/ sábado 16 de febrero de 2019

Napoleón Gómez Urrutia y el nuevo sindicalismo

El nacimiento de la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT), que preside el senador Napoleón Gómez Urrutia, abre un flanco en la disputa por el control de los sindicatos del país, actualmente agrupados, mayoritariamente, en la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y la Confederación Revolucionaria de Obreros Campesinos (CROC), columna vertebral del sector obrero del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

En su arranque, la CIT agrupa a sólo 10 federaciones estatales y 150 sindicatos de diversas ramas de la producción, entre éstos el minero, de los trabajadores de la extinta Mexicana de Aviación, el de la industria cinematográfica y la Federación Sindical Alberto Juárez Blancas, conformada por un grupo de excroquistas y lidereada porAlberto Juárez, hijo del exdirigente nacional de esa central.

Aunque ha perdido membresía con el paso de los años, la CTM, que dirige el senadorCarlos Aceves del Olmo, tiene afiliados a 4.5 millones de trabajadores. Cuenta con 33 federaciones estatales, 180 regionales, tres mil sindicatos de todas los sectores de la producción, incluidos del ramo minero que le fueron arrebatados al sindicato que dirigeGómez Urrutia, como el de Cananea; además, 70 sindicatos nacionales, entre éstos el SUTERM, Azucarero, Petroquímico, y hasta hace unos años el Petrolero, de Carlos Romero Deshamps.

La CROC, que encabeza el diputado Isaías González Cuevas, refiere un registro que oscila en los tres millones de trabajadores, principalmente de la industria gastronómica y del sector de servicios turísticos. Ambas centrales han sido constantemente denunciadas por firmar contratos de protección patronal. De hecho, apenas en diciembre del año pasado fueron expulsadas la Confederación Sindical Internacional (CSI) por incurrir en esas prácticas y por obstaculizar la libertad y democracia sindical.

El senador y líder minero asegura que el objetivo no es desaparecer organizaciones gremiales ni restarles membresía, sino iniciar una nueva etapa en la reivindicación de los derechos de los trabajadores y que haya libre elección de dirigentes, además dijo que la CIT no estará al servicio del gobierno ni de Morena, pero esto último se verá con el tiempo. Lo que es un hecho es que los que conocen del tema coinciden es que Gomez Urutia sustituirá a la figura del ex poderoso Fidel Velázquez.


www.hectormunoz.com.mx

Twitter @hector munoz

Instagram jhectormunoz

Facebook Héctor Muñoz


El nacimiento de la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT), que preside el senador Napoleón Gómez Urrutia, abre un flanco en la disputa por el control de los sindicatos del país, actualmente agrupados, mayoritariamente, en la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y la Confederación Revolucionaria de Obreros Campesinos (CROC), columna vertebral del sector obrero del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

En su arranque, la CIT agrupa a sólo 10 federaciones estatales y 150 sindicatos de diversas ramas de la producción, entre éstos el minero, de los trabajadores de la extinta Mexicana de Aviación, el de la industria cinematográfica y la Federación Sindical Alberto Juárez Blancas, conformada por un grupo de excroquistas y lidereada porAlberto Juárez, hijo del exdirigente nacional de esa central.

Aunque ha perdido membresía con el paso de los años, la CTM, que dirige el senadorCarlos Aceves del Olmo, tiene afiliados a 4.5 millones de trabajadores. Cuenta con 33 federaciones estatales, 180 regionales, tres mil sindicatos de todas los sectores de la producción, incluidos del ramo minero que le fueron arrebatados al sindicato que dirigeGómez Urrutia, como el de Cananea; además, 70 sindicatos nacionales, entre éstos el SUTERM, Azucarero, Petroquímico, y hasta hace unos años el Petrolero, de Carlos Romero Deshamps.

La CROC, que encabeza el diputado Isaías González Cuevas, refiere un registro que oscila en los tres millones de trabajadores, principalmente de la industria gastronómica y del sector de servicios turísticos. Ambas centrales han sido constantemente denunciadas por firmar contratos de protección patronal. De hecho, apenas en diciembre del año pasado fueron expulsadas la Confederación Sindical Internacional (CSI) por incurrir en esas prácticas y por obstaculizar la libertad y democracia sindical.

El senador y líder minero asegura que el objetivo no es desaparecer organizaciones gremiales ni restarles membresía, sino iniciar una nueva etapa en la reivindicación de los derechos de los trabajadores y que haya libre elección de dirigentes, además dijo que la CIT no estará al servicio del gobierno ni de Morena, pero esto último se verá con el tiempo. Lo que es un hecho es que los que conocen del tema coinciden es que Gomez Urutia sustituirá a la figura del ex poderoso Fidel Velázquez.


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