/ martes 18 de junio de 2024

OpenAI: ¿el nuevo Google?

Por Laura Coronado Contreras*

Apple anunció recientemente su alianza con la compañía OpenAI creadora del famoso ChatGPT. Lo que parecía un momento histórico, en realidad, solo redundó en que la llamada Apple Intelligence -que estará en las nuevas versiones de los sistemas operativos de los dispositivos- permitirá que Siri pueda responder de manera mucho más amplia las solicitudes que reciba y acercará, de forma más rápida, a los usuarios a la plataforma de Inteligencia Artificial (IA). ¿Verdaderamente es una alianza estratégicamente única?

Friedrich Nietzsche señalaba que “una alianza es más sólida si los aliados, más bien que conocerse mutuamente, creen los unos en los otros: por ello entre enamorados, la alianza es más sólida antes que después de la unión matrimonial”. Y aquí dicha frase toma aún más vida: Bloomberg ha difundido que no existe prestación económica vinculada a que Apple pueda utilizar al ChatGPT. Sin duda, ambos negocios se conocen y, además, muy bien.

Sam Altman, uno de los fundadores de OpenAI y la cara más visible de la empresa se ha esforzado en los últimos dos años en vendernos una promesa: la IA cambiará nuestras vidas ya que estamos viviendo una nueva etapa en la era digital y, especialmente, que el nombre de su compañía, la marca de su producto estrella e IA son sinónimos.

¿Por qué tanta insistencia en conversar con líderes de todo el mundo sobre los beneficios y, particularmente, los peligros? ¿Cuándo y cómo cambiarán nuestras vidas? ¿Perderemos empleos, seremos víctimas de fraudes y noticias falsas, llegaremos a un punto en donde las máquinas nos gobiernen?

Al igual que Elon Musk con sus autos inteligentes, Mark Zuckerberg con el metaverso o cualquier otra gigante tecnológica, OpenAI no vale sencillamente por lo que brinda como servicio sino por lo que “puede llegar a convertirse”. Prácticamente, todo el sector tecnológico juega a llevar a cabo un papel vanguardista y disruptivo. En muchas ocasiones, como Microsoft o Amazon llegan a un gran número de usuarios que les convierten en verdaderas minas de oro. Otras compañías más tienen trayectorias mucho menos exitosas.

Por decirlo en términos llanos, estamos frente a una realidad que describía Henry Ford: “la especulación es solo una palabra que cubre la obtención de dinero a partir de la manipulación de los precios, en lugar de suministrar bienes y servicios”. OpenAI especula que será igual o más importante que Meta o, incluso, que será el nuevo Google. ¿Lo conseguirá?

Google se ha convertido durante años en el buscador por antonomasia (92% de los usuarios de internet dicen utilizarlo), relegando a sus competidores como Bing o Yahoo! muy por debajo de sus números (3% y 1.3%. respectivamente). Ello le ha permitido a su matriz, Alphabet, convertirse en líder en publicidad en línea, desarrollar software e incursionar en el mercado de la nube. Durante meses ha enfrentado las demandas antimonopólicas en Estados Unidos y otras regiones y además, la presión frente a la popularización de la IA por lo que lanzó su propia plataforma: Gemini.

Dice el refrán que quien pega primero, pega dos veces ¿Podrá desbancar OpenAI a Google? Pronto lo sabremos.

*Académica de la Universidad Anáhuac México / @soylaucoronado


Por Laura Coronado Contreras*

Apple anunció recientemente su alianza con la compañía OpenAI creadora del famoso ChatGPT. Lo que parecía un momento histórico, en realidad, solo redundó en que la llamada Apple Intelligence -que estará en las nuevas versiones de los sistemas operativos de los dispositivos- permitirá que Siri pueda responder de manera mucho más amplia las solicitudes que reciba y acercará, de forma más rápida, a los usuarios a la plataforma de Inteligencia Artificial (IA). ¿Verdaderamente es una alianza estratégicamente única?

Friedrich Nietzsche señalaba que “una alianza es más sólida si los aliados, más bien que conocerse mutuamente, creen los unos en los otros: por ello entre enamorados, la alianza es más sólida antes que después de la unión matrimonial”. Y aquí dicha frase toma aún más vida: Bloomberg ha difundido que no existe prestación económica vinculada a que Apple pueda utilizar al ChatGPT. Sin duda, ambos negocios se conocen y, además, muy bien.

Sam Altman, uno de los fundadores de OpenAI y la cara más visible de la empresa se ha esforzado en los últimos dos años en vendernos una promesa: la IA cambiará nuestras vidas ya que estamos viviendo una nueva etapa en la era digital y, especialmente, que el nombre de su compañía, la marca de su producto estrella e IA son sinónimos.

¿Por qué tanta insistencia en conversar con líderes de todo el mundo sobre los beneficios y, particularmente, los peligros? ¿Cuándo y cómo cambiarán nuestras vidas? ¿Perderemos empleos, seremos víctimas de fraudes y noticias falsas, llegaremos a un punto en donde las máquinas nos gobiernen?

Al igual que Elon Musk con sus autos inteligentes, Mark Zuckerberg con el metaverso o cualquier otra gigante tecnológica, OpenAI no vale sencillamente por lo que brinda como servicio sino por lo que “puede llegar a convertirse”. Prácticamente, todo el sector tecnológico juega a llevar a cabo un papel vanguardista y disruptivo. En muchas ocasiones, como Microsoft o Amazon llegan a un gran número de usuarios que les convierten en verdaderas minas de oro. Otras compañías más tienen trayectorias mucho menos exitosas.

Por decirlo en términos llanos, estamos frente a una realidad que describía Henry Ford: “la especulación es solo una palabra que cubre la obtención de dinero a partir de la manipulación de los precios, en lugar de suministrar bienes y servicios”. OpenAI especula que será igual o más importante que Meta o, incluso, que será el nuevo Google. ¿Lo conseguirá?

Google se ha convertido durante años en el buscador por antonomasia (92% de los usuarios de internet dicen utilizarlo), relegando a sus competidores como Bing o Yahoo! muy por debajo de sus números (3% y 1.3%. respectivamente). Ello le ha permitido a su matriz, Alphabet, convertirse en líder en publicidad en línea, desarrollar software e incursionar en el mercado de la nube. Durante meses ha enfrentado las demandas antimonopólicas en Estados Unidos y otras regiones y además, la presión frente a la popularización de la IA por lo que lanzó su propia plataforma: Gemini.

Dice el refrán que quien pega primero, pega dos veces ¿Podrá desbancar OpenAI a Google? Pronto lo sabremos.

*Académica de la Universidad Anáhuac México / @soylaucoronado