/ lunes 16 de octubre de 2017

Proyecto ATENEA y la democracia paritaria

Fue en el año 2011 cuando el área de Género del Centro Regional del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ONU Mujeres e IDEA Internacional dieron marcha al proyecto ATENEA: Mecanismo de Aceleración de la Participación Política de las Mujeres, con el fin de acelerar el progreso respecto al acceso y ejercicio igualitario de los derechos políticos de las mujeres en América Latina y el Caribe. Su implementación en México comenzó en septiembre de 2016, y el pasado 10 de octubre, a raíz de esta iniciativa, se llevó a cabo el lanzamiento de la publicación La democracia paritaria en México: avances y desafíos.

Los indicadores del Índice de Paridad Política (IPP) que desarrolla el documento arrojan puntuaciones respecto al caso mexicano en 8 rubros o dimensiones: los compromisos nacionales con la igualdad en la Constitución y en el marco legal; el ejercicio de las mujeres del derecho al sufragio; la existencia de mecanismos de cuota o paridad, y la presencia de mujeres en el poder ejecutivo y en la administración pública federal; en el poder legislativo federal; en el poder judicial y judicial electoral; en los partidos políticos y en el gobierno municipal.

Al respecto, México obtuvo 66.2 puntos en la valoración total de estas dimensiones, donde si bien la puntuación más alta corresponde a la existencia de mecanismos de cuota o paridad con un puntaje de 86.1, la ponderación más baja la registramos en el rubro relativo a la presencia de mujeres en el Poder Ejecutivo y en la Administración Pública Federal con un promedio de 44.6 puntos.

En el marco de los Procesos Electorales 2017-2018, este documento vuelve a poner sobre la mesa la discusión en torno al panorama en el que nos encontramos las mujeres al momento de incursionar en la vida pública y los retos que quedan por superar respecto a las barreras normativas y socioculturales que limitan la construcción de una sociedad inclusiva; pero el estudio va más allá todavía: a través de una lista de recomendaciones muy concretas, también señala las áreas de oportunidad que pueden atenderse mediante el compromiso conjunto entre instituciones públicas, partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil y la academia.

En su conjunto, representa una herramienta útil para analizar los rubros en los que hemos avanzado en los últimos años, pero también las asignaturas pendientes que quedan por atender en un México de claroscuros, donde es grato dar constancia del aumento de la presencia de mujeres en el Poder Legislativo gracias al principio constitucional de la paridad, y donde percibimos un aumento de mujeres, a nivel municipal, en los cargos de síndicas y regidoras, pero no así en las presidencias municipales; un país donde, en este juego de contrastes, damos cuenta de la ausencia de mujeres en el Poder Judicial, en el Poder Judicial Electoral, en el Poder Ejecutivo y en los cargos titulares de las Secretarías de Estado, y donde todavía vivimos con incertidumbre ante la ausencia de un marco regulatorio que prevenga y sancione la violencia política contra las mujeres, la cual sigue en aumento cada vez que las mujeres incursionan en la esfera pública.

En suma, representa un análisis muy rico y completo del estado que guarda en la actualidad el ejercicio del derecho a la participación política de las mujeres en el país, así como las rutas de acción con las que podemos consolidar un clima político encaminado a la democracia paritaria.

Consejera electoral del INE