/ sábado 30 de junio de 2018

Por un desarrollo forestal sustentable

La deforestación representa una grave amenaza para el medio ambiente y la diversidad biológica, así como uno de los fenómenos que más contribuyen al cambio climático.

Los bosques son esenciales para mitigar los efectos del calentamiento global, ya que funcionan como importantes almacenes de emisiones de carbono, generan aire limpio e incrementan la resiliencia de los ecosistemas y de las sociedades. A nivel global, los bosques son los responsables de capturar alrededor de 5 mil toneladas de dióxido de carbono de las 32 mil millones que anualmente se emiten a la atmósfera.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los bosques cubren el 30% de la superficie terrestre, sin embargo, cada año desaparecen cerca de 13 millones de hectáreas.

México es considerado entre los diez países con mayor superficie territorial boscosa en el mundo, abarcando 139 millones de hectáreas, lo que representa aproximadamente el 70% del territorio nacional. Sin embargo, se calcula que cada año se pierden cerca de 400 mil hectáreas de bosques.

Las principales causas de la deforestación están relacionadas a la actividad humana, como la tala ilegal de árboles, la silvicultura y el cambio de uso del suelo.

La Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, establece entre sus objetivos en materia forestal alcanzar para ese año una gestión sostenible de todos los bosques, poner fin a la deforestación, recuperar los bosques degradados e incrementar la forestación y reforestación.

De acuerdo con la ONU, aunque pueda ser un objetivo muy ambicioso, es posible detener la deforestación para el año 2020, implementando amplias políticas de reforestación y frenando la conversión de los bosques en áreas agrícolas.

Consciente de ello, el gobierno federal ha implementado diversas acciones fundamentales para combatir la deforestación. Una de las más recientes es la expedición de la nueva Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, la cual coadyuvará para que México logre una tasa cero de deforestación en 2030, cumpliendo así los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París.

De acuerdo con el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), Rafael Pacchiano Alamán, con esta nueva legislación se garantizarán agua y aire limpios para las futuras generaciones de mexicanos, mediante la realización de actividades productivas en los bosques y selva sin afectar su conservación.

En términos generales, esta ley establece que los apoyos gubernamentales para las actividades agropecuarias deberán asignarse siempre y cuando éstas sean compatibles con la protección de los suelos forestales y sin que se efectúe el cambio de uso de suelo de forestal a agrícola o pecuario.

Se abre la participación en temas de políticas forestales hacia representantes de la sociedad civil, pueblos indígenas, académicos, jóvenes, mujeres, a la comunidad y a la industria.

Asimismo, se fomentará el manejo integral y sustentable de los territorios forestales, la conservación, protección, restauración, cultivo y aprovechamiento de estos recursos, beneficiando así a la sociedad, el medio ambiente y la economía nacional.

El alcance que esta nueva legislación tiene para la conservación y la protección al medio ambiente es tal, que organismos internacionales como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (FMAM), la han avalado como una de las más importantes en materia forestal en todo el mundo.

Con la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, no sólo se pone fin al conflicto agrario-ambiental, sino que se sientan las bases para garantizar suficientes recursos forestales y aire limpio a las siguientes generaciones. Con estas acciones, México se aproxima cada vez más para alcanzar las metas sexenales propuestas en materia de biodiversidad, medio ambiente y combate al cambio climático.


Senador del PRI por Sinaloa

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