/ lunes 28 de octubre de 2024

Pulso CdMx / (Re)Apostarle a la Comisión Nacional de Derechos Humanos 

Ya arrancó el proceso de elección de la persona que ocupará la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos del 16 de noviembre de 2024 hasta el 15 de noviembre de 2029. Entre las 66 personas inscritas para participar en el proceso, 45 lograron cumplir los requisitos y pasar a etapa de las comparecencias en el Senado de la República. Las y los senadores publicarán a más tardar el 8 de noviembre de 2024 los resultados del proceso de consulta pública y elegirán a la persona titular mediante una votación por cédula.

En el marco del proceso también se llevó a cabo un ejercicio de Parlamento Abierto, durante el cual activistas y organizaciones de la sociedad civil emitieron su opinión sobre el desarrollo, los retos y las oportunidades para la institución, en un contexto preocupante en México con respecto a la garantía y promoción de los derechos humanos. A pesar de la apertura, hubiera sido interesante llevar a cabo ese proceso posteriormente, justamente después de las exposiciones y comparecencias de cada persona candidata.

Este proceso tiene un gran reto: reparar las inconsistencias señaladas en el proceso anterior de 2019, así como el escoger a una persona con más legitimidad, más capacidades, más consciencia conciliadora y con una experiencia realmente acreditada para hacerse cargo de uno de los temas más urgentes de mejorar en México. Para ello, una propuesta de consenso sería lo ideal. Es posible y será cuestión de voluntad de parte de las y los senadores.

Además, es de celebrarse el hecho histórico de que una senadora joven activista, indígena y de la diversidad sexual y de género encabece la Comisión de Derechos Humanos del Senado. A sus casi 32 años, Reyna Celeste Ascencio Ortega, dos veces diputada federal, tiene la oportunidad de impulsar, junto con el senador Javier Corral, una candidatura que tomé en cuenta las causas de la sociedad civil, las necesidades de las víctimas y de sus familias, y que sepa responder con tono constructivo, transparencia, buen gobierno y eficiencia pública.

Entre las candidaturas destacadas, la de Nashieli Ramírez Hernández parece ser la más consistente y congruente para ocupar el cargo. Además de su experiencia de más de 40 años en temas de derechos humanos, su gestión como dos veces Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México siempre con progresividad y vanguardia privilegió la perspectiva de género, de Gobierno Abierto, de diversidad, de inclusión y de diversidad. Su labor fue ejemplar en materia de honestidad, transparencia y rendición de cuentas contribuyendo a generar confianza ciudadana y buena administración.

Ha logrado mover la brújula de un sistema burócrata hacia la proximidad con presencia en territorio para el acceso de la gente a sus derechos, una clausula indispensable para su bienestar.

En el marco de este proceso, su candidatura ha provocado cientos de respaldos ciudadanos y de organizaciones reconocidas en el ámbito local, nacional e internacional. Sin perder sus convicciones, su buena vinculación con la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y con varias personas tomadoras de decisión sería una enorme oportunidad para impulsar reformas pertinentes que el organismo autónomo necesita para fortalecerse.

Ya arrancó el proceso de elección de la persona que ocupará la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos del 16 de noviembre de 2024 hasta el 15 de noviembre de 2029. Entre las 66 personas inscritas para participar en el proceso, 45 lograron cumplir los requisitos y pasar a etapa de las comparecencias en el Senado de la República. Las y los senadores publicarán a más tardar el 8 de noviembre de 2024 los resultados del proceso de consulta pública y elegirán a la persona titular mediante una votación por cédula.

En el marco del proceso también se llevó a cabo un ejercicio de Parlamento Abierto, durante el cual activistas y organizaciones de la sociedad civil emitieron su opinión sobre el desarrollo, los retos y las oportunidades para la institución, en un contexto preocupante en México con respecto a la garantía y promoción de los derechos humanos. A pesar de la apertura, hubiera sido interesante llevar a cabo ese proceso posteriormente, justamente después de las exposiciones y comparecencias de cada persona candidata.

Este proceso tiene un gran reto: reparar las inconsistencias señaladas en el proceso anterior de 2019, así como el escoger a una persona con más legitimidad, más capacidades, más consciencia conciliadora y con una experiencia realmente acreditada para hacerse cargo de uno de los temas más urgentes de mejorar en México. Para ello, una propuesta de consenso sería lo ideal. Es posible y será cuestión de voluntad de parte de las y los senadores.

Además, es de celebrarse el hecho histórico de que una senadora joven activista, indígena y de la diversidad sexual y de género encabece la Comisión de Derechos Humanos del Senado. A sus casi 32 años, Reyna Celeste Ascencio Ortega, dos veces diputada federal, tiene la oportunidad de impulsar, junto con el senador Javier Corral, una candidatura que tomé en cuenta las causas de la sociedad civil, las necesidades de las víctimas y de sus familias, y que sepa responder con tono constructivo, transparencia, buen gobierno y eficiencia pública.

Entre las candidaturas destacadas, la de Nashieli Ramírez Hernández parece ser la más consistente y congruente para ocupar el cargo. Además de su experiencia de más de 40 años en temas de derechos humanos, su gestión como dos veces Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México siempre con progresividad y vanguardia privilegió la perspectiva de género, de Gobierno Abierto, de diversidad, de inclusión y de diversidad. Su labor fue ejemplar en materia de honestidad, transparencia y rendición de cuentas contribuyendo a generar confianza ciudadana y buena administración.

Ha logrado mover la brújula de un sistema burócrata hacia la proximidad con presencia en territorio para el acceso de la gente a sus derechos, una clausula indispensable para su bienestar.

En el marco de este proceso, su candidatura ha provocado cientos de respaldos ciudadanos y de organizaciones reconocidas en el ámbito local, nacional e internacional. Sin perder sus convicciones, su buena vinculación con la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y con varias personas tomadoras de decisión sería una enorme oportunidad para impulsar reformas pertinentes que el organismo autónomo necesita para fortalecerse.