Nos une el sueño de una democracia de comunes, una democracia que redistribuya el poder, que amplíe la inclusión política y que promueva los derechos humanos.
En 2016, frente a la falta de apropiación y representación democrática, un grupo de personas latinoamericanas, “afectados por el estado de la democracia”, crearon la Red de Innovación Política de América Latina. Entre sus integrantes, varias personas venían de ejercicios innovadores, como explica una de las actuales coordinadoras de la Red, la feminista mexicana Susana Ochoa: de Wikipolítica, de partidos piratas, partidos jóvenes, de esfuerzos de candidaturas independientes o de movimientos sociales.
Con perspectiva regional, territorial y comunitaria, esta organización busca impulsar nuevas formas de hacer política en América Latina frente a los desafíos sociales, políticos y económicos de la región, gracias a la participación social, la transparencia, la equidad, los derechos humanos y la defensa ambiental.
En su manifiesto reconocen e incluyen a las culturas ancestrales vivas, así como la importancia de la participación política de poblaciones históricamente excluidas como las poblaciones indígenas o afrodescendientes. Señalan su compromiso contra las desigualdades y los riesgos del monopolio del poder por élites económicas, políticas y del crimen organizado, por lo que apoyan y fortalecen a liderazgos emergentes que buscan cambiar la política tradicional. El acceso a tecnologías digitales abiertas, descentralizadas, interoperables y basadas en derechos humanos también es uno de sus ejes prioritarios, así como la lucha contra la corrupción, insistiendo que: “utilizar una posición institucional al servicio de una partidocracia cerrada es corrupción”.
Esta red y los temas que defiende están más que vigentes frente a los retos democráticos en la región sobre todo por la pérdida de la pluralidad política, de espacios de conversación o de ideas en contextos altamente hegemónicos o polarizados. Hace unas semanas sus integrantes se reunieron en la Ciudad de México. Conversaron alrededor de la gobernanza, las izquierdas, el movimiento afrodescendiente, los feminismos, la vinculación con la sociedad civil, las acciones contra la crisis climática, un tema que no tenía tanta presencia al inicio de la creación de la red; aunque en su manifiesto comentan que “Explotar los recursos naturales como si fueran infinitos es ecocidio”.
Susana explica que la Red se encuentra en una nueva etapa con la integración de personas y temas como con la inclusión de la diversidad sexual y de género que aún falta reforzar. Con encuentros, foros, capacitación, formación, publicaciones, la idea es seguir consolidando una agenda común y respuestas unidas frente a los desafíos políticos estructurales.
Aunque sea complejo abrir esos espacios para la toma de decisión, la Red podría beneficiarse de más diversidad y pluralidad para analizar retos como la violencia permanente y creciente en algunos casos (como en México) contra la sociedad civil, periodistas, diversidad sexual y de género, ambientalistas o contra la naturaleza.
Enhorabuena por un ejercicio transfronterizo que irá creciendo y enriqueciéndose a partir de las convicciones. (https://redinnovacionpolitica.org/)