Jennifer López es el mejor ejemplo de una mamá tipo MILF. Tiene 54 años. Se ve guapísima. Es mamá de gemelos que ya cumplieron 16 años. El acrónimo “Mother I like to fu**” se refiere a mujeres “mayores” para los estándares de juventud que imperan en la sociedad, pero que aún son consideradas atractivas sexualmente y, además, son madres.
Aunque el rango de edad para ser madre va desde la adolescencia hasta la madurez, el término MILF se refiere a mujeres “experimentadas” y sexualmente atractivas que fueron mamás hace tiempo.
En 2023, el canal de televisión TLC de Warner Bros, se aventó la puntada de transmitir el reality show MILF Manor. La traducción de este programa sería algo así como “Mansión de mamás súper sexies”, pero también podría ser algo más escandaloso que hiciera referencia a que jóvenes veinteañeros tengan relaciones sexuales con mujeres de más de 45 años qu podrían ser sus propias madres.
MILF Manor ya anunció su segunda temporada. La primera fue bastante retadora. En una residencia a todo lujo en La Paz, Baja California, citaron a las mujeres participantes y a sus hijos, por lo que una mamá podría ver cómo su bendición de 20/23 años se ligaría a una señora de 50.
Dato curioso. En esa primera temporada de MILF Manor, aparece la mexicana Pola Mochon (48 años cuando se grabó el show) y su hijo José Mizrahi (26 años). Ambos llegan a la final de un reality que está clasificado como el programa 141 más visto en línea y el segundo programa de televisión más popular en TLC.
¿Mamá MILF, yo?
No todas son mamás MILF. Ese es el problema. Aunque todas las personas —sin importar si son mujeres o incluso madres— tienen derecho al erotismo y a vivir una sexualidad plena, este término cosifica a las mujeres y las clasifica en aquellas que son deseables, de acuerdo con los estándares de belleza predominantes.
Vuelvo al punto: JLo, sí; Salma Hayek (57 años), sí; Shakira (47 años), sí; pero si no te ves como ellas, mejor ni te ilusiones. Como diría Madonna (65 años), a las mujeres no se les permite envejecer y si, además, son mamás y no están “guapas” —yo añadiría— que ni siquiera se les ocurra coger.
Sin embargo, las relaciones románticas son importantes para el bienestar y la calidad de vida a cualquier edad. La sexualidad es parte integral de la vida de los y las adultos mayores, pero aún es un tema tabú.
En octubre de 2017, la Encuesta Nacional sobre Envejecimiento Saludable de la Universidad de Michigan preguntó a una muestra nacional de adultos, entre 65 y 80 años, sobre sus perspectivas en cuanto a relaciones erótico-afectivas: 72% respondió tener pareja y 54% de éstos dijo ser sexualmente activo.
Aún sin tener vida sexualmente activa, dos terceras partes de los encuestados dijeron que todavía les interesaba el sexo.
Aunque la sexualidad y el erotismo son mucho más que genitalidad, tampoco podemos dejar de lado que con la edad, en el caso de las mujeres, seas MILF o no, se presentará una reducción en los niveles de estrógeno y eso puede provocar resequedad vaginal. También hay que dedicar un capítulo especial a la menopausia, porque la falta de lubricación puede ocurrir a cualquier edad y más cuando no hay suficiente estimulación erógena, pero el resultado es el mismo: relaciones sexuales dolorosas o displacenteras.
Los síntomas en la menopausia son tan variados que la falta de líbido podría ser lo menos preocupante, pero para atender esta etapa de la vida lo importante es agendar una cita con un/a endocrinólogo/a con especialidad en este proceso natural en la vida de las mujeres.
La resequedad también tiene solución con los lubricantes a base de agua que se consiguen en farmacias, sexhops, boutiques especializadas en placer y hasta en tiendas en línea. Incluso el uso de juguetes sexuales facilita que haya una mejor estimulación y, por lo tanto, mayor lubricación.
Sin embargo, aún estamos lejos de que el 10 de mayo —en vez de regalar una plancha—, las madres reciban un vibrador o un succionador de clitoris. Es demasiado disruptivo. Además de que adquirir un juguete sexual es algo realmente personal e íntimo.
Mi mamá y el sexo
Escribir sobre la sexualidad de las mamás es un tabú. La Virgen María mantuvo su castidad aún siendo madre, así que no es sencillo ir a contracorriente con un símbolo tan poderoso. Y, sin embargo, como diría Galileo: Se mueve. O para decirlo más claro, las madres también tienen relaciones eróticas, sin importar la edad.
En 2020, en “Las mamás también hablan sucio en la cama”, yo buscaba indagar por qué, en una sociedad como la mexicana, pareciera que el derecho al placer se cancela para las mujeres que se han convertido en madres.
Encontré varias fuentes de información inusuales que generaban reportes y análisis de datos, a partir de la información que les proporcionaban sus usuarios, como el sitio de sexo explícito Pornhub y el sitio de ligue para infieles Ashley Madison.
En Pornhub, la oferta de experiencias MILF está entre las más populares. En 2019, se registraba como la cuarta opción de búsqueda, de acuerdo con las estadísticas publicadas por este sitio.
En tanto que en el informe The Good Wife Study de Ashley Madison se registró que 43% de sus encuestadas seguían casadas por la crianza de los hijos, pero describían su matrimonio como una relación sin sexo. Otro dato más: 40% de esas mujeres, rara vez o nunca, había alcanzado el orgasmo con su cónyuge. Además de que 31% de las entrevistadas utilizaba juguetes sexuales cada semana y otro 10% los usaba a diario.
Aunque la sexualidad es un tema que aún puede provocar que cualquiera se sonroje, hay que insistir en que se trata de un tema de salud personal. Entenderlo de esta manera, nos ayudará a bajarle dos rayitas al tabú.
Lo cierto también es que el mercado del placer es tan poderoso que ahora se ofertan dispositivos y productos destinados al autoerotismo, al tiempo que se producen cada vez más series de televisión y películas que tejen sus historias en torno a las prácticas sexuales de los protagonistas.
Y como ocurre con MILF Manor o con películas controversiales como “Poor Things” o “Priscilla”, ahora existen cada vez más contenidos que, nos gusten o no, abren la conversación sobre la sexualidad en la adultez madura y el pacto patriarcal respecto al abuso sexual.
*Delia Angélica Ortiz es periodista especializada en inclusión y diversidad.
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