/ viernes 8 de marzo de 2024

Rumbo al 8M: (De)construyendo realidades

Por Valentina Berdiales

En la víspera del 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, me gustaría recordar las razones por las que estamos luchando. En México se asesinan 11 mujeres al día por el simple hecho de ser mujeres. Sin embargo, esto es solamente el extremo de la violencia que vivimos, las mujeres también nos enfrentamos a la violencia sexual, la violencia económica, la violencia psicológica, los abusos, los maltratos, y sinfin de agresiones más.

Lamentablemente, hay que recalcar que no todas las mujeres sufrimos violencia de la misma forma y que no todas las mujeres estamos expuestas a los mismos niveles de violencia. Es necesario reconocer los privilegios con los que contamos para poder realizar una verdadera deconstrucción del patriarcado y sus opresiones.

Por ejemplo, una mujer blanca, de clase media o alta, no se va a enfrentar a las mismas condiciones que una mujer racializada, que una mujer de clase baja, que una mujer sin acceso a la educación, que una mujer LGBTQ+, que una mujer indígena o que una mujer con discapacidad.

Esto se debe a que la violencia es interseccional: podemos ser oprimidas de distintas maneras de acuerdo a nuestro contexto y condición de vida, al mismo tiempo que nosotras también podemos ser replicadoras de violencia. No estoy diciendo esto para ponernos las unas contra las otras; al contrario, necesitamos la unión ahora más que nunca.

No obstante, nuestro papel es reconocer nuestro privilegio y nombrarlo, no normalizarlo. Las invito a utilizar su voz y su espacio para abogar no solamente por sus derechos, sino por los de todas las mujeres que sufren algún tipo de violencia: de género, de clase, racial, capacitista, por identidad de género y orientación sexual, entre otras.

Es importante no recaer en el feminismo blanco y privilegiado; es decir, ir más allá de nuestra realidad y nuestros horizontes para construir un movimiento feminista integral y no excluyente que tome en cuenta los contextos de violencia multifactoriales que enfrentan todos los individuos atravesados por el patriarcado. Es así cómo podemos llegar a una paz duradera en nuestra sociedad.