Sin dejar mayor rango para sorpresas y en no pocos casos especulaciones, hay diferentes aspectos del clima de confrontación que se vive a nivel global que gradualmente nos hacen chocar por los motivos más variados y con frecuencia, hasta absurdos, mientras vamos viendo como mucho de lo que nos unía, ahora nos separa.
En estas fechas se cumple ya un año desde que estalló el conflicto bélico en Ucrania, tras la invasión de esta república exsoviética por parte de Rusia, que además de reclamar la península de Crimea, que tomó para sí desde 2014, ahora reclama las regiones de Donetsk y Lugansk.
El crecimiento de esta invasión y de la escalada bélica en su conjunto, además de que ya ha llevado a que Rusia emplee a aproximadamente el 90 por ciento de sus fuerzas armadas, ahora les hace reclutar a jóvenes por todo el país para llevarlos a sumarse a esta guerra, que les consume fuerzas tanto militares, como económicas, impactando, además, la concepción de futuro que tienen en Rusia aquellos que se encuentran en las menores edades.
Esta situación, conduce a que hoy, así como ocurría hace décadas, buena parte de la juventud de Rusia, está buscando escapar de ese país, principalmente a través de las naciones que en otro tiempo estaban detrás de la llamada “Cortina de Hierro”.
Por otra parte, mientras que antiguas naciones asociadas como Rusia y Ucrania ahora pelean una guerra a la que no se le ve final, hacia el lejano oriente, China y Taiwán, incrementan la tensión entre ellas, ante algo que por momentos se olvida, pero que permanece latente, eso es que en Beijing jamás han reconocido la independencia de Taipéi.
El choque entre esas dos naciones, ha llevado a que vuelva a crecer un clima de roces entre China y Estados Unidos, algo que por momentos se pretendió disminuir, como ocurrió cuando los presidentes de ambas naciones se encontraron en el marco de la reunión del Grupo de los 20, aunque no ha llevado a que exista un mayor acercamiento y mientras las armas parecieran estar lustrándose para recibir uso.
En tal condición, se han visto globos aerostáticos, que estarían equipados para llevar a cabo acciones de espionaje por parte de China en naciones como Estados Unidos y Canadá, además de otras en el continente americano. Recientemente dos de esos artefactos voladores, fueron derribados en Estados Unidos y en Canadá, algo que originó protestas por parte de China, al tiempo que los otros detectados, fueron solamente seguidos, buscando más detalles, antes de proceder a su destrucción.
Aunque en ciertos casos, Beijing reconoció la propiedad de los artefactos, en otros no fue así y llamó la atención que se llegara a considerar por parte de Estados Unidos, que se tratara de naves extraterrestres, algo que ha sido motivo de debate, incluso en algunos de los más altos círculos de la política de ese país, como el Senado, eso mientras en la Casa Blanca se han negado a seguir abundando sobre el tema.
Es así, como a nivel global, mientras crece la tensión, siguen contemplándose ideas absurdas y justificaciones peores para seguir apostando por la escalada bélica.
FB: YolandaDeLaTorreV
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