/ miércoles 18 de octubre de 2023

Soluciones prácticas a la integración energética  

por Julia González y Daniela Stevens


En julio de 2022, el gobierno de Estados Unidos solicitó consultas a México para la resolución de controversias al amparo del capítulo 31 del T-MEC por violar el acuerdo comercial en materia energética. Los motivos: la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, trabas en la operación de plantas privadas para favorecer a las compañías estatales Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la exención ambiental dada a Pemex en relación con el diésel y los requisitos adicionales para acceder al transporte de gas natural.

Aunque la solicitud de consultas detonaría un proceso con una duración máxima de 75 días para solucionar el asunto, comenzando a más tardar 30 días después de realizada la petición formal, esto no sucedió.

Un año después, cuando parecía que las consultas no escalarían, fuentes de la agencia de noticias Reuters informaron que la administración del presidente Joe Biden pidió a empresas energéticas estadounidenses declaraciones juradas que documentaran cómo la política proteccionista mexicana ha violado los términos de sus inversiones. Se rumora que es una señal de que la Representación Comercial de la Casa Blanca para continuar el proceso de solución de controversias con México, lo que conllevaría una intensificación de la disputa comercial.

Con el propósito de contar con un análisis especializado de las posibles repercusiones de esta controversia en el sector energético nacional y evitar consecuencias que pongan en peligro la competitividad regional, el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI), el Diálogo Interamericano y la Universidad de Calgary, realizaron entrevistas a especialistas destacados en comercio. Sobre Canadá se dialogó con el Dr. Pablo Heidrich y a la Dra. Elizabeth Whitsitt, sobre Estados Unidos con las doctoras Shannon O’Neil e Inu Manak y sobre México con los doctores Guillermo García Sánchez y Beatriz Leycegui.

El resultado de las entrevistas que explora el futuro de la política energética regional se plasmó en el informe “Miradas sobre la integración energética de Norteamérica bajo el lente de la resolución de conflictos del T-MEC”. En el documento, los expertos discrepan sobre los efectos que el T-MEC ha tenido en la integración energética regional, pero coinciden en que los mecanismos de solución de conflictos —y que los países estén recurriendo a ellos— aumentan la confianza de los inversionistas.

También identifican la falta de marcos jurídicos alineados entre Canadá, Estados Unidos y México como uno de los principales desafíos para la integración de América del Norte, a pesar de que los países comparten objetivos de seguridad energética, nearshoring y fortalecimiento de cadenas de valor. En este sentido, las disposiciones energéticas del T-MEC pueden impulsar la transición energética, mitigar la crisis climática, transformar sectores clave y elevar la competitividad regional en el mercado global.

Además, los expertos coinciden en que la posibilidad de que las consultas lleguen a un panel es alto. Es decir, si en el periodo de consultas no se alcanza un acuerdo, el siguiente paso es el establecimiento de un panel de solución de controversias, un punto en el que México corre el riesgo de represalias comerciales. Según la Dra. Manak, no hay “ninguna señal de que se pueda llegar a un acuerdo en este momento.

Este informe, que recopila soluciones para evitar la inestabilidad de la relación comercial e impulsar la competitividad y la integración regional, se podrá consultar en las páginas oficiales de COMEXI y del Diálogo Interamericano.

Desde COMEXI, el Diálogo Interamericano y la Universidad de Calgary seguiremos de cerca este asunto generando evidencia de su evolución.



Asociada del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI) y Daniela Stevens es Directora de Transición Energética y Clima en el Diálogo Interamericano.

por Julia González y Daniela Stevens


En julio de 2022, el gobierno de Estados Unidos solicitó consultas a México para la resolución de controversias al amparo del capítulo 31 del T-MEC por violar el acuerdo comercial en materia energética. Los motivos: la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, trabas en la operación de plantas privadas para favorecer a las compañías estatales Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la exención ambiental dada a Pemex en relación con el diésel y los requisitos adicionales para acceder al transporte de gas natural.

Aunque la solicitud de consultas detonaría un proceso con una duración máxima de 75 días para solucionar el asunto, comenzando a más tardar 30 días después de realizada la petición formal, esto no sucedió.

Un año después, cuando parecía que las consultas no escalarían, fuentes de la agencia de noticias Reuters informaron que la administración del presidente Joe Biden pidió a empresas energéticas estadounidenses declaraciones juradas que documentaran cómo la política proteccionista mexicana ha violado los términos de sus inversiones. Se rumora que es una señal de que la Representación Comercial de la Casa Blanca para continuar el proceso de solución de controversias con México, lo que conllevaría una intensificación de la disputa comercial.

Con el propósito de contar con un análisis especializado de las posibles repercusiones de esta controversia en el sector energético nacional y evitar consecuencias que pongan en peligro la competitividad regional, el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI), el Diálogo Interamericano y la Universidad de Calgary, realizaron entrevistas a especialistas destacados en comercio. Sobre Canadá se dialogó con el Dr. Pablo Heidrich y a la Dra. Elizabeth Whitsitt, sobre Estados Unidos con las doctoras Shannon O’Neil e Inu Manak y sobre México con los doctores Guillermo García Sánchez y Beatriz Leycegui.

El resultado de las entrevistas que explora el futuro de la política energética regional se plasmó en el informe “Miradas sobre la integración energética de Norteamérica bajo el lente de la resolución de conflictos del T-MEC”. En el documento, los expertos discrepan sobre los efectos que el T-MEC ha tenido en la integración energética regional, pero coinciden en que los mecanismos de solución de conflictos —y que los países estén recurriendo a ellos— aumentan la confianza de los inversionistas.

También identifican la falta de marcos jurídicos alineados entre Canadá, Estados Unidos y México como uno de los principales desafíos para la integración de América del Norte, a pesar de que los países comparten objetivos de seguridad energética, nearshoring y fortalecimiento de cadenas de valor. En este sentido, las disposiciones energéticas del T-MEC pueden impulsar la transición energética, mitigar la crisis climática, transformar sectores clave y elevar la competitividad regional en el mercado global.

Además, los expertos coinciden en que la posibilidad de que las consultas lleguen a un panel es alto. Es decir, si en el periodo de consultas no se alcanza un acuerdo, el siguiente paso es el establecimiento de un panel de solución de controversias, un punto en el que México corre el riesgo de represalias comerciales. Según la Dra. Manak, no hay “ninguna señal de que se pueda llegar a un acuerdo en este momento.

Este informe, que recopila soluciones para evitar la inestabilidad de la relación comercial e impulsar la competitividad y la integración regional, se podrá consultar en las páginas oficiales de COMEXI y del Diálogo Interamericano.

Desde COMEXI, el Diálogo Interamericano y la Universidad de Calgary seguiremos de cerca este asunto generando evidencia de su evolución.



Asociada del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI) y Daniela Stevens es Directora de Transición Energética y Clima en el Diálogo Interamericano.