Estocolmo, Suecia. Si bien hay una conexión directa entre el agua, los alimentos y la energía y biodiversidad, el debate de sus respectivas problemáticas y potenciales estrategias se realiza de manera aislada, lo que resta fuerza a dichas acciones, y por eso se requiere urgentemente una solución holística, y un ente que coordine todos los esfuerzos locales e incluso internacionales, y esta es una de las principales conclusiones del cierre de la edición número 33 de la Semana Mundial del Agua que organiza The Stockholm International Water Institute (SIWI). Y en este contexto y a nivel de Latinoamérica, la respuesta a dicha tendencia está en los llamados Fondos de Agua, una figura que coordina y promueve la acción colectiva, una base científica y alternativas basadas en la naturaleza que sean sostenibles y de largo plazo, y donde el recurso monetario es solo una parte de la solución.
Actualmente en la región operan 26 fondos de agua en 10 países: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Perú, República Dominicana, Uruguay, y México donde operan Agua Capital enfocado en la CDMX; el Fondo de Agua Metropolitano de Monterrey; y dos más en proceso de conformación.
Para promover la cohesión y coordinación de los fondos, en 2011 nació la Alianza Latinoamericana de Fondos de Agua a iniciativa del Banco Interamericano de Desarrollo, Fundación Femsa, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, la organización The Nature Conservancy, y la International Climate Initiative (IKI)
El objetivo principal es alcanzar la seguridad hídrica, entendida como la capacidad de la humanidad para proteger el acceso sostenible al agua para la vida, el bienestar y el desarrollo socioeconómico, y si bien todos los países miembros, y los propios proyectos, enfrentan retos comunes, las soluciones son diferenciadas, con el estrés hídrico en tensión constante donde la agricultura es una actividad responsable de 70% de la extracción de agua dulce en el mundo; los efectos del cambio climático que provocan sequías más intensas e inundaciones más frecuentes y letales, y por si fuera poco está creciendo una especie de competencia sin sentido entre combatir las emisiones de carbono y la seguridad hídrica.
Y si bien los Fondos de Agua enfrentan retos mayúsculos, como la falta de contundencia para transmitir su papel como articuladores y facilitadores, y sus objetivos de largo plazo, los logros a todas las escalas y países son la prueba más clara de un funcionamiento exitoso, pero que al mismo tiempo reclama una mayor atención de todos los involucrados, y en México parece que hay indicios de que esto podría suceder y permitir la circularidad del agua como un siguiente paso.
Alianza sostenible
El Consejo Coordinador Empresarial de Hidalgo (CCEH), dirigido por Alejandro Sánchez Ramírez, y Grupo Rica, a cargo de Miguel Guizado Aguirre, firmaron un convenio con el objetivo de promover acciones e iniciativas que beneficien al medio ambiente y a la sostenibilidad empresarial, para lograr un progreso en el bienestar de las comunidades del estado.
Con ello se busca fortalecer la educación ambiental, fomentando la separación, acopio y reciclaje de envases y empaques post-consumo en las instalaciones del CCEH, así como en las de los asociados que participan en el convenio, promoviendo la economía circular y beneficiando al medio ambiente y a la sostenibilidad empresarial. Uno de los testigos de esta alianza fue Jaime Cámara Creixell, fundador y director de Petstar, que cuenta con la planta de reciclaje de grado alimenticio más grande del mundo. Él mostró el modelo de economía circular que implementan y la relevancia de la circularidad en los procesos de la industria de bebidas.
Grupo Rica cuenta con 80 años de operación en el mercado y forma parte de la Industria Mexicana de Coca-Cola en los territorios de Hidalgo, Morelos y parte de Puebla, con 2 plantas de producción y 16 centros de distribución, generando más de 2,800 empleos directos y más de 20,000 indirectos. La compañía contribuye diariamente al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030 de la Organización de las Naciones Unidas, alineados con la estrategia ASG (Ambiental, Social y de Gobernanza).
@robertoah