/ viernes 29 de noviembre de 2024

Sheinbaum y el factor Trump

Urge que Claudia Sheinbaum tenga el control de su gobierno. Aunque parece paradójico, ya que es la Presidenta con el mayor número de votos en la historia, está obteniendo más poder personal dirigiendo una andanada de contrarreformas y presenta altos números de aprobación en las encuestas recientes, la verdad es que ella no tiene el mando total sobre su administración, pues la influencia de su antecesor aparece por todos lados.

Hoy en día, no sabemos si CS se siente a gusto siendo correa de transmisión de López, si está de acuerdo con el legado autoritario e ideológico y por eso actúa como lo hace, o bien, si desea un gobierno diferente, pero no ha podido sacudirse la “sombra del caudillo”. Hay señales en todos los sentidos, veamos algunas:

A. Claudia está a gusto siendo un instrumento:

  1. Repite las mañaneras como su antecesor, con el mismo guion culpando a un pasado cada vez más remoto de todos los males del país. En las conferencias ridiculiza a sus críticos y hasta usa el mismo tono y ritmo de voz que López.
  2. Permitió que AMLO nombrara a más de la mitad del Gabinete en puestos estratégicos.
  3. Imita los actos teatrales y populistas del inicio del gobierno de López, viajando en aviones comerciales.

B. Sheinbaum coincide con el talante autoritario de AMLO:

  1. Ordenó la destrucción del Poder Judicial avalando toda clase de trampas para que su partido obtuviera una mayoría ilegal, incluso con sobornos, amenazas y chantajes.
  2. Con total frialdad ha emprendido la extinción de los Órganos Autónomos (inai, cofece, ift, mejoradu, coneval, cre y cnh) que generaban transparencia y contrapeso.
  3. Recortó recursos al Sector Salud, pero sigue trayendo médicos cubanos que vienen a funciones políticas y no sanitarias.

C. La Presidenta quiere ser ella:

  1. Hizo nombramientos técnicos en áreas como pemex, cfe, conagua y otras, buscando perfiles más capaces.
  2. Acudió a una reunión de líderes mundiales fuera del país.
  3. Ha dado golpes tímidos al crimen organizado, que vislumbran una estrategia diferente.
  4. Intentó dar un nombramiento profesional en la cndh que fue boicoteado por los Senadores de su propio partido siguiendo instrucciones de López.

Han pasado apenas dos meses desde que inició su gestión, sin embargo, los tiempos se han vuelto contra ella. El recrudecimiento de la violencia en todo el territorio, el estancamiento de la economía, las presiones en el tipo de cambio, la baja en las expectativas de las calificadoras, el escalamiento del conflicto en Ucrania y, principalmente, la llegada de Donald Trump a la Presidencia de EUA, hacen imprescindible que Claudia se defina. O es ella, con todos los riesgos que eso implica, pero también con todas las ventajas de dejar huella propia o es AMLO, pero en versión femenina.

En mi opinión, Sheinbaum debería optar, a la brevedad, por ejercer el mandato que se le confirió, por el bien del país y de ella misma. De no hacerlo, tarde o temprano la alcanzarán todos los actos de vinculación con el crimen organizado de su antecesor que irán apareciendo y no podrán ocultarse. Cada día que tarde en esa definición será más complicado tomar su propia agenda y sacudirse a los cancerberos que le dejó López, como Monreal, Adán Augusto, Batres, Luisa Ma. Alcalde, Rosa Icela Rodríguez y a su propio hijo Andy.

La urgencia de una definición proviene, en mayor medida, por el FACTOR Trump. El magnate ha dejado muy claras sus prioridades con México. En orden de importancia, son 4:

  1. Cerrar los vínculos económicos y comerciales con China que impliquen una competencia con EUA.
  2. Combatir el tráfico de drogas a su país a través de México.
  3. Detener el flujo de inmigrantes ilegales desde México.
  4. La preocupación de su gobierno por el debilitamiento del Estado de Derecho e institucionalidad en nuestro país.

Para que estas prioridades se atiendan, no ha vacilado en nombrar a funcionarios “duros”, que incluso han mostrado su antipatía a nuestro país, al frente de las áreas encargadas de la implementación de las políticas de gobierno. Pero no sólo eso, ya ha anunciado una serie de represalias que tomará a partir del inicio de su gestión: La imposición de fuertes aranceles, deportaciones masivas, declaración de terroristas a los carteles del narcotráfico para combatirlos en territorio mexicano y la posibilidad de gravar las remesas de nuestros paisanos.

Por su lado, la Presidenta envió una carta en la que exige reciprocidad y respeto, anunció que también podríamos imponer aranceles a las importaciones americanas. Una medida candorosa destinada a quedar bien con los fans de Morena, pero que no tendrá impacto en Trump, quien no usará sus armas de manera aislada, lo hará empleando todo el arsenal al mismo tiempo; aranceles, deportaciones, expedientes contra políticos mexicanos asociados al narco y combate en suelo mexicano a cárteles.

Claudia no puede ser ingenua ni pecar de soberbia. Necesita el apoyo de todos los sectores del país, pero para que eso ocurra debe mostrar capacidad de diálogo y sobre todo demostrar que es ella y no la máscara de quien dividió tanto al país.

Claudia Sheinbaum, es hora de definiciones.

