/ domingo 4 de agosto de 2024

¿Quién manda aquí?

MIRAR

La diócesis de Tapachula nos ha descrito lo que sus pueblos sufren, al huir a poblaciones fronterizas de Guatemala para escapar de cárteles mexicanos que pelean por dominar esos territorios para el trasiego de drogas y para extorsionar a la población y a los migrantes que pasan por allí. Las personas se sienten desprotegidas por nuestras autoridades. Aunque en sus mañaneras ruedas de prensa nuestro Presidente afirme que es un caso aislado, lo cierto es que eso que está pasando en Chiapas refleja lo que se está viviendo en tantas partes del país. Muchos han tenido que huir, porque no hay autoridad que los proteja.

La diócesis afirma: “La presencia permanente de los cárteles de la droga disputándose el territorio de la Foranía Sierra, yendo y viniendo por todo el territorio ante la indiferencia y complicidad aparente de la Guardia Nacional y del Ejército mexicano con la complacencia de un Gobierno Federal y Estatal que, argumentando desconocimiento o el tener una imagen distinta de la situación y dando órdenes al Ejército y Guardia Nacional de presencia en el territorio sin intervenir para proteger a la población, ha cambiado del todo la vida de nuestros hermanos de la Sierra.

La situación es desesperante, es muy complicado vivir así… La presencia de los destacamentos de la Guardia Nacional y el Ejército mexicano hacen nada por la población a la que ven sufrir día a día”.

En toda la región sur de nuestro Estado, son esos grupos criminales los que mandan. Ellos cobran por todo, lo que ni la Secretaría de Hacienda ha hecho; para cualquier evento, hay que contar con su autorización; quien tiene alguna queja contra otra persona, acude a ellos para que, como dicen, pongan orden (su orden), pues el gobierno no les resuelve su problema. Como tienen armas largas, se sienten con poder y, por medio de sus halcones, amenazan con levantar y llevar ante su comando a quienes no hagan lo que ellos disponen. Hasta en asuntos de la Iglesia quieren imponerse.

Hemos acudido a autoridades constitucionales para hacerles ver lo que está pasando; en respuesta, mandan policías y soldados a unos lugares. Lo valoramos; pero no los desarticulan ni eliminan; esos grupos siguen con su organización y sus actividades delictivas incluso en lugares muy cercanos a donde están los destacamentos. Por eso, nos preguntamos: ¿Quién manda en nuestro país? ¿Estados Unidos tiene que detener a nuestros capos, porque aquí no pueden o no quieren?

Cada ocho días voy a mi pueblo. Paso por las inmediaciones del Nevado de Toluca y casi siempre encuentro trailers cargados de madera, a plena luz del día. ¿Quién pone orden en esta explotación irracional de nuestros bosques?

DISCERNIR

Dice el comunicado de la diócesis: “Nos habrán abandonado todos, incluso la autoridad civil, pero Dios nuestro Padre no nos abandonará. En Él está nuestra esperanza, Él es nuestra fortaleza, a Él sí le importamos, con Él saldremos adelante. No nos desanimemos y no nos rindamos”.

ACTUAR

Esto es lo que pide la diócesis: “Hermanos de la autoridad civil de los distintos niveles de gobierno, les pedimos, les rogamos, les suplicamos, cumplan su deber y protejan a nuestro pueblo. No los necesitamos teniendo destacamentos que vivan entre nuestra gente solo como espectadores; necesitamos que intervengan y defiendan a nuestras comunidades que están viviendo una situación de esclavitud y sometimiento en pleno siglo XXI. Necesitamos que, superando su indiferencia y temor, cumplan su deber y defiendan a este pueblo de sus agresores”.


MIRAR

La diócesis de Tapachula nos ha descrito lo que sus pueblos sufren, al huir a poblaciones fronterizas de Guatemala para escapar de cárteles mexicanos que pelean por dominar esos territorios para el trasiego de drogas y para extorsionar a la población y a los migrantes que pasan por allí. Las personas se sienten desprotegidas por nuestras autoridades. Aunque en sus mañaneras ruedas de prensa nuestro Presidente afirme que es un caso aislado, lo cierto es que eso que está pasando en Chiapas refleja lo que se está viviendo en tantas partes del país. Muchos han tenido que huir, porque no hay autoridad que los proteja.

La diócesis afirma: “La presencia permanente de los cárteles de la droga disputándose el territorio de la Foranía Sierra, yendo y viniendo por todo el territorio ante la indiferencia y complicidad aparente de la Guardia Nacional y del Ejército mexicano con la complacencia de un Gobierno Federal y Estatal que, argumentando desconocimiento o el tener una imagen distinta de la situación y dando órdenes al Ejército y Guardia Nacional de presencia en el territorio sin intervenir para proteger a la población, ha cambiado del todo la vida de nuestros hermanos de la Sierra.

La situación es desesperante, es muy complicado vivir así… La presencia de los destacamentos de la Guardia Nacional y el Ejército mexicano hacen nada por la población a la que ven sufrir día a día”.

En toda la región sur de nuestro Estado, son esos grupos criminales los que mandan. Ellos cobran por todo, lo que ni la Secretaría de Hacienda ha hecho; para cualquier evento, hay que contar con su autorización; quien tiene alguna queja contra otra persona, acude a ellos para que, como dicen, pongan orden (su orden), pues el gobierno no les resuelve su problema. Como tienen armas largas, se sienten con poder y, por medio de sus halcones, amenazan con levantar y llevar ante su comando a quienes no hagan lo que ellos disponen. Hasta en asuntos de la Iglesia quieren imponerse.

Hemos acudido a autoridades constitucionales para hacerles ver lo que está pasando; en respuesta, mandan policías y soldados a unos lugares. Lo valoramos; pero no los desarticulan ni eliminan; esos grupos siguen con su organización y sus actividades delictivas incluso en lugares muy cercanos a donde están los destacamentos. Por eso, nos preguntamos: ¿Quién manda en nuestro país? ¿Estados Unidos tiene que detener a nuestros capos, porque aquí no pueden o no quieren?

Cada ocho días voy a mi pueblo. Paso por las inmediaciones del Nevado de Toluca y casi siempre encuentro trailers cargados de madera, a plena luz del día. ¿Quién pone orden en esta explotación irracional de nuestros bosques?

DISCERNIR

Dice el comunicado de la diócesis: “Nos habrán abandonado todos, incluso la autoridad civil, pero Dios nuestro Padre no nos abandonará. En Él está nuestra esperanza, Él es nuestra fortaleza, a Él sí le importamos, con Él saldremos adelante. No nos desanimemos y no nos rindamos”.

ACTUAR

Esto es lo que pide la diócesis: “Hermanos de la autoridad civil de los distintos niveles de gobierno, les pedimos, les rogamos, les suplicamos, cumplan su deber y protejan a nuestro pueblo. No los necesitamos teniendo destacamentos que vivan entre nuestra gente solo como espectadores; necesitamos que intervengan y defiendan a nuestras comunidades que están viviendo una situación de esclavitud y sometimiento en pleno siglo XXI. Necesitamos que, superando su indiferencia y temor, cumplan su deber y defiendan a este pueblo de sus agresores”.


ÚLTIMASCOLUMNAS