/ miércoles 9 de noviembre de 2022

¿Qué está pasando en Ucrania? 

Por Dámaso Morales

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, coordinador del Centro de Estudios Europeos, ex presidente de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales (AMEI) y miembro de la Unidad de Estudio y Reflexión (UER) del Comexi sobre la guerra Rusia-Urania. Twitter: @DAMASO4

Mail: damasomorales@hotmail.com


La guerra en Ucrania que cumple algo más de ocho meses es de preocupación mundial y sus efectos se han hecho sentir en todo el mundo. Por eso es importante estar atentos y conocer algunos elementos.

En primer lugar, debe entenderse que el conflicto en Ucrania es de dos vías: las consecuencias de esta guerra en el mundo; pero también los contextos mundiales que la afectan día a día. No es lo mismo el mundo en febrero de 2022 -cuando inició la guerra- y en la que había un apoyo inequívoco de un gran número de naciones a Ucrania; al mundo de hoy, cuando el desgaste de la guerra y sus efectos ya han hecho merma en el ánimo y economía mundiales.

En el campo militar, un ataque que se suponía rápido y eficiente por las tropas rusas resultó en una larga guerra. Los ucranianos mostraron una voluntad férrea de defensa, además de a ayuda de occidente.

Las fronteras de combate y zonas de control de una y otra parte se , se modifican constantemente, pero en general se observa que Rusia no ha podido controlar el país como se suponía lo haría. Algunos de los efectos que se observan son: El indiscutible liderazgo de los Estados Unidos de América (EUA) en el mundo occidental. La recuperación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en términos de sus capacidades recursos, presupuestos y coordinación, así como su ampliación a nuevos países que están ingresando o desean ser parte del organismo. El fortalecimiento de la relación transatlántica (Europa-EUA), y no sólo para los temas noratlánticos, sino para otras regiones del mundo como Asia central y sudeste asiático. En esta lógica también se busca reactivar la alianza atlántico-pacífica, que suman esquemas como la alianza Australia, Reino Unido, y Estados Unidos (AUKUS), el Diálogo de Seguridad Cuadrilateral (Japón, Australia, India y EUA), y Nueva Zelanda, Corea del Sur y Singapur, para contener a Rusia y China.

Rusia ha puesto a prueba su doctrina militar y sus armas con algunos reveses, ampliando sus capacidades con ayuda de drones de Irán y balística de Corea del Norte. Hasta el momento no se visualiza ninguna tregua y los analistas advierten que podría ser una guerra muy larga y desgastante para el mundo. Por otro lado, la amenaza en el uso de armamento nuclear persiste como un fantasma.

En el ámbito económico, a lo largo de estos ocho meses el conflicto bélico ha puesto al mundo en una situación complicada. El conflicto en Ucrania profundizó la situación desfavorable. Su impacto en los alimentos ha generado desabasto e inflación, con afectaciones en la población de a píe de todo el mundo. Además, hoy nos enfrentamos a una crisis alimentaria que afectará regiones como África y América Latina. En México ya se sienten los efectos de la carestía y la inflación. Si la guerra se alarga estos problemas persistirán. Asimismo, la guerra provocó el alza en los combustibles y gas, incidiendo en una mayor inflación a nivel mundial. A los ciudadanos ello ha representado entre 500 y 1,000 pesos más en las compras básicas.

En tanto la guerra ha tenido costos económicos muy importantes. Algunos analistas calculan que puede llegar a costar a la economía mundial alrededor de 2.8 billones de dólares (millones de millones), alrededor de 15 veces los ingresos totales de México aprobados para 2023. Se calcula que EUA ha otorgado ayuda a Ucrania por alrededor de 18.2 mil millones dólares, cerca de cuatro veces más el presupuesto del ramo de Defensa Nacional de México para 2022; y que la Unión Europea entregará una cantidad similar.

La guerra en Ucrania pone al mundo en la disyuntiva de seguir apoyando al país europeo, pero al mismo tiempo resolver los problemas internos de sus propios países, en algunas voces ya exigen que se atiendan primero los problemas locales. Por ejemplo, en EUA, los republicanos pasaron de 6% en contra a apoyar a Ucrania a 46 %. Para muchos de ellos, primero hay que resolver los asuntos de casa. Lo mismo sucede en algunas naciones europeas y de América Latina. La guerra ha dividido al mundo y profundizado sus diferencias. Estas son malas noticias para el orden, la convivencia y la cooperación internacionales.

La diplomacia siempre será un recurso esencial en la resolución del conflicto. Habrá que insistir a las partes para avanzar en este sentido.

En México, tenemos una alianza natural con los EUA, con una agenda muy compleja en seguridad, comercio y otros temas. Debemos ser muy cuidadosos en mantener nuestra diplomacia conforme al mejor legado y valores, respondiendo de acuerdo con nuestros intereses, y amparados en nuestros principios que nos dan fortaleza y altura internacional.



