Pronunciados por el expresidente López Obrador, uno de los pilares que sostienen a la 4T y su llamado proyecto de nación es: “No mentir, no robar, no traicionar al pueblo”.
En temas diversos a nivel federal y local, son numerosos los actores políticos que ya en el servicio público, olvidan esos principios. Un indicio es faltar a la verdad, negarlo y disimular la verdadera intención.
Así es apreciable lector, congruente con reflexiones anteriores, daré el contexto para que ustedes formulen sus conclusiones.
Me refiero ahora al Presupuesto de Egresos para el año 2025, pues en el Congreso Federal y en la Secretaría de Hacienda han tenido un tropiezo tras otro.
Sus errores, las propuestas de incremento por debajo de la inflación y los llamados a la austeridad, no afectan el presupuesto de las universidades públicas en el país, sino el derecho a la educación.
Lo menos que se puede mostrar es escepticismo. Originalmente la propuesta de Paquete Económico 2025, asignó a la UNAM 45 mil 58 millones de pesos, es decir, 14% menos que en 2024.
El responsable de esa propuesta, días antes fue elogiado al ser ratificado como Secretario de Hacienda junto con 11 servidores públicos más, en la misma Cámara de Diputados.
Rogelio Ramírez de la O, funcionario heredado de la administración Obradorista, no es ajeno al proceso de aprobación presupuestal, suma con este el cuarto ejercicio fiscal como responsable de la política económica de la 4T. Razón por la que surge la duda:
¿Un lamentable error que de manera precisa afectaba a entes autónomos que no desaparecieron con la reforma de “simplificación administrativa”? ¿ingenuidad o engaño? ¿Pensaron que nunca revisarían su presupuesto?
La respuesta de la UNAM y el IPN no se hizo esperar, señalaron que el recorte presupuestal afectaría a miles de estudiantes y a los aspirantes de nuevo ingreso para el próximo año.
Al verse descubiertos, fingieron sorpresa y obligaron a la presidenta Claudia Sheinbaum a revirar, faltando a la tradición que impuso en la Jefatura de Gobierno de la CDMX, de no mover un solo peso de la propuesta económica.
Se dice que en política no existen las casualidades, eso se confirma con lo dicho por la misma presidenta este fin de semana, al hacer un “respetuoso llamado” a las universidades para ajustar su presupuesto y revisar su gasto.
¿El argumento? Fiel a la usanza obradorista, señaló un supuesto incrementado de la burocracia en las universidades y no destinar el recurso en la educación y la investigación, recordando que “El recurso del pueblo es del pueblo, no es de ningún privilegio”.
Eso demuestra que en nombre de la austeridad republicana, la política económica implementada por la 4T, ponen en riesgo ejes estratégicos para el desarrollo del país.