/ miércoles 13 de noviembre de 2024

Trump-México, la segunda temporada

Migración y economía. Esas fueron las banderas que agitó Donald Trump en su campaña repitiendo hasta el cansancio que la migración ilegal (indocumentada) es la responsable de la pérdida de miles de empleos y del aumento de la criminalidad, un mantra que arrastra desde 2015 cuando se destapó por vez primera a la presidencia de los Estados Unidos.

En su esquema, México es culpable de casi todos los males. Un día antes de los comicios en que fue electo mandatario por segunda vez, Trump advirtió con aranceles del 25% a todas las importaciones de productos desde México si la presidenta Claudia Sheinbaum no frena el flujo migratorio y de drogas a través de la frontera.

Al arrancar su primer periodo presidencial se empeñó en remplazar el Tratado de Libre Comercio. Las modificaciones se centraron en materia laboral, reglas de origen del sector automotriz y la revisión periódica del Acuerdo que tendrá lugar en 2026. La decadencia de la industria automotriz en Michigan y Wisconsin (estados clave donde triunfó) justifican a su entender, el proteccionismo comercial en su país.

Ahora la economía norteamericana se encuentra en una situación óptima. La tasa de interés se ubica en el 4.5%; el último dato de inflación fue del 2.4% cercano al objetivo de la Reserva Federal del 2%, mientras que la tasa de desempleo se sitúa en el 4.1%, ligeramente arriba de lo esperado. Joe Biden comenzó una difícil gestión debido a la crisis sanitaria y la inflación global que buscó revertir con un plan de rescate económico de 1.9 billones de dólares para apuntalar a la economía de las familias y los trabajadores, pero no fue suficiente para la mayor parte de votantes.

El flujo migratorio no se moderó porque las causas de origen siguen ahí: inseguridad pobreza y desigualdad. La oficina de Aduanas y Protección Fronteriza reportó que en el año fiscal 2021 fueron detenidas 1.7 millones de personas y en este año fiscal que cerró en septiembre la cifra fue de 2.1 millones, pese al endurecimiento de las políticas de asilo implementadas por la Administración Biden. La demagogia populista de Trump llegó al extremo de señalar a migrantes haitianos de comer mascotas en los vecindarios de Springfield, Ohio, un disparate que, vistos los resultados no perjudicó su campaña.

El Trump 2.0 llega legitimado para actuar en consecuencia por su triunfo arrollador. Y el gobierno mexicano lo sabe. De cara a la renegociación del TMEC, la designación de Marcelo Ebrard como secretario de Economía resultó un acierto por ser un conocedor profundo tanto de los entretelones de poder en Washington como de los impulsos trumpistas.

Los primeros nombramientos de su gabinete perfilan a personajes de mano dura para gestionar la crisis en la frontera. Tom Homan, el futuro “zar de la frontera” ha dicho que es posible realizar deportaciones sin separar a los niños de sus familias porque las familias pueden ser deportadas juntas.

Es probable una versión más radical del programa Quédate en México mediante el cual los solicitantes de asilo permanecen en las ciudades fronterizas a la espera de alguna respuesta con las consecuencias y presión que conlleva.

Ante los renovados embates que se esperan de la Casa Blanca, se deberá pensar seriamente en las fórmulas para enfrentarlos, buscando puntos de coincidencia sobre desarrollo regional que es la gran agenda pendiente.

@ClauCorichi\u0009


Migración y economía. Esas fueron las banderas que agitó Donald Trump en su campaña repitiendo hasta el cansancio que la migración ilegal (indocumentada) es la responsable de la pérdida de miles de empleos y del aumento de la criminalidad, un mantra que arrastra desde 2015 cuando se destapó por vez primera a la presidencia de los Estados Unidos.

En su esquema, México es culpable de casi todos los males. Un día antes de los comicios en que fue electo mandatario por segunda vez, Trump advirtió con aranceles del 25% a todas las importaciones de productos desde México si la presidenta Claudia Sheinbaum no frena el flujo migratorio y de drogas a través de la frontera.

Al arrancar su primer periodo presidencial se empeñó en remplazar el Tratado de Libre Comercio. Las modificaciones se centraron en materia laboral, reglas de origen del sector automotriz y la revisión periódica del Acuerdo que tendrá lugar en 2026. La decadencia de la industria automotriz en Michigan y Wisconsin (estados clave donde triunfó) justifican a su entender, el proteccionismo comercial en su país.

Ahora la economía norteamericana se encuentra en una situación óptima. La tasa de interés se ubica en el 4.5%; el último dato de inflación fue del 2.4% cercano al objetivo de la Reserva Federal del 2%, mientras que la tasa de desempleo se sitúa en el 4.1%, ligeramente arriba de lo esperado. Joe Biden comenzó una difícil gestión debido a la crisis sanitaria y la inflación global que buscó revertir con un plan de rescate económico de 1.9 billones de dólares para apuntalar a la economía de las familias y los trabajadores, pero no fue suficiente para la mayor parte de votantes.

El flujo migratorio no se moderó porque las causas de origen siguen ahí: inseguridad pobreza y desigualdad. La oficina de Aduanas y Protección Fronteriza reportó que en el año fiscal 2021 fueron detenidas 1.7 millones de personas y en este año fiscal que cerró en septiembre la cifra fue de 2.1 millones, pese al endurecimiento de las políticas de asilo implementadas por la Administración Biden. La demagogia populista de Trump llegó al extremo de señalar a migrantes haitianos de comer mascotas en los vecindarios de Springfield, Ohio, un disparate que, vistos los resultados no perjudicó su campaña.

El Trump 2.0 llega legitimado para actuar en consecuencia por su triunfo arrollador. Y el gobierno mexicano lo sabe. De cara a la renegociación del TMEC, la designación de Marcelo Ebrard como secretario de Economía resultó un acierto por ser un conocedor profundo tanto de los entretelones de poder en Washington como de los impulsos trumpistas.

Los primeros nombramientos de su gabinete perfilan a personajes de mano dura para gestionar la crisis en la frontera. Tom Homan, el futuro “zar de la frontera” ha dicho que es posible realizar deportaciones sin separar a los niños de sus familias porque las familias pueden ser deportadas juntas.

Es probable una versión más radical del programa Quédate en México mediante el cual los solicitantes de asilo permanecen en las ciudades fronterizas a la espera de alguna respuesta con las consecuencias y presión que conlleva.

Ante los renovados embates que se esperan de la Casa Blanca, se deberá pensar seriamente en las fórmulas para enfrentarlos, buscando puntos de coincidencia sobre desarrollo regional que es la gran agenda pendiente.

@ClauCorichi\u0009


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