Por Dámaso Morales

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, coordinador del Centro de Estudios Europeos, ex presidente de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales (AMEI) y miembro de la Unidad de Estudio y Reflexión (UER) del Comexi sobre la guerra Rusia-Urania. Twitter: @DAMASO4

Mail: damasomorales@hotmail.com


La guerra en Ucrania que cumple algo más de ocho meses es de preocupación mundial y sus efectos se han hecho sentir en todo el mundo. Por eso es importante estar atentos y conocer algunos elementos.

En primer lugar, debe entenderse que el conflicto en Ucrania es de dos vías: las consecuencias de esta guerra en el mundo; pero también los contextos mundiales que la afectan día a día. No es lo mismo el mundo en febrero de 2022 -cuando inició la guerra- y en la que había un apoyo inequívoco de un gran número de naciones a Ucrania; al mundo de hoy, cuando el desgaste de la guerra y sus efectos ya han hecho merma en el ánimo y economía mundiales.

En el campo militar, un ataque que se suponía rápido y eficiente por las tropas rusas resultó en una larga guerra. Los ucranianos mostraron una voluntad férrea de defensa, además de a ayuda de occidente.

Las fronteras de combate y zonas de control de una y otra parte se , se modifican constantemente, pero en general se observa que Rusia no ha podido controlar el país como se suponía lo haría. Algunos de los efectos que se observan son: El indiscutible liderazgo de los Estados Unidos de América (EUA) en el mundo occidental. La recuperación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en términos de sus capacidades recursos, presupuestos y coordinación, así como su ampliación a nuevos países que están ingresando o desean ser parte del organismo. El fortalecimiento de la relación transatlántica (Europa-EUA), y no sólo para los temas noratlánticos, sino para otras regiones del mundo como Asia central y sudeste asiático. En esta lógica también se busca reactivar la alianza atlántico-pacífica, que suman esquemas como la alianza Australia, Reino Unido, y Estados Unidos (AUKUS), el Diálogo de Seguridad Cuadrilateral (Japón, Australia, India y EUA), y Nueva Zelanda, Corea del Sur y Singapur, para contener a Rusia y China.

Rusia ha puesto a prueba su doctrina militar y sus armas con algunos reveses, ampliando sus capacidades con ayuda de drones de Irán y balística de Corea del Norte. Hasta el momento no se visualiza ninguna tregua y los analistas advierten que podría ser una guerra muy larga y desgastante para el mundo. Por otro lado, la amenaza en el uso de armamento nuclear persiste como un fantasma.

En el ámbito económico, a lo largo de estos ocho meses el conflicto bélico ha puesto al mundo en una situación complicada. El conflicto en Ucrania profundizó la situación desfavorable. Su impacto en los alimentos ha generado desabasto e inflación, con afectaciones en la población de a píe de todo el mundo. Además, hoy nos enfrentamos a una crisis alimentaria que afectará regiones como África y América Latina. En México ya se sienten los efectos de la carestía y la inflación. Si la guerra se alarga estos problemas persistirán. Asimismo, la guerra provocó el alza en los combustibles y gas, incidiendo en una mayor inflación a nivel mundial. A los ciudadanos ello ha representado entre 500 y 1,000 pesos más en las compras básicas.

En tanto la guerra ha tenido costos económicos muy importantes. Algunos analistas calculan que puede llegar a costar a la economía mundial alrededor de 2.8 billones de dólares (millones de millones), alrededor de 15 veces los ingresos totales de México aprobados para 2023. Se calcula que EUA ha otorgado ayuda a Ucrania por alrededor de 18.2 mil millones dólares, cerca de cuatro veces más el presupuesto del ramo de Defensa Nacional de México para 2022; y que la Unión Europea entregará una cantidad similar.

La guerra en Ucrania pone al mundo en la disyuntiva de seguir apoyando al país europeo, pero al mismo tiempo resolver los problemas internos de sus propios países, en algunas voces ya exigen que se atiendan primero los problemas locales. Por ejemplo, en EUA, los republicanos pasaron de 6% en contra a apoyar a Ucrania a 46 %. Para muchos de ellos, primero hay que resolver los asuntos de casa. Lo mismo sucede en algunas naciones europeas y de América Latina. La guerra ha dividido al mundo y profundizado sus diferencias. Estas son malas noticias para el orden, la convivencia y la cooperación internacionales.

La diplomacia siempre será un recurso esencial en la resolución del conflicto. Habrá que insistir a las partes para avanzar en este sentido.

En México, tenemos una alianza natural con los EUA, con una agenda muy compleja en seguridad, comercio y otros temas. Debemos ser muy cuidadosos en mantener nuestra diplomacia conforme al mejor legado y valores, respondiendo de acuerdo con nuestros intereses, y amparados en nuestros principios que nos dan fortaleza y altura internacional.