En su primera decisión como subgobernadora del Banco de México (Banxico), Irene Espinosa Cantellano no se dejó intimidar ante una junta de gobierno que por casi un siglo estuvo conformada por hombres que también tenían el antecedente de haber trabajado en la institución económica más importante del país.
Espinosa Cantellano rompió con esta regla implícita del banco central, pues llevaba una larga carrera dentro del sector público en diferentes instituciones financieras. Fue en 2007, cuando Agustín Carstens, secretario de Hacienda, la invitó a trabajar como coordinadora de la Tesorería de la Federación y en 2009 estuvo al frente de este organismo. Tras este paso, en enero de 2018 fue designada como miembro de la junta de gobierno de Banxico.
Desde un inicio, la economista del ITAM, dejó en claro que su postura sería más hawkish (halcón) que dovish (paloma), es decir, se inclina por una política monetaria más restrictiva de elevar la tasa de interés para seguir manteniendo el objetivo de la inflación de 3% +/- un punto.
De las 56 decisiones de política monetaria en las que participó, 19 fueron a favor de elevar la tasa de referencia, 14 para reducirla y 23 para mantenerla en el mismo nivel. El 8 de febrero de 2018 fue su primera decisión de política monetaria junto con los subgobernadores Roberto Del Cueto, Javier Guzmán Calafell, Manuel Ramos Francia y el entonces gobernador, Alejandro Díaz de León. Esa vez y de manera unánime, la Junta de Gobierno votó por aumentar la tasa de interés interbancaria a un día en 25 puntos base y ubicarla en 7.50%.
La economía mexicana venía de cerrar con una inflación de 6.77% anual en 2017 por el intento de liberar los precios de la gasolina, además de la incertidumbre generada sobre el proceso de renegociación del TLCAN por ordenamiento del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Posterior a ello, Espinosa Cantellano se enfrentó al cambio de gobierno priísta a morenista y también a nuevos integrantes en la junta de gobierno: Jonathan Heath y Gerardo Esquivel; posteriormente Galia Borja y a la llegada de la primera gobernadora de Banxico, Victoria Rodríguez Ceja.
La subgobernadora contó a este diario, que sin duda la pandemia fue una de las épocas más difíciles, pues fue una crisis sin precedentes. En 2020 hubo 9 decisiones de política monetaria, en las que siete votó para bajar la tasa y dos para mantenerla. En ese año, la subgobernadora ya hablaba de las fuertes presiones que representaba Pemex a las finanzas públicas y el complicado entorno de negocios que afectaría el riesgo país.
Ante el repunte de la inflación en 2022, Irene votó 8 veces por elevar la tasa de interés; en 2023 se moderó y se inclinó a no hacer cambios en el referente.
Ya en este último año, en un panorama parecido al que cuando llegó al banco central, Espinosa Cantellano se enfrenta a un nuevo gobierno con Claudia Sheinbaum y un panorama de incertidumbre frente a las amenazas, otra vez, de Donald Trump.
En los 7 votos de política monetaria de este año, 5 votó por mantener la tasa sin cambios y las últimas 2 por bajarla, actualmente se encuentra en 10.25% y es posible que se baje más. Si bien Sheinbaum no ha nombrado una posible sustituta de Irene Espinosa, esperemos que cumpla con las credenciales y abone a la diversidad y al debate como lo hizo sin duda Espinosa Cantellano desde su trinchera, porque “como economista siempre es una aspiración el llegar al Banco Central”.