Aunque tu restaurante de mariscos favorito complazca cualquiera de tus antojos, hay temporadas del año en las que tal vez no tenga el fruto marino que deseas comer, esto se debe a la protección de la fauna marina que se efectúa para evitar una sobreexplotación, en otras palabras, las vedas.

Según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables, 2007, las vedas marinas son los periodos en los que se prohíbe la extracción, la captura o la explotación de algunas especies para preservarlas y evitar un colapso de las mismas.

Su principal función es permitir que en los ecosistemas haya reproducción o desove para que se mantengan en niveles poblacionales saludables y se protejan sus ciclos de vida. Usualmente se busca aplicar a animales en peligro de extinción, con grupos disminuidos o en áreas sensibles como arrecifes de coral o manglares.

Al respecto, la chef Lula Martín del Campo, quien pertenece al movimiento Pesca con futuro, explica que debe haber una responsabilidad de parte de los chefs así como de los consumidores en investigar qué tipo de pesca se utiliza, “ustedes como clientes deberían preguntar cómo, cuándo y dónde se pescó lo que comen, qué temporada fue pescado el producto y de esta manera entender que hay que respetar las vedas”.

Asegura que sí es posible consumir productos que se encuentran en veda, “pero siempre y cuando esté congelado y guardado, o en alguna técnica de conservación; que esto no significa una pelea, por eso es importante aclarar estos conceptos y saber más sobre estos temas”.

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