Por José María Ramos
En la contienda presidencial en Estados Unidos, la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump representaron polos opuestos en el ámbito ideológico y político. Harris reflejó los valores: justicia social, equidad y derechos, mientras que Trump populista y nacionalista atrajo a un electorado conservador con una agenda económica, la inmigración y la inseguridad y basada en make America great again (MAGA). Trump triunfó en la elección presidencial con 277 votos electorales respecto a 224 votos electorales de Harris. Además, Trump ganó por primera ocasión tanto el voto popular (71, 268, 043) (51%) como el electoral, dado que perdió el voto popular en las elecciones de 2016 y 2020. También el partido republicano triunfó en las Cámaras de Representantes y del Senado –con mayoría-.
Trump es el segundo presidente que logra dos mandatos no consecutivos después del presidente Grover Cleveland en el siglo XIX. Trump ha estado en campaña cerca de 8 años, mientras que Harris apenas tres meses.
Trump triunfó en la mayor parte de los estados considerados bisagras: Georgia y Carolina del Norte (16 votos electorales cada uno), Pensilvania (19 votos), y Wisconsin (10) y por confirmarse Míchigan (15), Arizona (11), y Nevada (6). En estos estados el voto anglo, latino, rural e incluso femenino se inclinaron por una opción conservadora y crítica contra la actual situación económica.
La encuesta de salida de CNN reflejó una marcada división entre los votantes que apoyaron a la vicepresidenta Kamala Harris y aquellos que respaldaron al expresidente Donald Trump. Una amplia mayoría de los votantes de Harris, un poco menos de 6 de cada 10, consideran la democracia como su principal tema y cerca del 20% consideraron el aborto como su prioridad. Aproximadamente la mitad de los votantes de Trump consideran la economía como su principal tema, seguido por alrededor del 20% que consideran la inmigración como su mayor preocupación.
Aproximadamente tres cuartas partes del electorado tienen una visión negativa de cómo van las cosas en Estados Unidos actualmente, de acuerdo con las primeras encuestas de salida de CNN. Esta percepción y el discurso nacionalista –American First– de Trump lo favoreció en la mayor parte de los estados. Solo una cuarta parte se describe a sí misma como entusiasta o satisfecha con el estado de la nación, con más de 4 de cada 10 insatisfechos y aproximadamente 3 de cada 10 dicen que están enojados.
Otro factor determinante fue la baja aprobación del presidente Biden que está por debajo a nivel nacional, con alrededor de 4 de cada 10 votantes que dicen que aprueban su desempeño laboral y una mayoría que desaprueba. En este marco, las mujeres no votaron por una agenda de género, sino económica. Y las acusaciones legales contra Trump, en lugar de sancionarlo socialmente lo fortalecieron y lo victimizaron en términos políticos.
Para analizar los factores que determinaron el triunfo de Donald Trump frente a Kamala Harris, es esencial considerar tanto el contexto político como las estrategias de campaña. Este análisis examina aspectos clave que pueden influir en la inclinación del voto, destacando elementos económicos, sociales y de comunicación que benefician a Trump, así como posibles limitaciones de la campaña de Harris.
1. Mensaje de Seguridad Nacional y Control Migratorio
Trump ha mantenido, desde su primer mandato, una postura contundente sobre la seguridad en la frontera y la inmigración. La seguridad ha sido un tema recurrente que resuena con los votantes que temen la desestabilización debido a la migración, especialmente en zonas fronterizas y rurales. Trump continuó impulsando un discurso de “ley y orden” y reiteró que su liderazgo es clave para evitar problemas migratorios y de seguridad. Esta diferencia en enfoques refleja una marcada línea divisoria que movilizó a votantes a favor de Trump, especialmente en los estados bisagra.
2. Conexión con Votantes Populistas y de la Clase Trabajadora
La popularidad de Trump en áreas rurales y entre la clase trabajadora es uno de sus mayores activos. Su retórica populista y su promesa de priorizar a los “olvidados” de Estados Unidos ha creado una base leal, especialmente en estados industrializados y en áreas menos urbanizadas. Esta conexión con sectores que sienten que la economía globalizada ha sido desfavorable para ellos le otorga a Trump una base que percibe sus propuestas como beneficiosas para sus condiciones de vida. En contraste, Harris tuvo dificultades para atraer a estos votantes debido a su alineación con políticas progresistas que pueden percibirse como desfavorables para la industria o demasiado urbanas.
3. Percepción de Liderazgo Económico y Experiencia
Trump ha construido una reputación en torno a su capacidad de manejar la economía, enfatizando su enfoque en reducir impuestos, desregular industrias y fomentar la creación de empleos. Durante su primer mandato, el índice de empleo aumentó y se mantuvo estable hasta la crisis del COVID-19, y la administración de Trump promovió la idea de un crecimiento económico sostenido. Los votantes que priorizan la economía perciben a Trump como una figura experimentada que garantiza estabilidad financiera, en contraste con Harris, cuya carrera se ha centrado más en temas de justicia social y derechos civiles, y no en temas económicos.
4. Crítica a la Agenda Progresista
Harris, como representante del ala progresista del Partido Demócrata, tuvo dificultades en ciertos sectores conservadores y moderados que desconfían de cambios rápidos en temas sociales o culturales. Trump, en su retórica, se ha opuesto consistentemente a ideas de justicia social que, desde su perspectiva y la de sus seguidores, podrían “erosionar los valores tradicionales”. Al presentar a Harris como la cara de una agenda “radical”, Trump persuadió a votantes conservadores y moderados de que su propio enfoque es el que preserva la “identidad nacional”. La crítica a temas progresistas, como la justicia climática o el cambio en la estructura de las fuerzas de seguridad, atrajó a votantes que ven en Trump una defensa de lo que consideran el “estilo de vida americano”.
