El pasado martes 23 de enero concluyó un capítulo más del proceso de consulta para obtener la candidatura del Partido Republicano en los Estados Unidos. Sin mayores contratiempos, el expresidente Donald Trump ganó las elecciones primarias en el Estado de New Hampshire ante su única contendiente, la exgobernadora de Carolina del Sur y exrepresentante de los Estados Unidos ante la ONU, Nikky Haley.
Si bien las tendencias del triunfo del exmandatario se mantuvieron constantes en los días previos a la jornada electiva, los seguidores y asesores de Haley consideraron la posibilidad de un cambio de último minuto en favor de la única mujer en las papeletas republicanas tras la salida de la contienda del gobernador de Florida, Ron de Santis, quien valoró su futuro para vivir en la Casa Blanca para otro momento. Pero ese momento no llegó al nivel esperado y la diferencia al final entre Trump y Haley fue cerca de 11 puntos.
Trump esperó que Haley desistiera, lo que no aconteció y en las palabras de la propia Haley: “Las elecciones primarias apenas han empezado” y en el futuro cercano se avecinan una cantidad importante de procesos locales que incluirán las del propio estado que gobernó Haley para el próximo 24 de febrero y en que ha focalizado sus esfuerzos y puesto la batalla partidista entre dos contendientes a pesar de los ataques de Trump y de tres en el horizonte presidencial incluyendo al presidente Biden.
Esto apuntaba a convertirse simplemente en una anécdota en el calendario electoral. Sin embargo, Donald Trump recibió una sorpresa que podría sacudir al electorado o simpatizantes republicanos en los comicios internos del partido. Horas después de la primaria de New Hampshire, Trump se trasladó a Nueva York y compareció ante un tribunal para escuchar los argumentos finales de un caso de difamación interpuesto por la escritora E. Jean Caroll. Rápidamente el veredicto del jurado, cual serie televisiva, dictaminó la culpabilidad del expresidente y se fijó el pago de 83,3 millones de dólares a la escritora. El mayor monto de los múltiples juicios que ha enfrentado Trump y que seguirán en paralelo 4 juicios en la agenda con más de 90 cargos por atender.
¿Se fortalecerá Trump en el ánimo de sus seguidores o en el monto de aportaciones? Ya lo veremos en los próximos días. Al momento, Nikki Haley ha aprovechado la coyuntura para ubicar la confrontación entre Trump y Biden como un duelo entre políticos con limitantes por la edad, sin capacidad de recordar ni los nombres ni la posibilidad de ejecutar acciones claras.
Precisamente Joe Biden tiene sus ejes electorales en pausa. Sus luchas legislativas por el financiamiento militar a Ucrania, su posición sobre la frontera sur de Estados Unidos , es decir sobre México, y sobre todo la situación del desarrollo de la guerra entre Israel y Hamas, sumado a la respuesta próxima al ataque con drones a las instalaciones militares estadounidenses en Jordania que provocó la muerte a tres miembros del ejército hacen que el presidente esté dejando en su equipo de campaña el resultado de las elecciones primarias de su Partido Demócrata en Nevada para el próximo martes donde no hay contrincante en la boleta.
Así, este camino de procesos estatales que definirán entre julio (Partido Republicano) y agosto (Partido Demócrata) a sus candidatos rumbo a la elección presidencial del 5 de noviembre. A partir de ya, los temas de disputa están ahí y muchos de ellos nos interpelan y afectan directamente a nosotros aunque no votemos.