/ viernes 30 de agosto de 2024

Pausa en relación con embajadas

El anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador de pausar las relaciones de su gobierno con las embajadas de Estados Unidos y Canadá se da por las supuestas “injerencias” (como el mismo AMLO las califica) hechas por los embajadores Ken Salazar (EU) y Grame Clark (Canadá) contra su iniciativa de reforma al Poder Judicial.

Esta reacción del presidente mexicano se suma a otras tantas decisiones que han puesto en tela de juicio la objetividad de su mandato no sólo en el ámbito local sino en el plano internacional. Estamos a sólo unas semanas de que concluya el actual gobierno federal y, así como comenzó hace casi seis años, cuando había una notable polarización en el ánimo social, la administración de López Obrador cerrará dejando a sus socios comerciales más importantes con grandes preguntas.

Pero ¿qué implicaciones tiene esta “pausa” diplomática para los intereses de todos los mexicanos? De entrada, aumenta la tensión ya de por sí crónica entre los gobiernos de México y Estados Unidos, pero, sobre todo, deja en el aire la renegociación del T-MEC. Los especialistas hablan de que al menos diez capítulos de este tratado comercial se violarían con la reforma al Poder Judicial, por lo que la confianza de los inversionistas canadienses y estadounidenses se merma considerablemente al no existir claridad sobre el marco legal y la autonomía de las instituciones en nuestro país.

Según cifras del Banco de México, hoy más del 66% de las exportaciones e importaciones de nuestro país son con Canadá y Estados Unidos. (Tan sólo en el 2023 este intercambio comercial cerró con más de 776 mil millones de dólares para México, mismos que se encuentran en peligro ante las dudas de renovar el T-MEC, como lo publicó la revista Expansión el 26 de agosto). En cuanto a la Inversión Extranjera Directa (IED) de Estados Unidos y Canadá en México, en el 2023 alcanzó más de 17 mil millones de dólares (47% del total que recibió nuestro país en el último año). Por si fuera poco, el anuncio de esta pausa diplomática puso nerviosos a los mercados por lo que el dólar superó los veinte pesos, situación que podría encarecer las importaciones y aumentar la inflación. Todos los mexicanos están ya siendo afectados.

Ahora bien, la decisión de AMLO de enfriar las relaciones diplomáticas con EU y Canadá también impacta en el ambiente político de México y de EU. Nos encontramos en vísperas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos y, como era de esperarse, tanto Kamala Harris como Donald Trump han tomado la migración como una de sus principales banderas de campaña. Si bien la movilización de personas es un tema que se debe abordar de manera profunda, cuando existen este tipo de tensiones diplomáticas la migración suele estar en las discusiones entre demócratas y republicanos y, normalmente, México no sale bien parado. Recordemos, por ejemplo, cuando Donald Trump era presidente de la Unión Americana y amenazó con subir los aranceles si el gobierno mexicano no contenía a los miles de migrantes que llegaban a la frontera entre ambos países. AMLO terminó cediendo y se creó el programa “Quédate en México”, con el cual se obligó a miles de migrantes a esperar en territorio mexicano la resolución judicial sobre su solicitud de asilo en EU.

Estamos ante un panorama de total incertidumbre. El reto ahora será para la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, quien tendrá que apagar éste y los demás fuegos que el actual gobierno federal le herede. Por lo pronto, AMLO y Sheinbaum se reunieron con carácter de urgente el mismo día que el presidente anunció la pausa diplomática. ¿Será que discutieron cómo detener otra tempestad ante el aumento del precio del dólar y ante las presiones, sobre todo, del gobierno estadounidense?

Mientras AMLO dice pausar relaciones diplomáticas con países tan importantes para los intereses de nuestra nación, más de un millón de personas cruzan a diario la frontera entre México y EU. De igual forma, miles de millones de dólares se comercializan mes con mes entre empresarios canadienses, estadounidenses y mexicanos. Además, gobernadores de México, como el de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas, y la gobernadora electa de Guanajuato, Libia Dennise García Muñoz Ledo, visitan territorio norteamericano para concretar relaciones comerciales y laborales que beneficien a su gente. Para todos estos, no hay pausa entre los países de Norteamérica.

Quizás el “darse un tiempo”, como tradujo el propio AMLO la pausa diplomática que declaró con EU. y Canadá, sea lo mismo que le propuso en Palacio Nacional a Sheinbaum para la construcción del segundo piso de la llamada “4T”. No vaya a ser que la crisis económica que se pueda venir si no se firma el T-MEC deje sin recursos y sin aliento a quienes estarán encargados, a partir del 1 de octubre del 2024, del futuro de nuestro país.

