En tiempos de una supuesta ola emergente de candidatos independientes, bien podríamos recordar cómo la obsesión y la ambición personal han sepultado las aspiraciones democráticas de los electores mexicanos, en diversas etapas en donde la seudoizquierda y la derecha han protagonizado hechos vergonzosos y contradictorios que solo han menoscabado la integridad de los partidos PAN y PRD hasta reducirlos a vehículos de aspiraciones personales.
A mediados y finales del sexenio de Miguel de la Madrid, el señor Cárdenas se sentía con el derecho y la razón para obtener la candidatura del PRI; al saber que no sería favorecido junto con un grupo de priistas, se aventuro a renunciar a su militancia de por vida para buscar la Presidencia, situación que lo obsesiono tanto que compitió durante tres ocasiones a lo largo de 18 años sin importar el precio, se adueño de la candidatura frenando claramente el ascenso de nuevos liderazgos en la izquierda y manteniendo a grupos afines, camarillas conocidas como tribus que hasta el día de hoy sangran las candidaturas del PRD como botín.
En la derecha un grupo no precisamente panista, se apodero de las posiciones y simpatía electoral durante el proceso del año 2000, sustituyendo a los doctrinarios por empresarios que quisieron participar en política, el resultado un gobierno gerencial carente de sentido social y que tuvo que depender de la experiencia legislativa del PRI para sacar adelante la administración, mientras igualmente se agrupaban panistas más jóvenes, más ambiciosos y con menos escrúpulos que tomarían el poder una vez que Felipe Calderón ganara la Presidencia; su herencia, la primera vez que un Presidente ha destapado a su cónyuge como aspirante a la Presidencia, vicio inexplicable de los dos períodos del PAN.
Al mismo tiempo y echado Cárdenas del PRD por el señor López, se inicia la era de descomposición de las autodenominadas izquierdas para dar paso al liderazgo, terco, personal y autoritario del Tabasqueño todopoderoso, cuyos colaboradores han sido los más torpes y corruptos, eso sí listos para hacerse ricos como Bejarano y Padierna, Ponce, Nico, empresarios como Ahumada, sacrificados como Ebrard, Muñoz Ledo y otros, para rendirle gracias a su apoyo popular, mito que por tercera ocasión le hará buscar su máxima obsesión, que es la silla presidencial.
Hoy con un Presidente de partido que lo usa para fines personales, el PAN es motivo de una lucha interna canibalista, sin pudor, sin honor, sin principios. Los senadores afines a Margarita por lealtad a Calderón, expresan que hoy el PAN se maneja por intereses personales y no de partido, cuando fue el propio Calderón quien inicio el desgaste y declive del PAN usando a su partido como agencia de colocaciones, con Bravo Mena, Germán Martínez, César Nava y dejando que se destrozarán Cordero y la siempre perdedora Vázquez Mota, claro dejando nuevamente la herencia viciosa de la derecha de intentar posicionar a su conyugue para buscar la Presidencia.
Incapaces en Morena de poder opinar, recordemos que se rifan candidaturas o se inventan encuestas menos la de la Presidencia, los auto disminuidos partidos PAN y PRD incapaces de sacudirse la obsesión de poder y la ambición de permanecer en los cargos de elección, como oposición están demostrando que el avance que prometen no es sino una máscara que requiere de la incredulidad de los votantes.
Anaya, Zavala, el señor López, obsesionados y ambiciosos en lo personal vaya que son enemigos de la democracia.
Si creen que así podrán engañar a México, desde ahora deben saberse derrotados.
Al tiempo.
Exlegislador
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