/ sábado 3 de agosto de 2024

Neoliberalismo en América Latina

El libro titulado "Dependencia y desarrollo en América Latina”, de quien fuera presidente de Brasil de 1995 a 2003, Fernando Henrique Cardoso (n.1931), se ha convertido en un concepto muy importante dentro de las ciencias sociales en el continente latinoamericano.

Hace cinco décadas, Cardoso fue tachado de comunista subversivo y cesado en su cátedra de la Universidad de Sao Paulo. Esa cátedra vino a impartirla posteriormente a El Colegio de México, y dijo cosas verdaderamente interesantes, entre otras que “ese desánimo que hoy se vive en algunos grupos políticos y sociales de América Latina, tiene que ver en buena parte con el desvanecimiento de la utopía de los años 60 y el derrumbe del sueño del socialismo; pero sobre todo con el hecho de que nuestros pueblos ya se dieron cuenta de que no basta la democracia…sino que hay que tener bienestar”.

El autor expone que haber sustituido la utopía socialista en lugar de la democracia formal no ha resuelto nada de fondo en América Latina, en Asia o en África. Se olvidó que desde que se planteó esa disyuntiva a principios del siglo 20 hubo respuestas ideológicas como la de la Revolución Mexicana y su Constitución que proclaman aun con un entendible espíritu mestizo, una tercera vía convergente donde son posibles la democracia y la justicia social.

En el pensamiento de Cardoso, nuestra América tiene una pésima situación familiar. Así, América se reconoce como viuda de la utopía del desarrollo compartido, pero no puede considerarse hija; si acaso huérfana o arrimada de la gran sociedad de mercado. Hoy la democracia neoliberal se postula inevitable, como antes el socialismo, pero sus anhelados frutos de libertad, como la salud, la educación, la vivienda y el empleo, se sienten más inalcanzables que nunca para las tres cuartas partes de la humanidad. El socialismo fracasó, mas el capitalismo no ha triunfado. México es hoy un ejemplo vivo de estos conceptos.

Han aparecido nuevas teorías, algunas ya conocidas como la tercera vía, o sea la economía mixta. El norteamericano Theodore Levitt (1925-2006), quien fuera el primer teórico economista en acuñar el término “globalización”, la tituló globalización de mercados en 1985; el politólogo estadounidense Francis Fukuyama (n.1952) habló del fin de la historia que produciría un hombre nuevo; el italiano Renato Ruggiero (1930-2013), quien fuera director general de la Organización Mundial del Comercio afirmó que la integración económica y el libre comercio no pueden coexistir.

Cardoso ha ratificado que “es una equivocación pensar que la democracia pueda basarse en el neoliberalismo, o que el bienestar pueda basarse en el neoliberalismo. En términos concretos no cree que Brasil, ni Chile, ni México estén en un proceso neoliberal; ni tampoco cree que un país como México piense que solamente las fuerzas del mercado van a resolver los problemas del pueblo”.

Para quienes habitamos en este México convulsionado el camino integrador será largo y fatigoso, pero no tenemos más remedio que recorrerlo.

Fundador de Notimex

Premio Nacional de Periodismo

Premio Primera Plana

pacofonn@gmail.com

El libro titulado "Dependencia y desarrollo en América Latina”, de quien fuera presidente de Brasil de 1995 a 2003, Fernando Henrique Cardoso (n.1931), se ha convertido en un concepto muy importante dentro de las ciencias sociales en el continente latinoamericano.

Hace cinco décadas, Cardoso fue tachado de comunista subversivo y cesado en su cátedra de la Universidad de Sao Paulo. Esa cátedra vino a impartirla posteriormente a El Colegio de México, y dijo cosas verdaderamente interesantes, entre otras que “ese desánimo que hoy se vive en algunos grupos políticos y sociales de América Latina, tiene que ver en buena parte con el desvanecimiento de la utopía de los años 60 y el derrumbe del sueño del socialismo; pero sobre todo con el hecho de que nuestros pueblos ya se dieron cuenta de que no basta la democracia…sino que hay que tener bienestar”.

El autor expone que haber sustituido la utopía socialista en lugar de la democracia formal no ha resuelto nada de fondo en América Latina, en Asia o en África. Se olvidó que desde que se planteó esa disyuntiva a principios del siglo 20 hubo respuestas ideológicas como la de la Revolución Mexicana y su Constitución que proclaman aun con un entendible espíritu mestizo, una tercera vía convergente donde son posibles la democracia y la justicia social.

En el pensamiento de Cardoso, nuestra América tiene una pésima situación familiar. Así, América se reconoce como viuda de la utopía del desarrollo compartido, pero no puede considerarse hija; si acaso huérfana o arrimada de la gran sociedad de mercado. Hoy la democracia neoliberal se postula inevitable, como antes el socialismo, pero sus anhelados frutos de libertad, como la salud, la educación, la vivienda y el empleo, se sienten más inalcanzables que nunca para las tres cuartas partes de la humanidad. El socialismo fracasó, mas el capitalismo no ha triunfado. México es hoy un ejemplo vivo de estos conceptos.

Han aparecido nuevas teorías, algunas ya conocidas como la tercera vía, o sea la economía mixta. El norteamericano Theodore Levitt (1925-2006), quien fuera el primer teórico economista en acuñar el término “globalización”, la tituló globalización de mercados en 1985; el politólogo estadounidense Francis Fukuyama (n.1952) habló del fin de la historia que produciría un hombre nuevo; el italiano Renato Ruggiero (1930-2013), quien fuera director general de la Organización Mundial del Comercio afirmó que la integración económica y el libre comercio no pueden coexistir.

Cardoso ha ratificado que “es una equivocación pensar que la democracia pueda basarse en el neoliberalismo, o que el bienestar pueda basarse en el neoliberalismo. En términos concretos no cree que Brasil, ni Chile, ni México estén en un proceso neoliberal; ni tampoco cree que un país como México piense que solamente las fuerzas del mercado van a resolver los problemas del pueblo”.

Para quienes habitamos en este México convulsionado el camino integrador será largo y fatigoso, pero no tenemos más remedio que recorrerlo.

Fundador de Notimex

Premio Nacional de Periodismo

Premio Primera Plana

pacofonn@gmail.com