/ lunes 10 de junio de 2024

Pulso CdMx / La semana después

Después de una semana de declaraciones, impugnaciones y últimos movimientos, ya está cada vez más preciso el panorama de fuerzas políticas que gobernarán y debatirán en representación de la ciudadanía.

El papel del Instituto Nacional Electoral y de la infraestructura electoral local han sido determinantes antes, durante y después del proceso. Esta elección histórica convocó también a más de 1.5 millones de personas ciudadanas comprometidas con la democracia, y que estuvieron a cargo de todas las casillas en el país de manera voluntaria. Sin ellas, el proceso electoral no hubiera podido llevarse a cabo. La participación electoral no fue histórica. El 39% de la ciudadanía no fue a votar. La participación en las elecciones presidenciales 2024 fue del 61.04%; en 1988 del 77.1%; en 1994: 77.1%; en 2000: 63.97%; en 2006: 58.55%; en 2012: 63.08% y en 2018: 63.43%.

El número de al menos mil 900 personas observadoras también fue inédito. Junto con las organizaciones de la sociedad civil vigilaron y analizaron el proceso electoral de cara a un mejor horizonte democrático. Al respecto, la organización Fuerza Ciudadana documentó varias ausencias de aplicación del protocolo trans, y la coalición del Acuerdo Nacional por la Integridad Electoral compuesto por organizaciones, activistas, universidades e instituciones señalaron varios riesgos que se tienen que tomar en cuenta para seguir fortaleciendo la democracia mexicana.

La presidenta electa Claudia Sheinbaum se convierte en la persona más votada de la historia democrática mexicana con 35 millones 923,669 votos (59.75%). La sigue Xóchitl Gálvez, con 16 millones 502,458 votos (27.45%). Arrastró durante toda la campaña la carga y la opinión negativa no solamente de viejos partidos derrotados obsesionados con criticar a un presidente popular, sino de liderazgos rancios que siguen reflejando el modelo patriarcal. Mientras, Movimiento Ciudadano saca una cifra histórica de 6 millones 204,518 de votos (10.32%) con Jorge Álvarez Máynez, gracias a una apuesta programática y de comunicación basada en el voto joven urbano. Le permitirá al partido consolidar sus recursos económicos, aunque haya perdido posiciones en el Congreso de la Unión.

El modelo electoral le benefició como nunca al Partido Verde a pesar de sus escándalos, denuncias e incongruencias. Por otro lado, se anuncia la muerte del PRD, que perdió el origen de su camino pactando con la derecha, convirtiéndose en un grupo nepotista de cuotas y cuates muy lejos de la esencia de lucha de izquierda de su fundación.

Como dato curioso difundido por Político MX, Morena gobernará en 23 estados a más de 90 millones de personas; Movimiento Ciudadano en 2 estados a 14 millones de personas; el PAN en 4 estados a más de 13 millones de personas; el PRI en 2 estados a casi 5 millones de personas; el Partido Verde en 1 Estado a 3 millones de personas.

Preocupa la falta de contrapesos y pluralidad. A pesar de la mayoría lograda por Morena y sus aliados en el poder legislativo, la reforma política electoral es una oportunidad de mejorar la inclusión, la representatividad y la participación de la gente. “Los problemas de la democracia se resuelven con más democracia” (Toqueville).

Después de una semana de declaraciones, impugnaciones y últimos movimientos, ya está cada vez más preciso el panorama de fuerzas políticas que gobernarán y debatirán en representación de la ciudadanía.

El papel del Instituto Nacional Electoral y de la infraestructura electoral local han sido determinantes antes, durante y después del proceso. Esta elección histórica convocó también a más de 1.5 millones de personas ciudadanas comprometidas con la democracia, y que estuvieron a cargo de todas las casillas en el país de manera voluntaria. Sin ellas, el proceso electoral no hubiera podido llevarse a cabo. La participación electoral no fue histórica. El 39% de la ciudadanía no fue a votar. La participación en las elecciones presidenciales 2024 fue del 61.04%; en 1988 del 77.1%; en 1994: 77.1%; en 2000: 63.97%; en 2006: 58.55%; en 2012: 63.08% y en 2018: 63.43%.

El número de al menos mil 900 personas observadoras también fue inédito. Junto con las organizaciones de la sociedad civil vigilaron y analizaron el proceso electoral de cara a un mejor horizonte democrático. Al respecto, la organización Fuerza Ciudadana documentó varias ausencias de aplicación del protocolo trans, y la coalición del Acuerdo Nacional por la Integridad Electoral compuesto por organizaciones, activistas, universidades e instituciones señalaron varios riesgos que se tienen que tomar en cuenta para seguir fortaleciendo la democracia mexicana.

La presidenta electa Claudia Sheinbaum se convierte en la persona más votada de la historia democrática mexicana con 35 millones 923,669 votos (59.75%). La sigue Xóchitl Gálvez, con 16 millones 502,458 votos (27.45%). Arrastró durante toda la campaña la carga y la opinión negativa no solamente de viejos partidos derrotados obsesionados con criticar a un presidente popular, sino de liderazgos rancios que siguen reflejando el modelo patriarcal. Mientras, Movimiento Ciudadano saca una cifra histórica de 6 millones 204,518 de votos (10.32%) con Jorge Álvarez Máynez, gracias a una apuesta programática y de comunicación basada en el voto joven urbano. Le permitirá al partido consolidar sus recursos económicos, aunque haya perdido posiciones en el Congreso de la Unión.

El modelo electoral le benefició como nunca al Partido Verde a pesar de sus escándalos, denuncias e incongruencias. Por otro lado, se anuncia la muerte del PRD, que perdió el origen de su camino pactando con la derecha, convirtiéndose en un grupo nepotista de cuotas y cuates muy lejos de la esencia de lucha de izquierda de su fundación.

Como dato curioso difundido por Político MX, Morena gobernará en 23 estados a más de 90 millones de personas; Movimiento Ciudadano en 2 estados a 14 millones de personas; el PAN en 4 estados a más de 13 millones de personas; el PRI en 2 estados a casi 5 millones de personas; el Partido Verde en 1 Estado a 3 millones de personas.

Preocupa la falta de contrapesos y pluralidad. A pesar de la mayoría lograda por Morena y sus aliados en el poder legislativo, la reforma política electoral es una oportunidad de mejorar la inclusión, la representatividad y la participación de la gente. “Los problemas de la democracia se resuelven con más democracia” (Toqueville).