@daguilargallego X
En un mundo cada vez más digital, la inteligencia artificial (IA) está transformando muchos aspectos de nuestras vidas, desde la medicina hasta los coches. Sin embargo, hay un aspecto importante que a menudo se pasa por alto: la inteligencia afectiva. Esta rama de la IA permite a las máquinas reconocer, entender y responder a nuestras emociones, lo cual es crucial para que las interacciones entre humanos y máquinas sean verdaderamente efectivas.
Los seres humanos somos naturalmente sociales y emocionales. Nuestras interacciones están profundamente influenciadas por nuestras emociones, y la capacidad de reconocer y responder a estas señales es esencial para cualquier relación significativa. Sin embargo, muchas aplicaciones de IA actuales no tienen esta sensibilidad emocional, lo que limita su efectividad.
Por ejemplo, los asistentes virtuales y los chatbots, aunque pueden entender y responder a nuestras palabras, a menudo no pueden detectar el tono emocional en nuestra voz o entender el contexto emocional de una conversación. Esto puede llevar a interacciones frustrantes donde las respuestas automatizadas no se alinean con nuestras necesidades emocionales.
El mercado de la inteligencia afectiva está en crecimiento. Según un informe de Markets and Markets, se espera que el mercado global de inteligencia artificial afectiva crezca de 21.6 mil millones de dólares en 2021 a 43.3 mil millones de dólares en 2026, a una tasa anual del 15.1%. Este crecimiento refleja la creciente demanda de tecnologías que puedan mejorar la interacción humano-máquina al incorporar sensibilidad emocional.
Afortunadamente, algunas empresas están reconociendo la importancia de la inteligencia afectiva y están desarrollando tecnologías para abordar esta brecha. Affectiva, IBM, Microsoft y Google son ejemplos destacados de compañías que han incorporado análisis de sentimientos y reconocimiento de emociones en sus plataformas. Sin embargo, LG Electronics está destacando al llevar estas capacidades al ámbito de la electrónica de consumo, facilitando la vida de los usuarios de manera significativa.
LG Electronics ha adoptado un enfoque distinto al integrar la inteligencia afectiva en su línea de productos, especialmente a través de su plataforma ThinQ AI. Esta plataforma no solo permite el control y la automatización del hogar inteligente, sino que también incorpora elementos de reconocimiento y respuesta emocional para crear una experiencia de usuario más intuitiva y personalizada. Un ejemplo notable de la aplicación de inteligencia afectiva por parte de LG es su línea de robots de servicio, como el LG CLOi; diseñados para interactuar con los usuarios en diversos entornos, desde aeropuertos hasta hoteles, y pueden reconocer y responder a las emociones humanas a través de tecnologías avanzadas de análisis facial y de voz.