Analista de temas de migración

Facebook: @Juan Hernandez

Twitter: @JuanHernandezS

Instagram: dr.juanhernandez


El anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador de pausar las relaciones de su gobierno con las embajadas de Estados Unidos y Canadá se da por las supuestas “injerencias” (como el mismo AMLO las califica) hechas por los embajadores Ken Salazar (EU) y Grame Clark (Canadá) contra su iniciativa de reforma al Poder Judicial.

Esta reacción del presidente mexicano se suma a otras tantas decisiones que han puesto en tela de juicio la objetividad de su mandato no sólo en el ámbito local sino en el plano internacional. Estamos a sólo unas semanas de que concluya el actual gobierno federal y, así como comenzó hace casi seis años, cuando había una notable polarización en el ánimo social, la administración de López Obrador cerrará dejando a sus socios comerciales más importantes con grandes preguntas.

Pero ¿qué implicaciones tiene esta “pausa” diplomática para los intereses de todos los mexicanos? De entrada, aumenta la tensión ya de por sí crónica entre los gobiernos de México y Estados Unidos, pero, sobre todo, deja en el aire la renegociación del T-MEC. Los especialistas hablan de que al menos diez capítulos de este tratado comercial se violarían con la reforma al Poder Judicial, por lo que la confianza de los inversionistas canadienses y estadounidenses se merma considerablemente al no existir claridad sobre el marco legal y la autonomía de las instituciones en nuestro país.

Según cifras del Banco de México, hoy más del 66% de las exportaciones e importaciones de nuestro país son con Canadá y Estados Unidos. (Tan sólo en el 2023 este intercambio comercial cerró con más de 776 mil millones de dólares para México, mismos que se encuentran en peligro ante las dudas de renovar el T-MEC, como lo publicó la revista Expansión el 26 de agosto). En cuanto a la Inversión Extranjera Directa (IED) de Estados Unidos y Canadá en México, en el 2023 alcanzó más de 17 mil millones de dólares (47% del total que recibió nuestro país en el último año). Por si fuera poco, el anuncio de esta pausa diplomática puso nerviosos a los mercados por lo que el dólar superó los veinte pesos, situación que podría encarecer las importaciones y aumentar la inflación. Todos los mexicanos están ya siendo afectados.

Ahora bien, la decisión de AMLO de enfriar las relaciones diplomáticas con EU y Canadá también impacta en el ambiente político de México y de EU. Nos encontramos en vísperas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos y, como era de esperarse, tanto Kamala Harris como Donald Trump han tomado la migración como una de sus principales banderas de campaña. Si bien la movilización de personas es un tema que se debe abordar de manera profunda, cuando existen este tipo de tensiones diplomáticas la migración suele estar en las discusiones entre demócratas y republicanos y, normalmente, México no sale bien parado. Recordemos, por ejemplo, cuando Donald Trump era presidente de la Unión Americana y amenazó con subir los aranceles si el gobierno mexicano no contenía a los miles de migrantes que llegaban a la frontera entre ambos países. AMLO terminó cediendo y se creó el programa “Quédate en México”, con el cual se obligó a miles de migrantes a esperar en territorio mexicano la resolución judicial sobre su solicitud de asilo en EU.

Estamos ante un panorama de total incertidumbre. El reto ahora será para la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, quien tendrá que apagar éste y los demás fuegos que el actual gobierno federal le herede. Por lo pronto, AMLO y Sheinbaum se reunieron con carácter de urgente el mismo día que el presidente anunció la pausa diplomática. ¿Será que discutieron cómo detener otra tempestad ante el aumento del precio del dólar y ante las presiones, sobre todo, del gobierno estadounidense?

Mientras AMLO dice pausar relaciones diplomáticas con países tan importantes para los intereses de nuestra nación, más de un millón de personas cruzan a diario la frontera entre México y EU. De igual forma, miles de millones de dólares se comercializan mes con mes entre empresarios canadienses, estadounidenses y mexicanos. Además, gobernadores de México, como el de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas, y la gobernadora electa de Guanajuato, Libia Dennise García Muñoz Ledo, visitan territorio norteamericano para concretar relaciones comerciales y laborales que beneficien a su gente. Para todos estos, no hay pausa entre los países de Norteamérica.

Quizás el “darse un tiempo”, como tradujo el propio AMLO la pausa diplomática que declaró con EU. y Canadá, sea lo mismo que le propuso en Palacio Nacional a Sheinbaum para la construcción del segundo piso de la llamada “4T”. No vaya a ser que la crisis económica que se pueda venir si no se firma el T-MEC deje sin recursos y sin aliento a quienes estarán encargados, a partir del 1 de octubre del 2024, del futuro de nuestro país.

Analista de temas de migración

Facebook: @Juan Hernandez

Twitter: @JuanHernandezS

Instagram: dr.juanhernandez