Por Doris Gómora
La inmunidad por actos oficiales que acaba de dar la Suprema Corte de Justicia a los presidentes de Estados Unidos, le otogará a Donald J. Trump mayor poder si regresa a la presidencia: podrá actuar militarmente en contra de los carteles del narco mexicanos para destruirlos, como lo ha prometido en su campaña.
La estrategia del candidato Trump lleva implícita una amenaza para que los países vecinos de Estados Unidos cooperen, o los exhibirá por sobornos y comisiones ilegales que han permitido a los carteles preservarse. ¿Qué nivel de cooperación busca Trump?. Una vez en funciones ¿la presidenta Claudia Sheinbaum tendrá margen para negociar, negarse, o solo obedecer?.
Dos anuncios se registraron el lunes 1 de Julio en Washington DC: la Suprema Corte resolvió otorgar inmunidad parcial a los mandatarios cuando se trate de funciones del cargo, y por otra parte la Cámara Baja de Estados Unidos aprobó una cláusula impulsada por el Partido Republicano para sacar a México del Comando Norte y enviarlo al Comando Sur.
Ambas decisiones configuran una antesala sobre el combate a los carteles del narcotráfico por parte del Partido Repúblicano que en los últimos años ha promovido, a través de legisladores y gobernadores, designar a las organizaciones delincuenciales mexicanas como terroristas.
Tanto el presidente Joe Biden como el expresidente Donald Trump integraron en sus campañas la atención a la crisis de opioides y el combate al narcotráfico. Las propuestas militares provienen de Trump que las ha hecho públicas en diferentes eventos y en su página oficial.
“El presidente Trump acabará con los carteles de la droga como lo hizo con ISIS. Impondrá un embargo naval total a los carteles, ordenará al Departamento de Defensa que inflinja el mayor daño al liderazgo y operaciones de los carteles”, se lee en la sección de “Guerra contra las drogas” de su web de campaña.
En ese tema Trump promete atacar a los carteles del narco de México desde diferentes ángulos: ahogar su acceso al sistema financiero mundial, y pedir al Congreso de Estados Unidos autorizar la pena de muerte para los traficantes de drogas.
A las propuestas de Trump se suma en éste tema un elemento en Sudamérica sobre el que he reporteado en los últimos cuatro meses: las fuerzas armadas de esa región han colocado sobre la mesa crear un Comando para combatir a los carteles del narcotráfico, entre ellos los mexicanos, mediante acciones multinacionacionales.
Mientras en México los carteles son el poder de facto en regiones y se vive una transición de sexenios, en Estados Unidos avanza la campaña republicana con una promesa: “cuando el presidente Trump vuelva a la Casa Blanca, los capos de la droga y los viciosos traficantes no volverán a dormir tranquilos”.
¿Hasta dónde llegaría Trump en su nueva guerra contra el narcotráfico?.
Periodista