La delegación colombiana que asistirá a los Juegos Olímpicos de París presentó los uniformes oficiales que utilizarán en la justa deportiva, y si bien Totto es la marca colombiana patrocinadora de los uniformes, la tela de toda la colorida indumentaria fue administrada por la empresa Lafayette, un icono en la elaboración de telas y en la sustentabilidad en el mundo porque la colección es de tela biodegradable en lo que se conoce como RPET, es decir el plástico de PET reciclable que además en un plazo de tres años las prendas se pueden enterrar y utilizarse como abono para la tierra, un ejemplo claro de la economía circular. Y es que Lafayette con 80 años de vida en Colombia, tiene tres décadas de presencia en México que hoy es su principal mercado internacional, y donde busca que en un plazo de tres años duplique su nivel actual de ventas para alcanzar por lo menos 20 millones de dólares y consolidar su posición en los segmentos de moda, decoración, uniformes (el más importante para la compañía), deportivo y un área que se conoce como Digitex de soluciones para el mercado publicitario.
Héctor Pérez, director Comercial y de Negocios de Lafayette, es el artífice de la expansión internacional de la compañía familiar que actualmente tiene presencia comercial en Estados Unidos, México, Guatemala, Costa Rica, Ecuador, Centroamérica y Perú, pero con los ojos bien puestos en incursionar en otros países en el mediano plazo como Argentina y Brasil e incluso en Inglaterra y España donde ya cuentan con una creciente cartera de clientes.
Lafayette no confecciona ropa, es un productor integrado de telas que inicia desde la fabricación del hilo, tejido, estampado y teñido, y en promedio cada año produce 2 mil 200 kilómetros de tela, en su planta ubicada en Bogotá de 80 mil metros cuadrados que por el momento cumple con la demanda, pero no se descarta una potencial ampliación o la construcción de otra planta que dependerá de la rapidez del crecimiento de la compañía.
La empresa es pionera en la tecnología de poliéster de alta calidad en la región, donde su vocación sustentable y millonarias inversiones en innovación, permitieron el desarrollo de telas biodegradables e hilos reciclados a partir de botellas de PET, y aunque hoy sólo 12% de su producción utiliza material reciclado el objetivo es alcanzar 100% en el mediano plazo.
¿CFO on demand?
Con la promesa de bajar hasta 30% el costo operativo de un área financiera y mejorar hasta 25% la rentabilidad de una compañía nació en México ButterBuck, una plataforma que permite digitalizar y transformar los registros contables en un análisis financiero que fortalece la toma de decisiones empresariales, y sin necesidad de contar con un área financiera o bien un CFO.
Eduardo Amézquita, CEO de ButterBuck, es un ejecutivo con mucha experiencia acumulada en mercados financieros, y de análisis y estrategias financieras, que dirigió empresas como ICAP, Enlace Int, Mercado Electrónico Institucional, y más recientemente fundó la firma de asesoría AMEZ CFO Estrategias.
ButterBuck busca apoyar a las empresas mexicanas que no pueden costear un área de finanzas, funcionando como un director financiero bajo demanda, y en su etapa de lanzamiento ofrece el análisis de seis modelos financieros que incluyen panel de control financiero, razones financieras, punto de equilibrio, presupuestos 2024/2025, presupuesto contra resultados mensuales, y análisis vertical y horizontal de los estados de resultados mensuales. En los primeros tres años, el objetivo es alcanzar 5 mil clientes, pero antes ofrecer nuevas herramientas y fortalecer las actuales con la introducción de inteligencia artificial, que anunciará antes de finalizar este mismo año.
@robertoah
