/ sábado 24 de agosto de 2024

¿Podemos mejorar la situación de la enfermedad hepática en México?

Dra. Lorena Noriega Salas

Médica Trasplantóloga del Hospital de Especialidades “Dr. Antonio Fraga Mouret” del CMN La Raza


La enfermedad hepática es la cuarta causa de muerte en el país con 19 mil 819 defunciones en 2023. Es más frecuente en hombres que en mujeres y a menudo se encuentra en pacientes en edad productiva. Sin embargo, si observamos el número de pacientes en lista de trasplante hepático, éste es de solamente 233 y el número de trasplantes realizados durante 2023 en todo el país fue de 273.

En el Instituto Mexicano del Seguro Social los programas de trasplante son una prioridad. Dentro del IMSS el número de trasplantes hepáticos continúa en aumento, en 2023 se realizaron 69 procedimientos y con el beneficio de la entrega continua de medicamentos inmunosupresores.

Al observar estas cifras inferimos que el envío de pacientes a los hospitales para ser trasplantados puede mejorarse. Debemos reconocer al trasplante hepático como una opción de tratamiento para aquellas personas con insuficiencia hepática, que presenten complicaciones relacionadas a la enfermedad y que no han tenido una respuesta favorable al tratamiento médico.

Las principales complicaciones que observamos en los servicios de Urgencias son: Sangrado de tubo digestivo (sangrado variceal); ascitis -que es la acumulación de líquido en el abdomen- y la encefalopatía, que es un estado de confusión asociado al mal funcionamiento hepático.

Otra causa de envío de pacientes para trasplante hepático son las tumoraciones en el hígado, las cuales debido a su tamaño, si se extirparan por medio de cirugía, el órgano remanente sería insuficiente para mantener con vida al paciente.

Antes de enfrentarse a un proceso quirúrgico el paciente debe ser sometido a una evaluación por los equipos de trasplante, en donde se evalúa el estado general con la finalidad de determinar si es candidato al mismo, ya que el objetivo de este procedimiento es mejorar su calidad de vida.

Como personal de salud debemos trabajar en campañas para que la población esté enterada de quién puede recibir un trasplante hepático, difundir información relacionada a síntomas tempranos de enfermedad hepática, cómo diagnosticarla, a dónde debemos acudir y qué debemos esperar de los tratamientos disponibles.

El conocimiento lleva al empoderamiento de un paciente otorgándole capacidad para decidir, satisfacer necesidades y resolver problemas con pensamiento crítico y control sobre su vida y su salud. De manera conjunta es más factible que podamos incrementar el acceso al trasplante hepático.

Dra. Lorena Noriega Salas

Médica Trasplantóloga del Hospital de Especialidades “Dr. Antonio Fraga Mouret” del CMN La Raza


La enfermedad hepática es la cuarta causa de muerte en el país con 19 mil 819 defunciones en 2023. Es más frecuente en hombres que en mujeres y a menudo se encuentra en pacientes en edad productiva. Sin embargo, si observamos el número de pacientes en lista de trasplante hepático, éste es de solamente 233 y el número de trasplantes realizados durante 2023 en todo el país fue de 273.

En el Instituto Mexicano del Seguro Social los programas de trasplante son una prioridad. Dentro del IMSS el número de trasplantes hepáticos continúa en aumento, en 2023 se realizaron 69 procedimientos y con el beneficio de la entrega continua de medicamentos inmunosupresores.

Al observar estas cifras inferimos que el envío de pacientes a los hospitales para ser trasplantados puede mejorarse. Debemos reconocer al trasplante hepático como una opción de tratamiento para aquellas personas con insuficiencia hepática, que presenten complicaciones relacionadas a la enfermedad y que no han tenido una respuesta favorable al tratamiento médico.

Las principales complicaciones que observamos en los servicios de Urgencias son: Sangrado de tubo digestivo (sangrado variceal); ascitis -que es la acumulación de líquido en el abdomen- y la encefalopatía, que es un estado de confusión asociado al mal funcionamiento hepático.

Otra causa de envío de pacientes para trasplante hepático son las tumoraciones en el hígado, las cuales debido a su tamaño, si se extirparan por medio de cirugía, el órgano remanente sería insuficiente para mantener con vida al paciente.

Antes de enfrentarse a un proceso quirúrgico el paciente debe ser sometido a una evaluación por los equipos de trasplante, en donde se evalúa el estado general con la finalidad de determinar si es candidato al mismo, ya que el objetivo de este procedimiento es mejorar su calidad de vida.

Como personal de salud debemos trabajar en campañas para que la población esté enterada de quién puede recibir un trasplante hepático, difundir información relacionada a síntomas tempranos de enfermedad hepática, cómo diagnosticarla, a dónde debemos acudir y qué debemos esperar de los tratamientos disponibles.

El conocimiento lleva al empoderamiento de un paciente otorgándole capacidad para decidir, satisfacer necesidades y resolver problemas con pensamiento crítico y control sobre su vida y su salud. De manera conjunta es más factible que podamos incrementar el acceso al trasplante hepático.