La luna, ese celestial cuerpo que nos acompaña en las noches estrelladas, también tiene su influencia en lo que comemos. A través de sus diferentes fases, se convierte en una guía para los agricultores y jardineros que practican la siembra según su ciclo. Según Sonia Ortiz, representante de la Aldea Avándaro, la relación entre la siembra y el satélite se basa en el efecto de la gravedad lunar sobre el agua presente en las plantas o en los seres humanos.

Cada una de las fases tiene un impacto en el crecimiento de los ingredientes, durante la luna nueva, se recomienda sembrar cultivos de raíces o tubérculos, ya que la savia se concentra en la parte subterránea de las plantas. En la luna creciente, es el momento propicio para los cultivos de hojas y frutos mientras que en la luna llena favorece la cosecha de aquellos alimentos que crecen hacia arriba. Por último, en la luna menguante, se sugiere la cosecha de cultivos de raíces y tubérculos.

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Esta práctica ancestral nos invita a seguir los ritmos de la naturaleza y a apreciar los ciclos que nos rodean, a saborear productos que han crecido en armonía y que en la mayoría de los casos, son de temporada; se considera que tuvieron un ciclo óptimo para su desarrollo.

Así que la próxima vez que disfrutes de una deliciosa ensalada de hojas frescas, un jugoso tomate o unas dulces zanahorias, recuerda que su crecimiento y sabor pueden haber sido influenciados por la mágica danza de la luna en el cielo nocturno. Lee más del tema en www.aderezo.mx.

Las fases

Descubre en qué consiste el calendario lunar y su efecto en los alimentos:

• Luna nueva: Durante esta fase, la luna no es visible desde la Tierra; la savia tiende a concentrarse en las partes subterráneas de las plantas, como zanahorias, nabos y patatas.
• Luna creciente: La luna va aumentando su visibilidad en el cielo. La gravedad lunar ayuda a impulsar el crecimiento de las partes aéreas de las plantas. Es el momento propicio para sembrar y cultivar insumos como lechugas, espinacas, tomates y pepinos, entre otros.
• Luna llena: El astro es completamente visible desde la Tierra. Se cree que en esta fase, la gravedad lunar atrae el agua hacia arriba en las plantas, lo que favorece el desarrollo de hojas y frutos. Es un buen momento para cosechar tomates, calabacines y pimientos.
• Luna menguante: El satélite disminuye su visibilidad en el cielo. Se considera un momento propicio para realizar tareas de poda y eliminar malas hierbas, ya que la savia tiende a concentrarse en las raíces de las plantas.
  
  

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