Sasha Sokol, Gloria Trevi, María Raquenel Portillo (quien fuera conocida como Mary Boquitas) y Paulina Florencia están en esa lista incontable de mujeres que, siendo menores de edad, comenzaron una relación erótico afectiva con hombres mayores de edad y, hay que subrayarlo, mucho más mayores que ellas.

En 2023, sus nombres ocuparon los titulares de las noticias por dos razones: al estar en el medio artístico, de manera casi natural, atrajeron la atención de los medios de comunicación y, segundo, porque sus historias exigen que el abuso sexual infantil deje de normalizarse.

Cada vez con más frecuencia se utiliza el concepto “grooming”, como un préstamo del inglés, para nombrar lo que en español se conoce como “corrupción de menores”. La palabra inglesa tiene una acepción original que sería “acicalar”, en español.

Sin embargo, en la segunda acepción de “grooming” sería más acertado traducirlo como: “engatusamiento”, en referencia a la atracción o persuasión mediante engaños o halagos, de acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española.

Aunque la palabra inglesa aún no es aceptada por la academia, el diccionario de la RAE ya menciona en sus referencias a “engatusamiento” que la palabra grooming también se usa por los hablantes de español para hacer alusión a “diferentes artimañas con intenciones de carácter sexual por parte del acosador que es un adulto, hacia la víctima que es un/a menor”.

Si no queremos usar el anglicismo, el Código Penal utiliza “corrupción de menores” para explicar, en su artículo 201, que es un delito que comente aquel adulto/a que “induzca, procure, facilite u obligue a un menor de dieciocho años de edad o a quien no tenga capacidad para comprender el significado del hecho, a realizar actos de exhibicionismo corporal, lascivos o sexuales, prostitución, ebriedad, consumo de narcóticos, prácticas sexuales o a cometer hechos delictuosos”.

La pena es de 5 a 10 años de prisión.

¿Normalizar el grooming?

Aunque la ley explica con precisión qué es la corrupción de menores y el término grooming se ha empezado a utilizar cada vez más, hay creadores de contenido como Florencia Guillot que desconocían las implicaciones de este tipo de práctica.

Guillot incluso calificó como “exitosa historia de amor”, la relación entre Paulina Florencia y su esposo Mauricio Cuevas, quienes tienen una diferencia de edad de 14 años y comenzaron una relación cuando ella era menor de edad.

Luego de las críticas en redes sociales, Guillot presentó sus disculpas y se comprometió a tomar una asesoría con una especialista en temas de abuso infantil.

Más allá del escandalito mediático, lo importante es que con estas notas llegue el mensaje de que inducir a menores de edad a actividades sexuales adultas no solo está mal moralmente hablando o porque será penalizado, sino porque provoca un daño importante en las víctimas.

Hay que dejar de normalizar la violencia contra los/las menores para que las víctimas potenciales y sus cuidadores puedan reconocer las señales de un posible ataque de un adulto/a que pueda resultar ser un acosador, así como para dar herramientas de protección en la versión virtual de esta práctica, el grooming en línea.

Las víctimas de violencia sexual infantil — como las cantantes Sasha Sokol, Gloria Trevi y Raquenel Portillo— han sido muy valientes al presentar sus casos públicamente, precisamente para ayudar a que otras personas que viven o vivieron una situación similar se atrevan a denunciar.

En el caso de Sokol, Luis N perdió la apelación que interpuso ante el Poder Judicial de Ciudad de México después de ser condenado por dañar la integridad física, el honor, la dignidad y la intimidad de la cantante cuando ella tenía 14 años y él, 39.

Luis N fue condenado a realizar una disculpa pública, a abstenerse de volver a hablar de lo sucedido y a pagar una indemnización de la que se desconoce la cantidad. Al respecto, el productor ha declarado públicamente que él es inocente y se calificó como víctima de esta controversia.

En sus redes sociales, Sokol escribió: "Los pederastas podrán seguir usando recursos legales para aplazar el cumplimiento de su condena; pero mientras las autoridades sigan cerrándoles las salidas y las víctimas sigamos alzando la voz, serán menos los casos de abuso y más los abusadores condenados”.

La cantante Gloria Trevi, con su denuncia pública en los Latin American Music Awards 2018, y el estreno de su serie autobiográfica “Ellas soy yo”, en agosto de 2023, también se suma a ese llamado para seguir alzando la voz, en este caso contra su ex productor Sergio Andrade.

En tanto que Raquenel Portillo, quien también vivió los abusos de Andrade, en la entrada de su podcast En Boca Cerrada advierte: "No vengo a contar mi versión. Vengo a contar mi historia”. Una frase contundente que resume lo que ocurre cuando una víctima se atreve a denunciar a su agresor.