“El precio de desentenderse de la política es ser gobernado por los peores”.
Platón
El contexto. El 10 de agosto del presente año, el abogado del “Mayo” Zambada distribuyó una carta en donde se narra lo sucedió el 25 de julio en un rancho llamado Huertos del Pedregal, en las afueras de Culiacán, donde el viejo líder del Cártel del Pacífico asistió a una reunión “a petición de Joaquin Guzmán López, para ayudar a resolver las diferencias entre los líderes políticos del estado”
El “Mayo” señala que, estarían presentes en la cita Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa por Morena y Héctor Melesio Cuen Ojeda. El tema sería la rectoría de la UAS. Pero todo fue una trampa: primero, entrando a la casa ve a Melesio Cuen; después, acompañado a un cuarto, es golpeado y secuestrado y de ahí llevado a Estados Unidos en un avión.
Algo importante dice “El Mayo” en su misiva: “Héctor Cuen fue asesinado al mismo tiempo y en el mismo lugar en donde a mi me secuestraron”. En contraste, la Fiscalía de Sinaloa distribuyó la versión de que había sido asesinado en una gasolinería.
Ahora, la FGR confirmó que perdió la vida en el rancho citado por el “Mayo”. Es evidente que, en el invento de la Fiscalía del Estado tuvo participación el gobernador Rocha, lo que confirma su conocimiento del secuestro del “Mayo” y los asesinatos no sólo de Melesio, sino también de los escoltas.
La violencia expansiva que se vive en Sinaloa es el resultado de una disputa que ya se vivía al interior del Cártel y, aunque había una pax narca, en acuerdo con los gobiernos local y federal, se rompe por la traición del grupo de “los Chapitos” y, por supuesto, pactada con las agencias estadounidenses.
Los inútiles esfuerzos que está haciendo Sheinbaum, mediante la numerosa movilización de las fuerzas castrenses para contener las violencias, únicamente exhiben su incapacidad para encarar un fenómeno que se dejó crecer y cuyo epicentro es el pacto del Cártel con el gobierno local. Y de eso existen varios indicadores que se expresaron desde su “triunfo” electoral.
El grave mensaje que lanza la presidenta es que, no obstante que cuentan con la información suficiente de los vínculos de Rocha, tiene su apoyo incondicional aunque eso implique continuar con la crisis.
Por supuesto, AMLO sabía de las andanzas del mandatario local y las usó para sus fines. Sólo falta que “El Mayo” hable y exhiba a todos. Ahí se caerá la mitológica honestidad de la 4T, su caudillo y su narrativa. ¿Está claro quién manda en Sinaloa?
@pedro_penaloz
