/ domingo 28 de julio de 2024

Telarañas digitales / Kamala

Los cambios en el horizonte político de los Estados Unidos han cimbrado las noticias de la semana. El vértigo y la pulsión de la política disimulan las expresiones del poder pues, quedan atrapadas en el nuevo fetiche del sistema al que ha llamado “redes sociales”, y apuestan a la sencillez las emociones humanas. El pragmatismo seduce a la ideología y lo inmediato es ahora el salvoconducto de Maquiavelo. No es para menos, ha ocurrido un acontecimiento histórico que el Partido Demócrata espera que pueda transformar el escenario electoral, mismo que todavía se encuentra a favor de Donald Trump según lo indican la mayoría de las encuestas.

Con la renuncia de Joe Biden, la estrategia de Kamala Harris está en la radicalización contra la violencia, la delincuencia y la búsqueda de grupos de votantes clave para inclinar la balanza a su favor. Kamala apuesta por una propuesta centrada en la empatía, la inclusión y la justicia social, apelando a las emociones de los votantes en lugar de presentar argumentos ideológicos.

También en la acera de enfrente, usan las grandes plataformas propias y ajenas para ataques que trascienden lo político y se adentran en la intimidad con simulaciones. Donald Trump, ha lanzado una guerra sucia que no solo busca debilitar la imagen de la actual vicepresidenta, sino que también perpetúa estereotipos misóginos sobre las mujeres en la política en lugar de propuestas, convirtiendo la lucha por el poder en un espectáculo donde las emociones negativas son utilizadas como armas.

Las redes sociales son pieza clave si Harris quiere posicionarse con fuerza y cambiar la tendencia de las encuestas. De ganar la presidencia, su llegada sería histórica, pues además de ser la primera mujer en ocupar el cargo, sería también la primera con ascendencia india y afroamericana. El cambio de candidato, sin embargo, no es fácil, pues, aunque en los primeros dos días logró recaudar más de 100 millones de dólares y consiguió el respaldo de Hakeem Jeffries y Chuck Schumer, su estrategia debe ser desarrollada en tiempo récord considerando el punto en que ya se encuentra el proceso electoral.

Hay varios puntos fuertes en Kamala Harris que ella y su equipo han comenzado a explotar, apoyando su narrativa en los medios digitales. El primero de ellos es sin duda su experiencia como fiscal y procuradora general, lo que la ha convertido en un símbolo de autoridad, poder y estado de derecho en la lucha contra la delincuencia, sobre todo con Trump como oponente, quien enfrenta acusaciones importantes que afectan su percepción, además del tema controversial del uso de armas de fuego.

Los casos en contra de Trump incluyen la falsificación de registros comerciales y el pago de sobornos, asalto sexual y difamación contra la escritora E. Jean Carroll, falsificación y retención indebida de documentos clasificados, violaciones en los financiamientos de campaña, y que más ha sonado y tenido repercusiones mediáticas quizá sea el caso Stormy Daniels. Desde su primer mitin, Harris enfatizó su estrategia contra el crimen, recalcando su experiencia contra el abuso sexual, estafadores y personas que rompen las reglas en su propio beneficio, proyectando la idea de que la elección se trata de la ley representada por ella, en lucha contra la delincuencia, representada por su adversario.

Harris se está enfocando en ampliar su alcance en las comunidades de votantes que se han visto particularmente olvidadas o afectadas por la presidencia de Trump. En su discurso de campaña, como es natural, busca el voto de las comunidades negras, considerando sus necesidades y preocupaciones específicas, y resaltando la desigualdad que caracteriza a los Estados Unidos en el acceso a oportunidades, distribución de la riqueza y acceso a derechos.

Esta conexión iniciada por Biden se ha percibido mucho más natural y posible en las manos de Kamala Harris, sobre todo cuando el apoyo de la comunidad a Donald Trump subió a principios de este año, según una encuesta del Wall Street Journal, donde se señaló que el 30% de los hombres negros y el 11% de las mujeres negras probablemente apoyarían a Trump. El papel de las comunidades negras fue crucial para que Biden alcanzara la presidencia en 2020, y por lo tanto es un grupo clave al igual que el de las comunidades latinas, a las que Harris está tratando de llegar abordando los temas de las oportunidades económicas y la dignidad laboral.

Otro punto fuerte y ampliamente explotado por Harris es el de los derechos reproductivos tras la anulación de Roe v. Wade, insistiendo en que las decisiones sobre el cuerpo de las mujeres no deberían ser controladas por el Estado. Harris ha participado en más de 85 eventos enfocados en el tema y se ha mostrado como una férrea defensora de los derechos de las mujeres frente a la fuerte oposición conservadora que ha limitado los derechos reproductivos en el país.

En redes sociales es común encontrar memes de Harris alusivos a la propaganda de la Segunda Guerra Mundial, donde, como es sabido, la economía y estabilidad del país quedaron en manos de las mujeres por estar los hombres combatiendo en batalla. En tiempos de crisis, fueron las mujeres las que sostuvieron el poder de los Estados Unidos y es claro que Kamala Harris y su equipo saben explotar esa narrativa a su favor. A pesar de sus puntos fuertes, el camino no es fácil, de hecho, tras el atentado contra Trump, su popularidad ha venido en aumento. ¿Se inclinará la balanza a favor de Harris?

