/ martes 21 de mayo de 2024

Sequía en el Canal de Panamá

Por Brenda Berenice Lara Reyes

Desde hace algunos meses en México, hemos oído hablar constantemente de la llegada del “día cero” con respecto al tema del agua. Mientras, el Gobierno de la Ciudad de México y dependencias especializadas tratan de dar claridad a la población sobre qué es lo que significa esto y cuándo llegará el punto sin retorno, las grandes presas y lagos que por años apoyaron el comercio local están en los niveles mínimos o ya no existen, tal es el caso del lago de Pátzcuaro en Michoacán.

El concepto del día cero no es nuevo, se ha utilizado en diferentes zonas del mundo en las últimas décadas. Representa una fecha estimada en la cual alguna población se quede sin la posibilidad de satisfacer las necesidades básicas hídricas sin existir un punto de vuelta para aliviar la situación.

La escasez del vital líquido ha llegado incluso al torrente hídrico estratégico más importante en América: el Canal de Panamá, el cual desde el 2019 ha tenido que enfrentar falta de agua y desde el estiaje de octubre de 2023 no se han podido recuperar los niveles óptimos para las actividades cotidianas del Canal, lo que ha provocado una disminución significativa de cruces de buques.

A diferencia del Canal de Suez, el Canal de Panamá se abastece de agua dulce a través de los lagos Gatún y Alajuela, mismos que no han podido recobrar el volumen de agua que solían tener para una correcta operatividad. Este hecho ha provocado disminución de cruce de buques y restricciones de peso de cada contenedor, ha detonado una serie de acontecimientos desafortunados para el comercio internacional por ser el Canal, un punto focal para el transporte marítimo pues conecta al Océano Pacífico con el Atlántico.

Además de las afectaciones al comercio mundial, el desabasto de agua afecta de primera línea a la economía y a la ciudadanía panameña, pues las actividades del Canal aportan al país un 6.8% del PIB y suministra agua potable a casi la mitad de su población, la cual está enfrentando un día cero cada vez más cercano y no es la única región con crisis hídrica, en el pasado informe de la OMS 2023 unos 2,200 millones de personas en el mundo ya no cuenta con acceso al agua, provocando problemas de salubridad, crisis alimentaria, poco desarrollo industrial y dificultades para la generación de energía.

El Canal de Panamá es solo un ejemplo de lo cerca que estamos del día cero, afecta a todos porque existe caos en el comercio internacional e incapacidad para cumplir acuerdos económicos, pero también es una advertencia mundial y una oportunidad para concretar un plan con diferentes actividades que contengan regulaciones y compromisos internacionales para el cuidado del agua, para detener el cambio climático, proteger las áreas verdes y tomar las medidas necesarias que garanticen el bienestar ecológico, económico y social antes de que sea irreversible.

* La Mtra. Brenda Lara trabaja en la Coordinación de la Licenciatura de Relaciones Internacionales en la Universidad Anáhuac México, campus sur.

Por Brenda Berenice Lara Reyes

Desde hace algunos meses en México, hemos oído hablar constantemente de la llegada del “día cero” con respecto al tema del agua. Mientras, el Gobierno de la Ciudad de México y dependencias especializadas tratan de dar claridad a la población sobre qué es lo que significa esto y cuándo llegará el punto sin retorno, las grandes presas y lagos que por años apoyaron el comercio local están en los niveles mínimos o ya no existen, tal es el caso del lago de Pátzcuaro en Michoacán.

El concepto del día cero no es nuevo, se ha utilizado en diferentes zonas del mundo en las últimas décadas. Representa una fecha estimada en la cual alguna población se quede sin la posibilidad de satisfacer las necesidades básicas hídricas sin existir un punto de vuelta para aliviar la situación.

La escasez del vital líquido ha llegado incluso al torrente hídrico estratégico más importante en América: el Canal de Panamá, el cual desde el 2019 ha tenido que enfrentar falta de agua y desde el estiaje de octubre de 2023 no se han podido recuperar los niveles óptimos para las actividades cotidianas del Canal, lo que ha provocado una disminución significativa de cruces de buques.

A diferencia del Canal de Suez, el Canal de Panamá se abastece de agua dulce a través de los lagos Gatún y Alajuela, mismos que no han podido recobrar el volumen de agua que solían tener para una correcta operatividad. Este hecho ha provocado disminución de cruce de buques y restricciones de peso de cada contenedor, ha detonado una serie de acontecimientos desafortunados para el comercio internacional por ser el Canal, un punto focal para el transporte marítimo pues conecta al Océano Pacífico con el Atlántico.

Además de las afectaciones al comercio mundial, el desabasto de agua afecta de primera línea a la economía y a la ciudadanía panameña, pues las actividades del Canal aportan al país un 6.8% del PIB y suministra agua potable a casi la mitad de su población, la cual está enfrentando un día cero cada vez más cercano y no es la única región con crisis hídrica, en el pasado informe de la OMS 2023 unos 2,200 millones de personas en el mundo ya no cuenta con acceso al agua, provocando problemas de salubridad, crisis alimentaria, poco desarrollo industrial y dificultades para la generación de energía.

El Canal de Panamá es solo un ejemplo de lo cerca que estamos del día cero, afecta a todos porque existe caos en el comercio internacional e incapacidad para cumplir acuerdos económicos, pero también es una advertencia mundial y una oportunidad para concretar un plan con diferentes actividades que contengan regulaciones y compromisos internacionales para el cuidado del agua, para detener el cambio climático, proteger las áreas verdes y tomar las medidas necesarias que garanticen el bienestar ecológico, económico y social antes de que sea irreversible.

* La Mtra. Brenda Lara trabaja en la Coordinación de la Licenciatura de Relaciones Internacionales en la Universidad Anáhuac México, campus sur.