Presidente de la Academia Mexicana de Educación

Urge que Claudia Sheinbaum tenga el control de su gobierno. Aunque parece paradójico, ya que es la Presidenta con el mayor número de votos en la historia, está obteniendo más poder personal dirigiendo una andanada de contrarreformas y presenta altos números de aprobación en las encuestas recientes, la verdad es que ella no tiene el mando total sobre su administración, pues la influencia de su antecesor aparece por todos lados.

Hoy en día, no sabemos si CS se siente a gusto siendo correa de transmisión de López, si está de acuerdo con el legado autoritario e ideológico y por eso actúa como lo hace, o bien, si desea un gobierno diferente, pero no ha podido sacudirse la “sombra del caudillo”. Hay señales en todos los sentidos, veamos algunas:

A. Claudia está a gusto siendo un instrumento:

  1. Repite las mañaneras como su antecesor, con el mismo guion culpando a un pasado cada vez más remoto de todos los males del país. En las conferencias ridiculiza a sus críticos y hasta usa el mismo tono y ritmo de voz que López.
  2. Permitió que AMLO nombrara a más de la mitad del Gabinete en puestos estratégicos.
  3. Imita los actos teatrales y populistas del inicio del gobierno de López, viajando en aviones comerciales.

B. Sheinbaum coincide con el talante autoritario de AMLO:

  1. Ordenó la destrucción del Poder Judicial avalando toda clase de trampas para que su partido obtuviera una mayoría ilegal, incluso con sobornos, amenazas y chantajes.
  2. Con total frialdad ha emprendido la extinción de los Órganos Autónomos (inai, cofece, ift, mejoradu, coneval, cre y cnh) que generaban transparencia y contrapeso.
  3. Recortó recursos al Sector Salud, pero sigue trayendo médicos cubanos que vienen a funciones políticas y no sanitarias.

C. La Presidenta quiere ser ella:

  1. Hizo nombramientos técnicos en áreas como pemex, cfe, conagua y otras, buscando perfiles más capaces.
  2. Acudió a una reunión de líderes mundiales fuera del país.
  3. Ha dado golpes tímidos al crimen organizado, que vislumbran una estrategia diferente.
  4. Intentó dar un nombramiento profesional en la cndh que fue boicoteado por los Senadores de su propio partido siguiendo instrucciones de López.

Han pasado apenas dos meses desde que inició su gestión, sin embargo, los tiempos se han vuelto contra ella. El recrudecimiento de la violencia en todo el territorio, el estancamiento de la economía, las presiones en el tipo de cambio, la baja en las expectativas de las calificadoras, el escalamiento del conflicto en Ucrania y, principalmente, la llegada de Donald Trump a la Presidencia de EUA, hacen imprescindible que Claudia se defina. O es ella, con todos los riesgos que eso implica, pero también con todas las ventajas de dejar huella propia o es AMLO, pero en versión femenina.

En mi opinión, Sheinbaum debería optar, a la brevedad, por ejercer el mandato que se le confirió, por el bien del país y de ella misma. De no hacerlo, tarde o temprano la alcanzarán todos los actos de vinculación con el crimen organizado de su antecesor que irán apareciendo y no podrán ocultarse. Cada día que tarde en esa definición será más complicado tomar su propia agenda y sacudirse a los cancerberos que le dejó López, como Monreal, Adán Augusto, Batres, Luisa Ma. Alcalde, Rosa Icela Rodríguez y a su propio hijo Andy.

La urgencia de una definición proviene, en mayor medida, por el FACTOR Trump. El magnate ha dejado muy claras sus prioridades con México. En orden de importancia, son 4:

  1. Cerrar los vínculos económicos y comerciales con China que impliquen una competencia con EUA.
  2. Combatir el tráfico de drogas a su país a través de México.
  3. Detener el flujo de inmigrantes ilegales desde México.
  4. La preocupación de su gobierno por el debilitamiento del Estado de Derecho e institucionalidad en nuestro país.

Para que estas prioridades se atiendan, no ha vacilado en nombrar a funcionarios “duros”, que incluso han mostrado su antipatía a nuestro país, al frente de las áreas encargadas de la implementación de las políticas de gobierno. Pero no sólo eso, ya ha anunciado una serie de represalias que tomará a partir del inicio de su gestión: La imposición de fuertes aranceles, deportaciones masivas, declaración de terroristas a los carteles del narcotráfico para combatirlos en territorio mexicano y la posibilidad de gravar las remesas de nuestros paisanos.

Por su lado, la Presidenta envió una carta en la que exige reciprocidad y respeto, anunció que también podríamos imponer aranceles a las importaciones americanas. Una medida candorosa destinada a quedar bien con los fans de Morena, pero que no tendrá impacto en Trump, quien no usará sus armas de manera aislada, lo hará empleando todo el arsenal al mismo tiempo; aranceles, deportaciones, expedientes contra políticos mexicanos asociados al narco y combate en suelo mexicano a cárteles.

Claudia no puede ser ingenua ni pecar de soberbia. Necesita el apoyo de todos los sectores del país, pero para que eso ocurra debe mostrar capacidad de diálogo y sobre todo demostrar que es ella y no la máscara de quien dividió tanto al país.

Claudia Sheinbaum, es hora de definiciones.

Presidente de la Academia Mexicana de Educación