Los 4 y 5 de octubre nació formalmente el Movimiento Nacional de Recicladores y Recicladoras de base. Por primera vez, 9 grupos de personas recicladoras de base de Guanajuato, Oaxaca, Puebla, Durango, Chihuahua, Querétaro, Veracruz se encontraron para organizarse a partir problemáticas cotidianas comunes, buscando plantear en colectivo una serie de exigencias.
“Los recicladores de base son los que meten la mano en la bolsa de basura y la separan” comentan. En varias partes del país se les conocen como “pepenadoras”, “pepenadores” que desarrollan sus actividades en vertederos, calles o mercados, en general en condiciones de informalidad y vulnerabilidad. De acuerdo con datos del Gobierno de México, serían al menos 138 mil personas y ganarían 4 mil pesos al mes (frente a un salario mínimo de 7 mil 468 pesos), aunque puede haber mucho subregistro por las características de sus actividades.
En muchos países como en México, donde la infraestructura de reciclaje formal es limitada, las personas recicladoras de base desempeñan un papel crucial en la gestión de residuos. Son la primera línea de defensa contra el desbordamiento de residuos en vertederos, calles u otros espacios. Su labor contribuye a reducir considerablemente la cantidad de basura que genera entre otras consecuencias, contaminación del suelo, del agua y del aire.
A pesar de cumplir con este papel fundamental, viven una situación de invisibilización y de explotación por la ausencia de reconocimiento de sus derechos laborales por parte del Estado. Al no reconocerles, las industrias u otros compradores del sistema productivo castigan a las personas recicladoras con bajos precios. No existe una transacción económica justa de lo que vale su esfuerzo.
Sufren de discriminación y estigmatización social que perjudican su acceso a todos los demás derechos humanos.
Durante el encuentro participaron personas de la Red Latinoamericana de Recicladores y de la Alianza Mundial de Recicladores que acompañaron la conformación del colectivo y la elección de su mesa directiva integrada por: Abel Balderas, Mariana González, Lidia Godínez y como voceras: Judith Dillanes y Yolanda Morales. Desde su organización, buscarán detonar espacios de conversación con las autoridades que se puedan traducir en acciones legislativas y públicas concretas basadas en sus derechos, hoy violentados por la omisión del Estado. Con apertura y compromiso Carlos Brito, Director General de Concertación de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, intercambió y recibió algunas de sus demandas.
En este ejercicio, que se realizó en el emblemático Huerto Roma Verde, la organización de la sociedad civil Práctica Laboratorio jugó un papel determinante de escucha, articulación, ampliación de capacitades, fortalecimiento comunitario y organizativo siempre desde una visión colaborativa incluyente, transparente, segura de resultados para una mejor democracia.