Chefs mexicanas que ponen en alto la gastronomía mexicana

Conoce la historia de tres generaciones distintas que lograron reconocerse de entre todos los sazones y que apoyan con su labor a otras mujeres

Brenda Vega

  · miércoles 4 de marzo de 2020

Cortesía de cada chef

Conoce a tres mujeres audaces y fuertes, tejedoras de hilos de vida y creadoras de salvajes historias que se han hecho en la cocina. Tres generaciones, tres mundos distintos, ejemplos a seguir que inspiran a otras mujeres.

Elena Lugo Zermeño, hecha a la antigua

Estoy en competencia constante conmigo misma y con mi superación

Ella es una mujer de avanzada edad, agradecida con la vida y satisfecha de su andar, inteligente, serena y llena de paz. “Hecha a la antigua”, como ella dice. Su ilusión era formar una familia; se casó y tuvo su primer hijo a los 21 años, de ahí hasta los 31 años tuvo tres más. El más chico de ellos, Gerardo Vázquez Lugo, es el reconocido chef que hoy dirige Nicos.

Este lugar está en la colonia Clavería. Comenzó como un sueño, recuerda Doña Elenita, “fueron paso a pasito, primero fue una cafetería y luego se convirtió en una fuente de sodas de los años 50”, su esposo preparaba unos deliciosos banana split, los favoritos de la colonia, mientras que ella se dedicaba a poner orden, pues estaba a cargo de toda la administración.

Nicos es un restaurante que goza con reconocimientos a nivel nacional e internacional. Elena Lugo nos cuenta que para llegar a esto no ha sido nada fácil, todo ha sido a base de esfuerzos, mucho trabajo y por supuesto, mucho amor, a ella, a su familia y a su proyecto de vida que sin pensarlo ni planearlo lo llevo a posicionarse dentro de los mejores.

Beatriz y Elena Lugo Zermeño Foto: Brenda Vega

“Yo agradezco esos reconocimientos, pero no los persigo, todas las veces que hemos recibido uno le digo a Gerardo: acordémonos que esto son 15 minutos de fama y nada más, enseguida hay que poner los pies en la tierra y seguir adelante, esforzase por hacer las cosas bien y dar siempre lo mejor de nosotros”, comenta Elena.

La evolución de Nicos ha sido de forma natural, Elena platica que ha hecho lo que tiene que hacer, es consciente de que con cada época las necesidades cambian, uno va adaptándose a ellas y las va aceptando, y así lo hizo, sin cerrarse a los cambios, su hijo Gerardo licenciado en arquitectura en un momento de crisis económica y política del país, se quedó sin trabajo y decidió meterse a la cocina; primero por necesidad, luego por el amor, los valores y el ejemplo de su madre que es lo que lo ha llevado a ser uno de los mejores cocineros del país.

Actualmente, Elena vive con su hermana mayor, Beatriz Lugo Zermeño, dice que es su ejemplo a seguir, admira su forma de ver la vida, su fortaleza y carisma; en sus tiempos libres comparten la lectura, aseguran que es una de las mejores herencias que les dejo su padre y también les gustar tejer, dicen que es muy adictivo y que la tienda de estambres es su perdición.

Martha Ortiz Chapa, desde la trinchera del fuego

Ser mujer en este país es complejo y creo que muchas cosas deben cambiar

No necesita presentación, es reconocida por su trayectoria gastronómica en todo el mundo, su trabajo le ha dado numerosos reconocimientos de forma personal; sus restaurantes Dulce Patria en Polanco y Ella Canta en Londres se encuentran en las mejores listas a nivel internacional; además, Filigrana, su más reciente lugar en la colonia Roma va para allá volando.

Al ser hija de la artista plástica Martha Chapa, desde muy pequeña tuvo la oportunidad de desarrollar el sentido de la estética y por lo tanto este detalle fue pieza clave del progreso gastronómico e intelectual de la chef.

En el mundo de la gastronomía como mujer, Martha nos cuenta que ha enfrentado muchos retos, “de entrada, ser mujer en este país es difícil, ser gastrónoma en un mundo lleno de hombres lo complica aún más; sin duda, ser mujer en su tiempo es complicado”.

Chef Martha Ortiz Cortesía: Martha Ortiz

“Tuve que convertirme en una mujer fuerte, reacia y muy aguerrida siempre he dicho que estoy desde la trinchera del fuego y lo que yo he tratado de hacer, lo digo de una manera positiva, es emplear a otras mujeres como mentora para poderles hacer mucho más fácil el camino” comenta orgullosa.

