/ viernes 7 de junio de 2024

Y ahora qué sigue

@ebuendiaz

El domingo pasado se realizaron las elecciones. Más de 59 millones de personas acudieron a las urnas y ejercieron su derecho al voto para la elección presidencial. También quienes estaban encargados de la instalación y cómputo de los sufragios en las casillas, cumplieron con su rol en estas elecciones. A diferencia de lo que muchas personas piensan, creo que su participación fue positiva y ello debe reconocerse.

¿Hay resultados oficiales? No. Actualmente en todo el país las autoridades electorales (federal y locales), dependiendo de la elección que se trate, andan realizando el cómputo oficial. Entonces, ¿De dónde surgen los resultados que fueron informados a partir del domingo? Provienen de mecanismos de información implementados por dichas autoridades conocidos como Conteo Rápido (CR) y Programa de Resultados Preliminares (PREP).

Ambos mecanismos son de gran importancia para evitar que la incertidumbre se apodere del debate público durante el lapso que va desde el cierre de las casillas y hasta que concluyen los cómputos las autoridades. Incluso son muy útiles para contrarrestar la irresponsabilidad de los actores políticos. Recordemos que, a tan solo minutos de cerrar las casillas en gran parte del país, hubo actores políticos y candidaturas que salieron a proclamarse triunfadores de la elección.

El CR es un procedimiento estadístico cuyo objetivo es dar a conocer, a escasas horas de haber cerrado las casillas, rangos de votación obtenida por cada candidatura. El Conteo no da a conocer resultados, sino porcentajes de votación estimados, con alto nivel de precisión que deriva de una muestra estadística de casillas muy robusta.

Por su parte, el PREP difunde resultados preliminares conforme se reciben y capturan las actas de votación. No muestra tendencias de votación. Únicamente informa los resultados de las casillas conforme van llegando a la autoridad. En el caso de la elección federal, el INE es el único responsable de la instrumentación y operación del PREP. De hecho, este empezó a funcionar a las 20:00 del día de la jornada electoral y concluyó a la misma hora del día siguiente con información de las actas de escrutinio y cómputo escaneadas de las casillas.

Debe quedar claro que la información que arroja el CR y el PREP son orientadores respecto al sentido del voto de la ciudadanía. Mientras uno da tendencias, el otro genera información preliminar. Por tanto, las cifras que arrojan dichos mecanismos no pueden ser considerados como resultados oficiales.

Tratándose de las elecciones federales (presidencia, senadurías y diputaciones), los únicos que pueden tener dicho calificativo son aquellos que emiten los 300 Consejos distritales y 32 locales del INE. De hecho, hoy nos encontramos en la etapa de cómputos del proceso electoral, pues la ley señala que éstos inician el miércoles siguiente al día de la elección y concluyen el domingo siguiente.

Un aspecto importante de esta etapa es que los partidos políticos pueden solicitar la reapertura de paquetes electorales (el famoso voto por voto) en caso de que hayan advertido algunas irregularidades en el cómputo y en las actas. La ley establece supuestos para recontar los votos de las casillas, entre ellos, cuando los resultados de las actas no coincidan, existan errores evidentes en éstas y se detecten alteraciones que generen dudas sobre el resultado de la votación.

Justo el martes, el INE anunció que se prevé recontar más del 60% de las actas de la elección presidencial, en estricto cumplimiento a lo establecido en la ley. Es decir, el recuento no pretende solventar presuntas inconsistencias entre las actas y la información obtenida en el PREP. También señaló que ese porcentaje de apertura no es novedoso. En 2018, el INE recontó el 75% de los paquetes electorales.

Es importante decir que la experiencia demuestra que los resultados contenidos en el CR, PREP y en el cómputo distrital o local son coincidentes, aun y cuando se recuentan paquetes electorales. De ahí la confiabilidad y certeza que generan.

Finalmente, hay que señalar que después de concluir el computo por parte de las autoridades electorales, los actores políticos podrán presentar las impugnaciones ante los tribunales electorales del país, las cuales deberán estar acompañadas de pruebas.

Durante estos últimos meses se ha dicho que en este proceso electoral hubo diversas irregularidades. Muchas de ellas están relacionadas con la constante intervención de funcionarios públicos para incidir en las preferencias electorales y, con ello, afectar las condiciones de la contienda. Ahora que contemos con resultados oficiales, si se decide impugnar la elección presidencial, tocará demostrar el impacto de dichas conductas en estos. Así funciona la institucionalidad electoral en México y, por ello, todavía falta mucho para que esto concluya.

*Consultor en derecho electoral.