Tatiana Bilbao, es sin duda, una de las figuras femeninas más importantes en el rubro de la arquitectura contemporánea en México y en el ámbito internacional. Sus proyectos abarcan Asia, Europa y América.
Su trabajo se ha caracterizado principalmente por crear espacios más humanos en busca del desarrollo cultural, impulsando así la individualidad y dignidad en respuesta a los procesos urbanos que ha traído la globalización y sistema económico actual.
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“Creo que no es una visión social, más bien es una responsabilidad, nuestra profesión se dedica a generar espacios construidos para que el hombre pueda desarrollar sus vidas, pues no hay más que hablar. La primera necesidad básica del ser humano es salud y la segunda es un refugio, y ahí es donde está la arquitectura por eso creo que viene implícito con el título”, comentó Bilbao en entrevista para la Organización Editorial Mexicana, durante la presentación de su nuevo libro A house in not just a house (Una casa no es sólo una casa), una reflexión sobre su trabajo en el ámbito de vivienda social.
Esa gran responsabilidad social que permea en sus proyectos, hace que sus “mayores retos y las mayores satisfacciones sin duda se encuentren en el ámbito de vivienda, porque no es fácil poder responder y generar el hábitat o el refugio para otros”, afirmó.
La arquitecta de ascendencia vasca y alemana, asegura que todas aquellas personas que luchan por sus sueños y no dejan de perseguirlos, han sido una inspiración para ella, sin embargo una figura fundamental en su vida fue su abuelo al que nunca conoció y que “dedicó su vida, y por eso yo acabé naciendo aquí, a luchar por esos derechos sociales de la gente, él ha sido una gran inspiración en mi camino. A través de mi papá, de mi mamá, de mis primos y de mis tíos he logrado absorber su postura e ideales, porque nunca lo conocí a él”.
En cuanto a su sentir frente a la inspiración y admiración que su trabajo genera Tatiana asegura “a mí me da muchísima satisfacción poder generar esto, poder inferir en la vida de alguien más es para mí la mejor satisfacción, y por el otro lado me he dado cuenta que el estar haciendo lo que hago hace que haya gente que se dé cuenta que se puede, me gustaría que pudieran ver que realmente puedes trabajar con el otro y siendo el otro”.
En cuanto al futuro de una ciudad tan grande como la Ciudad de México, la arquitecta lo considera incierto “es una gran metrópolis, tiene muchísimas vertientes que no se pueden definir en un solo camino y creo que ese es uno de los grandes retos, todos pensamos que necesitamos generar un plan maestro en un plano urbano de la ciudad, pero hoy en día eso ya nos rebasa, porque la ciudad tiene tantas aristas, es un organismo tan vivo, que cambia tan rápido que resulta imposible pensar a futuro cómo va a ser”. Empero, considera necesario tomar en cuenta “ese paso orgánico, ese movimiento y esa fluctuación que tienen las ciudades, sobre todo una ciudad como ésta, como parte de ese futuro, ¿cómo? Hay que investigarlo” aseguró.
Con proyectos en varias partes del mundo y dos libros publicados, Bilbao es una de las muchas arquitectas que se están abriendo paso, “yo creo que en nuestro país existe un momento muy relevante en donde hay muchas mujeres teniendo mucho más reconocimiento que antes”. Entre sus proyectos más importantes destacan el Jardín Botánico de Culiacán, Parque Biotecnológico del TEC de Monterrey, campus Culiacán y el Pabellón del Museo Tamayo en el Design Week México 2013.