/ lunes 22 de enero de 2024

Poder Nacional | Variantes de la Seguridad Internacional

En ese amplio concepto, por supuesto que se consideran los intereses nacionales, en este caso, los de México. La creciente polarización militar, de violencia,, además del política, diplomática y comercial, repercuten de forma directa en las agendas regionales e internas de países que como el nuestro, desempeñan un papel clave por su ubicación geográfica. El ejemplo más evidente, es la migración forzada procedente de Centroamérica, que con destino final en los Estados Unidos. Pero no solo es ese delicado y sensible asunto.

Preparando las notas para esta colaboración, leo que Israel bombardeó bases de la Guardia Revolucionaria de Irán en Siria, que apoya al dictador Bashar Al-Assad, en medio de la despiadada agresión a la población civil de Palestina, de parte también de las Fuerzas Armadas de Israel. La mera alusión a los países involucrados, los argumentos para proceder de cada bando, así como los objetivos de eliminación de los enemigos, hacen o propician un escenario, que sin exagerar, puede conducir en cualquier momento a una extensión de guerra en esa parte del mundo, no muy lejana de la invasión rusa a Ucrania.

Ese turbulento ambiente, en cuanto a la Seguridad Internacional, desde luego que afecta de forma directa a México y que ante dicha situación, es indispensable contar con medidas que tengan como absoluta prioridad, preservar las condiciones de estabilidad política, económica y social, de tal manera que el ambiente de violencia criminal no se agrave y termine por colocar al país en una rute irreversible de deterioro. Desde luego que aún hay tiempo y medidas que pueden aplicarse para al menos, contener o mejor aún, procesar la pendiente de tensión en varias partes del mundo.

A poco más de nueve meses del término del sexenio del Presidente López Obrador, debe tomarse en consideración que no obstante el natural cambio de gobierno, el Estado y la sociedad mexicanos, permanecen y por lo tanto, sus intereses no atienden a las coyunturas electorales. Gane quien gane el próximo 2 de junio, el Poder Nacional de México y la proyección de sus intereses, deben ser el común denominador de las propuestas contenidas en las plataformas de los partidos políticos y en su momento, en la confección y contenidos del próximo Plan Nacional de Desarrollo.

Es lamentable afirmarlo: el conflicto bélico en Palestina y la invasión a Ucrania, tendrán una duración que lo único seguro es que garantizan la destrucción, los desplazamientos forzados y lo más lamentable, la muertes de miles de personas inocentes y por tanto, ajenas a dichos conflictos. El gobierno mexicano, junto con el chileno, por ejemplo, adoptaron una postura conjunta para intentar de alguna forma, detener la destrucción y agresión sistemática a la población civil en Palestina. Ese es un paso que va en la dirección correcta para aportar elementos en la búsqueda de la paz, al menos en esa parte del mundo.

De manera formal, hemos entrado a un período de “silencio” en las campañas, sobre todo, por la Presidencia de la República. Es deseable que al inicio de las mismas, en un mes, podamos enterarnos de planteamientos estructurados, analíticos, viables, pero sobre todo con una visión que supere el apetito de la coyuntura en la búsqueda de votos. La Agenda de Seguridad Internacional, es en términos metodológicos, el contexto para las otras dimensiones de la Seguridad, incluyendo por supuesto y en primer lugar, a la de la Seguridad Pública. Estaré atento para el el estudio de las propuestas.

javierolivaposada@gmail.com

@JOPso.

En ese amplio concepto, por supuesto que se consideran los intereses nacionales, en este caso, los de México. La creciente polarización militar, de violencia,, además del política, diplomática y comercial, repercuten de forma directa en las agendas regionales e internas de países que como el nuestro, desempeñan un papel clave por su ubicación geográfica. El ejemplo más evidente, es la migración forzada procedente de Centroamérica, que con destino final en los Estados Unidos. Pero no solo es ese delicado y sensible asunto.

Preparando las notas para esta colaboración, leo que Israel bombardeó bases de la Guardia Revolucionaria de Irán en Siria, que apoya al dictador Bashar Al-Assad, en medio de la despiadada agresión a la población civil de Palestina, de parte también de las Fuerzas Armadas de Israel. La mera alusión a los países involucrados, los argumentos para proceder de cada bando, así como los objetivos de eliminación de los enemigos, hacen o propician un escenario, que sin exagerar, puede conducir en cualquier momento a una extensión de guerra en esa parte del mundo, no muy lejana de la invasión rusa a Ucrania.

Ese turbulento ambiente, en cuanto a la Seguridad Internacional, desde luego que afecta de forma directa a México y que ante dicha situación, es indispensable contar con medidas que tengan como absoluta prioridad, preservar las condiciones de estabilidad política, económica y social, de tal manera que el ambiente de violencia criminal no se agrave y termine por colocar al país en una rute irreversible de deterioro. Desde luego que aún hay tiempo y medidas que pueden aplicarse para al menos, contener o mejor aún, procesar la pendiente de tensión en varias partes del mundo.

A poco más de nueve meses del término del sexenio del Presidente López Obrador, debe tomarse en consideración que no obstante el natural cambio de gobierno, el Estado y la sociedad mexicanos, permanecen y por lo tanto, sus intereses no atienden a las coyunturas electorales. Gane quien gane el próximo 2 de junio, el Poder Nacional de México y la proyección de sus intereses, deben ser el común denominador de las propuestas contenidas en las plataformas de los partidos políticos y en su momento, en la confección y contenidos del próximo Plan Nacional de Desarrollo.

Es lamentable afirmarlo: el conflicto bélico en Palestina y la invasión a Ucrania, tendrán una duración que lo único seguro es que garantizan la destrucción, los desplazamientos forzados y lo más lamentable, la muertes de miles de personas inocentes y por tanto, ajenas a dichos conflictos. El gobierno mexicano, junto con el chileno, por ejemplo, adoptaron una postura conjunta para intentar de alguna forma, detener la destrucción y agresión sistemática a la población civil en Palestina. Ese es un paso que va en la dirección correcta para aportar elementos en la búsqueda de la paz, al menos en esa parte del mundo.

De manera formal, hemos entrado a un período de “silencio” en las campañas, sobre todo, por la Presidencia de la República. Es deseable que al inicio de las mismas, en un mes, podamos enterarnos de planteamientos estructurados, analíticos, viables, pero sobre todo con una visión que supere el apetito de la coyuntura en la búsqueda de votos. La Agenda de Seguridad Internacional, es en términos metodológicos, el contexto para las otras dimensiones de la Seguridad, incluyendo por supuesto y en primer lugar, a la de la Seguridad Pública. Estaré atento para el el estudio de las propuestas.

javierolivaposada@gmail.com

@JOPso.