5. Uso Estratégico de Redes Sociales y Medios Alternativos
Trump ha demostrado ser un comunicador excepcional en redes sociales y medios alternativos, lo cual le ha permitido establecer una conexión directa con sus seguidores y moldear la narrativa pública. A través de estos medios, transmitió su mensaje sin las intermediaciones de los medios de comunicación tradicionales, que en ocasiones percibe como adversos a sus posiciones. Esto le permitió responder rápidamente a los ataques de sus oponentes y desviar la atención hacia temas que lo benefician. Harris, aunque también tiene presencia en redes, se vio limitada en comparación con la habilidad de Trump para generar “momentos virales” y activar la participación de sus seguidores de una manera casi inmediata. El apoyo de Elon Musk, dueño de X quien lo financió, también fue determinante.
6. Dinámicas de Polarización y Movilización Electoral
La polarización política en Estados Unidos se ha intensificado, y Trump ha aprovechado esta división para movilizar a su base. Esta movilización se convierte en un activo crucial, pues la fidelidad y la lealtad de sus seguidores se traduce en altas tasas de participación. La intensidad del apoyo hacia Trump y su retórica divisiva han demostrado ser efectivas en elecciones anteriores, donde logró que sectores que tradicionalmente no participaban se volcaran a las urnas. Harris, aunque pudo movilizar a sectores progresistas, tuvo dificultades para lograr el mismo nivel de entusiasmo entre los votantes moderados o indecisos.
7. Enfoque en Temas Sociales y Culturales Controversiales
Trump suele capitalizar temas culturales y sociales, como el control de armas, la libertad de expresión y la educación, que dividen opiniones en el país. Igualmente, su rechazo relativo al aborto, atrajo a las mujeres conservadoras. En elecciones recientes, estos temas han generado un impacto considerable, y Trump utilizó estos temas como parte de su narrativa para señalar a Harris como una candidata alejada de “los valores tradicionales americanos”. Su habilidad para simplificar los temas en mensajes directos y contundentes permitió a sus seguidores identificar con claridad la postura de su líder en estos asuntos.
8. Experiencia de Trump y Percepción de Competencia
La experiencia de Trump como ex presidente le permite proyectarse como una figura de competencia probada en asuntos de seguridad nacional y relaciones exteriores. Para muchos votantes, esta experiencia es crucial, especialmente en momentos de incertidumbre global y tensiones internacionales. La percepción de que Trump es una figura fuerte en el escenario internacional podría darle una ventaja sobre Harris, cuya experiencia es principalmente legislativa y judicial. Este factor de experiencia es determinante, ya que muchos votantes ven en Trump una figura que puede representar a Estados Unidos de manera firme y decidida frente al mundo.
9. Resiliencia de Su Base Electoral
A pesar de las controversias, Trump ha mantenido una base electoral sólida, que no ha disminuido significativamente ante las críticas y desafíos legales. Ha hecho campaña por ocho años. Esta lealtad se convierte en una ventaja considerable, pues le asegura un núcleo duro de apoyo, lo cual puede marcar una diferencia en estados clave que requieren una alta movilización. En comparación, Harris no tuvo una base tan estable y leal, ya que los votantes demócratas suelen estar más distribuidos entre diversas corrientes y grupos, lo cual podría resultar en una menor cohesión. Y el hecho de ser mujer, inmigrante y afro también influyeron en un electorado conservador y de clase baja y media.
10- La agenda con México
La agenda de Trump hacia México y la frontera ha destacado tradicionalmente por centrarse en temas de seguridad y control migratorio, comercio y cooperación bilateral en seguridad. Algunas de las políticas principales pueden ser las siguientes:
Seguridad Fronteriza y Migración: Trump ha impulsado políticas para endurecer la seguridad en la frontera, incluyendo la construcción de muros y reforzamiento de las leyes migratorias.
Políticas Comerciales y el T-MEC: Aunque el T-MEC fue una renegociación del TLCAN que se implementó, Trump promovió la idea de proteger empleos estadounidenses y buscar un comercio “justo” con México.
Colaboración en Seguridad y Narcotráfico: Promovió una mayor colaboración para enfrentar el narcotráfico, aunque su enfoque ha sido de responsabilidad compartida, con énfasis en que México gestione el problema internamente. Ha planteado declarar a los grupos delictivos como terroristas.
Control de Flujo Migratorio en la Región: A través de políticas como “Remain in Mexico” y otras, Trump buscó que México gestionara el flujo de migrantes hacia EE. UU., exigiendo cooperación en la contención de migrantes centroamericanos.
Conclusión
El triunfo de Donald Trump y del partido republicano en las Cámaras de Representantes y del Senado –con mayoría- y en la contienda presidencial sobre Kamala Harris implica una concentración del poder republicano, lo cual fortalecería una agenda conservadora.
El triunfo de Trump se basó en una combinación de factores relacionados con su experiencia, conexión emocional con su base, y habilidad para explotar temas sensibles. La experiencia económica, el control del mensaje en redes sociales, y la percepción de liderazgo fuerte en temas económicos y seguridad lo colocan en una posición sólida frente a una candidata que, aunque representa renovación, enfrenta desafíos en cuanto a la movilización y cohesión de su electorado.