La chef es una mujer humana y feminista por eso se ha dado a la tarea de apoyar a diversas causas sociales, “yo creo que cuando uno toma una causa debes de ser congruente, me importan las otras mujeres tengo que apoyarlas en algo en lo que adolecen y este es el cáncer de mama” comenta. Es por lo que desde hace siete años comenzó una iniciativa a la que llamó Pintado de Rosa, en la que trabaja muy de cerca con asociaciones sin fines de lucro, que apoyan a mujeres con esta enfermedad; se imparten pláticas sobre este padecimiento y se realizan talleres de cocina acompañadas de otras colegas, con platillos de ingredientes que beneficien a la salud.

Para Martha todo lo que está sucediendo en la actualidad con el tema de las mujeres es un reflejo de una sociedad, por eso les aconseja a las nuevas generaciones que tengan consciencia de su género, que siempre participen en alguna causa a favor de ellas, que no se aíslen “porque todas somos una y una somos todas; que exijamos garantías, equidad de derechos, legislaciones justas y a las cocineras les pide siempre saber que en esa feminidad, en esa poesía y en el regalo de belleza cada una tiene su fortaleza”.

Mariana Orozco, felicidad sobre todas las cosas

Hago muchas cosas, pero las que más disfruto es dar clases y compartir todo lo que sé

Fuerte de mente y espíritu, la filosofía de Sibariana es ser feliz y disfrutar de la vida en todo momento, sacarle el máximo provecho y ser positiva.

Un filete a la pimienta verde, término medio, es uno de los primeros platos que recuerda con mucha claridad y comenta que le pareció de lo más delicioso que había probado hasta sus escasos siete años. Evidentemente a esa edad no sabía cocinar, pero de lo que sí estaba segura era de que le encantaba comer.

Mariana Orozco estudió medicina, una carrera que en su momento no la hacía feliz. En ese entonces, comenzó a tener problemas de salud, visitó a varios médicos y le comentaron sufría de estrés. “Me puse a pensar por qué algo a lo que me dedicaría toda mi vida, me ponía tan mal”, comenta.

En un viaje a España se enamoró profundamente de los ingredientes. “Me impactaba que un simple pedazo de pan con un poco de jitomate y aceite de oliva pudiese saber tan espectacular” dice, “fue ahí donde todo le hizo sentido”, remató.

Después de ese viaje decidió dar un giro a su vida y estudiar gastronomía. “Mi mamá me dijo: ¡pero jamás te he visto cocinar! y mi respuesta fue: así como me enseñaron de medicamentos, a sacar un riñón y a curar enfermedades, pues así aprenderé… Entré a estudiar la licenciatura de gastronomía y el resto fue historia, encontré en la cocina la felicidad que no había hallado en ningún otro lado”, nos platica.

Chef Mariana Orozco Cortesía: Mariana Orozco

Su vida volvió a dar giro, los médicos no daban con un diagnóstico a esos malestares que sentía y gracias a sus conocimientos en medicina decidió buscar a un especialista en enfermedades desmielinizantes, su diagnóstico no fue estrés, sino esclerosis múltiple.

Aquello que la torturó en el anonimato, tuvo nombre después de 11 años y con eso el conocimiento y el medicamento para mejorar su calidad de vida. Por fin entendía por qué siempre estaba cansada, y por qué el calor de las cocinas la ponía tan mal. Actualmente Mariana Orozco vive en tranquila, haciendo lo que le apasiona, tuvo que adaptar su vida, sí, pero ese cambio la hizo entender muchas cosas, sensibilizarse a otras, tomar las riendas de su vida y crecer.

Hacía demasiadas cosas a la vez, banquetes, cenas en casa, clases de cocina, desarrollaba recetas para marcas, tenía un podcast, hacía foodstyling, escribía para algunos medios y hasta abrió una taquería, pero tuvo que ir cerrando espacios para guardar su energía.

Siguió con las clases de cocina que es lo que más disfruta hacer, comparte su travesía con la esclerosis múltiple a través de sus redes sociales y conferencias. Da ponencias de cómo vive una cocinera con esta condición, tiene un boletín electrónico semanal en el que comparte recetas, tips, descripciones de ingredientes, recomendaciones de restaurantes, de programas que hablen de cocina y hasta de música.

“Estar enfermo de algo tan complejo como lo es la esclerosis múltiple no es cosa fácil, te quita a veces demasiado tiempo, es también una oportunidad de reinventarse y buscar lo que a uno realmente lo hace feliz y apasiona”. Finaliza.

PARABERE FORUM
Es un espacio dirigido por María Canabal, periodista gastronómica, enfocado en las mujeres que están en la cocina y el propósito es fortalecer una red mundial en donde ellas tengan una voz.

60%
De la industria restaurantera en México está conformada por la fuerza femenina, según la CANICARC


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