El próximo martes 5 de marzo será una fecha central en el proceso electoral de los Estados Unidos. 15 estados tendrán elecciones primarias de los Partidos Demócrata y Republicano: Alabama, Alaska, Arkansas, California, Colorado, Maine, Massachusetts, Minnesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah, Vermont y Virginia. Una jornada interesante por el número de posibles electores pero previsible por los resultados esperados que perfilarán al presidente Joe Biden y al expresidente Donald Trump al enfrentamiento final de la elección general en noviembre.
Por el lado demócrata, Joe Biden ha vivido claroscuros en los últimos días. El actual inquilino de la Casa Blanca ganó la elección primaria demócrata en Michigan el pasado 27 de febrero. Sin embargo, a pesar del resultado, los estrategas de Biden recibieron una fuerte llamada de atención por un núcleo importante de votantes de de origen árabe y aquellos identificados como progresistas que han protestado por la polìtica de apoyo incondicional de los Estados Unidos al régimen de Benjamín Netanyahu en Israel en su conflicto contra Hamás en la zona de Gaza. Los votos de este sector crìtico fueron a una categoría de “no comprometidos” cuyo porcentaje puede crecer en las próximas semanas.
De igual forma, las disputas partidistas en el Congreso para aprobar un paquete más amplio de apoyo a la defensa de Ucrania tras dos años de la guerra ampliada contra la ofensiva rusa tienen como tapón de contención la política migratoria de la actual administración norteamericana criticada por los republicanos que la han elevado a un tema central de la agenda electoral. Es decir la politica migratoria de Washington será. en el corto plazo, una importante moneda de cambio en las campañas electorales de ambos partidos.
Por ello, es importante identificar los elementos centrales y los posibles acuerdos tras la reunión trilateral sobre migración entre México, Estados Unidos y Guatemala en la capital estadounidense que podrían identificar algunos trazos de cambio en el tratamiento de la administración Biden sobre este importante asunto.
Sin embargo, tendremos este jueves los reflectores sobre el tema puestos en Texas. Tanto Joe Biden como Donald Trump estarán de gira en el estado de la estrella solitaria. Mientras el presidente visitará por segunda vez la frontera (la primera fue en enero del año pasado). Ahora estará en Brownsville y se encontrará con agentes de la Patrulla Fronteriza, miembros de la policía y líderes locales para impulsar sus medidas de contención entre las que destacan un mayor número de efectivos que vigilen los cruces, un incremento de equipos de detección de fentanilo que ayuden a detener el flujo migratorio.
Este mismo día, Donald Trump acudirá a Eagle Pass, donde previsiblemente se reunirá con el gobernador texano Greg Abbott. Ambos han mantenido una postura crítica a las polìticas migratorias de Biden y se espera que en esta reunión el tono del discurso se endurezca más, al exigir acciones más drásticas contra los migrantes que buscan llegar a los Estados Unidos. Si bien la distancia entre Eagle Pass y Brownsville son un poco más 500 kilometros, la separación entre Trump y Biden se puede ampliar con su base de electores por este tema. La migración más allá de lo electoral es un asunto social de primera magnitud y que estará presente en las campañas como nunca en el panorama político de los Estados Unidos haciendo un guiño, sin duda, a lo que pasa en nuestro país desde hoy.