La victoria de Donald Trump fue contundente e inesperada en su proporción. Todas las encuestas daban un empate técnico y pronosticaban que, quien resultara ganador o ganadora de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, lo haría por un margen muy estrecho.
No obstante, los republicanos se impusieron de manera categórica y no sólo en la lucha por la Casa Blanca sino también en el Senado y en la Cámara de Representantes. Pero ¿qué ocurrió con los demócratas en estas elecciones que parecían las más cerradas en la historia de la Unión Americana? Y, más aún, ¿qué sucedió con Kamala Harris cuando emergió como la candidata que daría continuidad al gobierno de Joe Biden? Son muchas las razones que motivaron estos resultados y valen la pena analizarlas.
Primeramente, es importante comentar que en estas elecciones Donald Trump no obtuvo la victoria porque haya ganado más votos sino porque Kamala perdió más votos. En las elecciones del 2020, Trump sumó 74 millones de votos por 81 millones de votos de Joe Biden. En los comicios de este 2024, Trump obtuvo 71 millones de votos, mientras que Kamala apenas sumó 66 millones de votos (estas cifras no contemplan los resultados en estados como Nevada, Arizona, Alaska, Michigan y Maine, ya que, al escribir este artículo, seguían en el proceso de integración).
Ahora bien, ¿cuáles son las principales razones por las que se dieron estos números? Primeramente, nunca supimos cuál era la cara real de Kamala Harris, por lo que no terminó de conectar con gran parte del electorado. La candidata demócrata nunca mostró su verdadero rostro ni una postura clara ante temas de gran relevancia como la migración, por ejemplo, situación por la cual miles de latinos prefirieron a Trump, quien obtuvo el 46% de los votos hispanos (un 14% más que en las votaciones del 2020).
Otra razón de la derrota de Kamala es que eligió compañero de fórmula para la vicepresidencia a Tim Walz, un político de bajo perfil y que no aportó mucho a la causa de Harris. Por su parte, Trump invitó al senador de 40 años JD Vance, quien se convirtió en un vocero implacable de la narrativa de su candidato a la presidencia, lo que fortaleció la fórmula republicana al grado de ganar las elecciones de manera categórica.
Así mismo, una de las principales razones que impulsaron la victoria de Donald Trump fue que Kamala no terminó de quitarse de encima la imagen de Joe Biden. Incluso, hay especialistas que afirman que, cuando Biden aseguró que la única basura que veía flotando eran los republicanos que siguen a Trump, puso en jaque a la candidata demócrata. Esta aseveración sólo motivó aún más la intención de voto de quienes se identifican con la defensa de los valores tradicionales, incluidos jóvenes y mujeres que, en teoría, apoyaban a Kamala. Es decir, los republicanos de sepa y los nuevos republicanos se hicieron escuchar en las urnas, sumados a los votos que Kamala fue perdiendo en el camino por su indefinición.
Finalmente, ¿qué les queda a los demócratas después de la derrota? En su mensaje final, Kamala les pidió paciencia: “Los resultados no son los que queremos, no es por lo que votamos, pero escúchenme, cuando digo que la luz de la promesa de un mejor Estados Unidos siempre brillará mientras nunca nos rindamos y mantengamos la calma”. Hoy, el pueblo estadounidense ha decidido y los resultados de la votación nos dejan claro que las luchas nunca hay que darlas por pérdidas, como lo hizo Donald Trump desde hace cuatro años.
Dr. Juan Hernández
Analista de temas de migración
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