infraestructura, sobre los habituales temas relacionados con la extracción de recursos naturales.

El hilo conductor a lo largo de la historia de la amistad entre América Latina y el Reino Unido ha sido la revolución. El Reino Unido apoyó las revoluciones que dieron lugar a las repúblicas independientes latinoamericanas. Por lo tanto, es natural que esta relación se extienda a otras revoluciones, como la revolución digital o la revolución Fintech.

George Canning fue uno de los más destacados estadistas británicos que respaldó la independencia de las nuevas repúblicas de América Latina a principios del siglo XIX. Ocupó varios cargos de alto rango en el gabinete y ascendió a Primer Ministro del Reino Unido. Desafortunadamente, su mandato fue breve, ya que falleció pocos meses después de asumir el cargo, convirtiéndose en el primer ministro con el mandato más corto en la historia británica, un récord que se mantuvo hasta hace muy poco.

En la Ciudad de Londres se continúa celebrando el legado de George Canning a través de Canning House, y sus históricos lazos que acercan más a América Latina y el Reino Unido. Por ejemplo, el sector financiero de Londres se ha mostrado particularmente interesado en financiar el desarrollo y la prosperidad de la región, bajo enfoques de innovación financiera. El interés en las finanzas verdes está creciendo en América Latina, con países como Colombia, México y Chile liderando el camino.

En Chile, por ejemplo, se lanzó un bono soberano de sostenibilidad, convirtiéndose en el primer país en el mundo en emitir deuda soberana de este tipo en moneda local. La emisión está vinculada a los Objetivos de Desempeño en Sostenibilidad (ODS) para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y lograr que la mitad de su generación de energía eléctrica provenga de fuentes de Energías Renovables No Convencionales (ERNC) en los próximos años. Esta es una verdadera innovación proveniente de América Latina, siendo las instituciones financieras de Londres catalizadoras en el diseño y consecución de este bono.

Recientemente, el Reino Unido se unió a BID Invest, el brazo de inversión del sector privado del Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en un movimiento diseñado para impulsar el trabajo del Reino Unido para reducir la pobreza y abordar el cambio climático en América Latina y el Caribe a través del apoyo a las pequeñas y medianas empresas.

En este tenor, en la última década, el IDB Invest ha emitido bonos por más de 5 mil millones de libras en el Mercado de Valores de Londres, lo que subraya la fortaleza de la asociación con la ciudad de Londres y cómo las redes financieras permiten que proyectos de todo el mundo se unan para hacer frente a uno de los mayores desafíos de nuestros tiempos: el cambio climático.

El cambio climático y una transición justa hacia cero emisiones estarán en la cima de la agenda cuando el G20 se reúna bajo el liderazgo de Brasil más adelante este año. Y el flujo de finanzas verdes a través de Londres será crucial para movilizar recursos donde se requieran.

Con una población joven y experta en tecnología, y muchas personas que han comenzado sus profesiones sin cuentas bancarias tradicionales, la tecnología financiera está en auge en toda la región. Hoy en día, Londres es un centro mundial líder en tecnología financiera; un trampolín ideal para empresas y startups latinoamericanas que buscan expandirse a nivel mundial. Tomemos, por ejemplo, Brasil, hogar del banco digital más grande del mundo: Nubank.

Durante la última década, la tecnología financiera ha revolucionado el sistema financiero de América Latina. La región es un terreno fértil para esta tecnología, producto de dos factores principales: el uso generalizado de los teléfonos inteligentes; y una gran población no bancarizada. Las billeteras digitales son ahora casi tan ubicuas como los teléfonos inteligentes, y la tecnología de banca abierta está lista para abrir aún más la inclusión financiera.

Pero no podemos hablar de inversiones inglesas en América Latina para la innovación financiera, si no se llevan a cabo discusiones paralelas respecto al grupo de capacidades que permiten a la gente participar en dicha transformación, como lo son (1) verificar identidades digitalmente, (2) enviar o recibir dinero de forma segura, e (3) intercambiar información personal de manera segura.

Frente a los retos de toda revolución, la participación de instituciones públicas se estima relevante en el este tipo de debates de proyectos de nación y compromisos para asegurar la presencia de principios básicos que aseguren el despliegue de infraestructura pública digital, justa y universal, un punto que generalmente queda fuera de estas discusiones entre actores del sector privado.

A medida que enfrentamos desafíos globales como el cambio climático, esta colaboración financiera entre Londres y América Latina será crucial para movilizar recursos hacia un futuro más sostenible, sin dejar de tomar en cuenta la relevancia de inclusividad y gobernanza como elementos inherentes a todo proyecto de desarrollo.

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Doctor en Ciencias Políticas por University College London (UCL) de la Universidad de Londres. Actualmente se desempeña como analista para la Oficina de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Nueva York. Es miembro asociado del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI).

*Los temas de discusión, así como las opiniones y conclusiones presentadas en este artículo, son atribuibles únicamente al autor.