Las ballenas son de las criaturas mas enigmáticas que existen, un poderoso animal de gran peso y extensa longitud. Diferentes son las especies desde las boreales que se encuentran en el ártico, que es una de las zonas más frías de la tierra hasta las ballenas grises en Baja California Sur donde el desierto convive con la costa. La ballena azul es el animal màs grande que existe en el planeta.
Las ballenas tienen una vida longeva y sin embargo son animales que se han visto expuestas a las máximas atrocidades cometidas por la humanidad, desde las matanzas sanguinarias del siglo XIX, la aparición y captura por los barcos de vapor, los problemas que enfrentaron durante las guerras, y todo con el propósito de obtener aceite que se utilizaba como combustible para las luminarias de la época y en algunos casos, también se utilizaban los huesos para ciertas prendas de ropa como por ejemplo los corsets; actualmente se enfrentan a los principales problemas ambientales resultantes del cambio climático, la contaminación de los océanos por plásticos y descargas, la sobrepesca que les arrebata su alimento y los accidentes de choque con buques.
El grito de “ballena a la vista” puede ser tan maravilloso como aterrador. La actividad de caza de la ballena es de las prácticas mas sangrientas que existe, las lanchas que salen de los navíos con los pescadores y los arpones para alcanzar el nado del animal, son una imagen desgarradora. La colosal fuerza de los cetáceos, lamentablemente no les sirve para librarse.
Si bien el arpón no mata a la ballena, permite a los pescadores estar cerca hasta de ella hasta que esta se cansa. Lucha por su vida por largas horas antes de rendirse. Así es el mundo de las ballenas enfrentándose a intensas amenazas.
Paradójicamente las ballenas tienen una fuerza colosal, pero esta no la emplean en luchar contra las manos del hombre. Desde hace más de un siglo que la caza de la ballena es una actividad lucrativa. Tras evidenciar la amenaza a estas especies, en el seno de la comunidad internacional se conformó la Comisión Ballenera Internacional en 1946 con el objetivo de prohibir la caza y realizar actividades para su conservación. México es parte de la CBI y se apega a los acuerdos que se alcanzan en el seno de ese organismo.
Somos un país libre totalmente de la caza de ballenas y por el contrario hemos desarrollado santuarios balleneros y declarados Areas Marinas Protegidas que ayudan a la reproducción y crianza de varias de las especies de ballenas en nuestras aguas nacionales. Podemos sentirnos orgullosos de la riqueza con la que contamos ya que las especies de ballena gris y ballena azul son mexicanas.
El Vizcaíno, la Reserva Ojo de Liebre, Santuario San Ignacio y Santuario Bahía de Magdalena son sitios que ayudan de manera directa en la protección de estas y de otras especies de biodiversidad marina.
Así mismo en términos jurídicos, contamos con la NOM-131-SEMARNAT (2021) que establece las convenciones a las que México pertenece en materia de conservación de ballenas y se reconoce la observación de ballenas como una actividad que contribuye con el desarrollo sustentable y que trae beneficios a las comunidades locales.
Se ha estado mencionando en diferentes foros nacionales e internacionales la posibilidad de que México decrete una nueva área marina para la protección del Mar de Cortés, que en palabras de Jacques-Yves Cousteau es considerado el acuario del mundo por su riqueza en términos de biodiversidad marina.
De materializarse esto sería un gran acierto para el país además de que ayudaría a cumplir nuestros recientes compromisos establecidos en la reunión de la Convención de Diversidad Biológica que tuvo lugar en Montreal en diciembre pasado, para alcanzar el 30% de la conservación marina al 2030.
Continuaré escribiendo en torno a los avances de esta gran noticia en la agenda azul de México. Materializar la declaratoria de esta nueva reserva será un hecho aplaudido por la comunidad nacional e internacional.
Ambientalista