Los cambios en el horizonte político de los Estados Unidos han cimbrado las noticias de la semana. El vértigo y la pulsión de la política disimulan las expresiones del poder pues, quedan atrapadas en el nuevo fetiche del sistema al que ha llamado “redes sociales”, y apuestan a la sencillez las emociones humanas. El pragmatismo seduce a la ideología y lo inmediato es ahora el salvoconducto de Maquiavelo. No es para menos, ha ocurrido un acontecimiento histórico que el Partido Demócrata espera que pueda transformar el escenario electoral, mismo que todavía se encuentra a favor de Donald Trump según lo indican la mayoría de las encuestas.

Con la renuncia de Joe Biden, la estrategia de Kamala Harris está en la radicalización contra la violencia, la delincuencia y la búsqueda de grupos de votantes clave para inclinar la balanza a su favor. Kamala apuesta por una propuesta centrada en la empatía, la inclusión y la justicia social, apelando a las emociones de los votantes en lugar de presentar argumentos ideológicos.

También en la acera de enfrente, usan las grandes plataformas propias y ajenas para ataques que trascienden lo político y se adentran en la intimidad con simulaciones. Donald Trump, ha lanzado una guerra sucia que no solo busca debilitar la imagen de la actual vicepresidenta, sino que también perpetúa estereotipos misóginos sobre las mujeres en la política en lugar de propuestas, convirtiendo la lucha por el poder en un espectáculo donde las emociones negativas son utilizadas como armas.

Las redes sociales son pieza clave si Harris quiere posicionarse con fuerza y cambiar la tendencia de las encuestas. De ganar la presidencia, su llegada sería histórica, pues además de ser la primera mujer en ocupar el cargo, sería también la primera con ascendencia india y afroamericana. El cambio de candidato, sin embargo, no es fácil, pues, aunque en los primeros dos días logró recaudar más de 100 millones de dólares y consiguió el respaldo de Hakeem Jeffries y Chuck Schumer, su estrategia debe ser desarrollada en tiempo récord considerando el punto en que ya se encuentra el proceso electoral.

Hay varios puntos fuertes en Kamala Harris que ella y su equipo han comenzado a explotar, apoyando su narrativa en los medios digitales. El primero de ellos es sin duda su experiencia como fiscal y procuradora general, lo que la ha convertido en un símbolo de autoridad, poder y estado de derecho en la lucha contra la delincuencia, sobre todo con Trump como oponente, quien enfrenta acusaciones importantes que afectan su percepción, además del tema controversial del uso de armas de fuego.

Los casos en contra de Trump incluyen la falsificación de registros comerciales y el pago de sobornos, asalto sexual y difamación contra la escritora E. Jean Carroll, falsificación y retención indebida de documentos clasificados, violaciones en los financiamientos de campaña, y que más ha sonado y tenido repercusiones mediáticas quizá sea el caso Stormy Daniels. Desde su primer mitin, Harris enfatizó su estrategia contra el crimen, recalcando su experiencia contra el abuso sexual, estafadores y personas que rompen las reglas en su propio beneficio, proyectando la idea de que la elección se trata de la ley representada por ella, en lucha contra la delincuencia, representada por su adversario.

Harris se está enfocando en ampliar su alcance en las comunidades de votantes que se han visto particularmente olvidadas o afectadas por la presidencia de Trump. En su discurso de campaña, como es natural, busca el voto de las comunidades negras, considerando sus necesidades y preocupaciones específicas, y resaltando la desigualdad que caracteriza a los Estados Unidos en el acceso a oportunidades, distribución de la riqueza y acceso a derechos.

Esta conexión iniciada por Biden se ha percibido mucho más natural y posible en las manos de Kamala Harris, sobre todo cuando el apoyo de la comunidad a Donald Trump subió a principios de este año, según una encuesta del Wall Street Journal, donde se señaló que el 30% de los hombres negros y el 11% de las mujeres negras probablemente apoyarían a Trump. El papel de las comunidades negras fue crucial para que Biden alcanzara la presidencia en 2020, y por lo tanto es un grupo clave al igual que el de las comunidades latinas, a las que Harris está tratando de llegar abordando los temas de las oportunidades económicas y la dignidad laboral.

Otro punto fuerte y ampliamente explotado por Harris es el de los derechos reproductivos tras la anulación de Roe v. Wade, insistiendo en que las decisiones sobre el cuerpo de las mujeres no deberían ser controladas por el Estado. Harris ha participado en más de 85 eventos enfocados en el tema y se ha mostrado como una férrea defensora de los derechos de las mujeres frente a la fuerte oposición conservadora que ha limitado los derechos reproductivos en el país.

En redes sociales es común encontrar memes de Harris alusivos a la propaganda de la Segunda Guerra Mundial, donde, como es sabido, la economía y estabilidad del país quedaron en manos de las mujeres por estar los hombres combatiendo en batalla. En tiempos de crisis, fueron las mujeres las que sostuvieron el poder de los Estados Unidos y es claro que Kamala Harris y su equipo saben explotar esa narrativa a su favor. A pesar de sus puntos fuertes, el camino no es fácil, de hecho, tras el atentado contra Trump, su popularidad ha venido en aumento. ¿Se inclinará la balanza a favor de Harris?