por Efraín Arizmendi Uribe
En el siglo pasado con la realización de los primeros estudios de hemodinamia e inyección de medio de contraste para visualizar el interior del corazón, grandes vasos y arterias coronarias, se inició una nueva etapa en la cardiología en el mundo que permitió establecer diagnóstico más certero de diversas enfermedades del corazón y los grandes vasos y, con ello, tratarlas inicialmente con intervenciones quirúrgicas diversas.
Con el avance técnico y del conocimiento los procedimientos hemodinámicos evolucionaron de diagnósticos a terapéuticos y los servicios de hemodinamia se transformaron en unidades de diagnóstico y terapia endovascular.
El incremento en la frecuencia de enfermedades cardiovasculares, que son la principal causa de muerte en población adulta mayor y también ya en pacientes más jóvenes en nuestro país, se incrementa la necesidad de ofrecer opciones de tratamiento oportuno en este tipo de casos, aunado a que nuestro país ha sido pionero en Latinoamérica en procedimientos terapéuticos endovasculares, entre los destacan el tratamiento de la coartación aórtica, el cierre del conducto arterioso y por su frecuencia, el tratamiento de la cardiopatía isquémica.
En 2020, en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), existían 48 salas de diagnóstico y tratamiento endovascular ubicadas en las Unidades Médicas del Alta Especialidad y seis en hospitales generales de zona, cantidad insuficiente para atender las necesidades asistenciales, por lo que se puso en marcha un ambicioso proyecto para acercar los servicios de diagnóstico y terapia endovascular a los derechohabientes, con la implementación de estas unidades en hospitales del Segundo Nivel de Atención en los Órganos de Operación Administrativa Desconcentrada (OOAD).
Con esta estrategia, actualmente hay 17 nuevas unidades de diagnóstico y terapia endovascular en hospitales de Segundo Nivel de Atención, que desde que iniciaron sus funciones, en conjunto se han realizado hasta el 30 de septiembre de 2024, 5 mil 742 procedimientos, entre ellos el implante de prótesis valvulares aórticas a través de cateterismo, terapia neurológica y de vasos periféricos.
Si bien es cierto que predominan los procedimientos orientados al tratamiento de enfermedades cardiovasculares, en estas unidades es posible realizar procedimientos de radiología intervencionista periféricas del sistema nervioso central, embolizaciones de tumores como ya ocurrió exitosamente en Aguascalientes, además de estar en posibilidades de brindar la atención inmediata en casos de infarto del miocardio.
A las 71 unidades de diagnóstico y terapia endovascular se agregarán otras 13 que están en proceso de adecuación y equipamiento, proyectadas para concluir entre noviembre y diciembre de 2024 y que 7 hospitales que se encuentran en construcción contarán con este tipo de unidades con equipamiento de vanguardia y posibilidad, al igual que las otras, de tener un uso multidisciplinario.
Con todo lo anterior estas salas de hemodinamia hoy conocidas como Centros de Diagnóstico y Terapia Endovascular, sin duda permitirán abatir la morbimortalidad de las enfermedades cardiovasculares.
Cardiólogo Clínico e Intervencionista
Titular de la Unidad de Atención Médica de la Dirección de Prestaciones Médicas del IMSS