Estamos en la recta final del año, ya son los últimos días de fiestas, comidas y bebidas en exceso, es por eso que para que sigas divirtiéndote sin remordimientos, Luz María Vazquez, partner de Fit Jeff, la cadena de gimnasios boutique, te comparte cuatro disciplinas que te ayudarán a mantener el equilibrio de una forma rápida y sencilla, ya que no requieren de equipo excesivo y lo mejor es que puedes realizarlas en no más de 45 minutos.
Vinyasa Yoga: Inhalar y exhalar es la base de esta rama de la Yoga con la que se busca coordinar movimiento y respiración canalizando energía para trabajar cuerpo y mente. Si necesitas soltar toda la energía acumulada durante estas fiestas de Fin de Año y renovarte dejando atrás tus problemas y reflexionar sobre tus propósitos del próximo año, el Vinyasa Yoga te dejará lista para un nuevo año.
Aquellos que eligen esta especialidad activan el cuerpo al centrarse en la respiración como clave para lograr encadenar diferentes posturas. Es la variante del Yoga más dinámica, ya que aunque el movimiento es la clave, necesitarás controlar la respiración y permanecer en la postura durante al menos una secuencia de tres respiraciones.
Entre sus beneficios destacan: la pérdida de peso, mejorar la salud de los órganos del cuerpo y la respiración, reduce los niveles de ansiedad, y te da mayor fuerza, flexibilidad y agilidad.
Pilates: Cuando Joseph Pilates creó una serie de posturas y movimientos con las que buscaba conectar el cuerpo con la mente, jamás imaginó que tendría millones de practicantes. Este método se centra en la postura, el equilibrio y la flexibilidad.
En pilates se realizan un número de movimientos determinados con gran precisión. La focalización de la actividad debe darse en el Powerhouse, es decir, la zona del abdomen, la parte baja de la espalda, glúteos y muslos. Dichas zonas ayudan a mejorar el equilibrio, además de crear una nueva conciencia muscular y mental de nuestro cuerpo.
La práctica de pilates es beneficiosa para cualquier persona, y se adapta a ti gracias a sus múltiples ejercicios.
Te proporciona aumento de fuerza, mejora la flexibilidad y el equilibrio, ayuda a la prevención de lesiones y mejora el metabolismo.
HIIT: El HIIT es un entrenamiento por intervalos de alta intensidad, que consiste en ejercicios cortos y explosivos que hacen que el corazón bombee a su máximo. Es una técnica que se ha ganado a pulso ser uno de los métodos de entrenamiento más efectivos. No te quita mucho tiempo, pero te permite quemar calorías como ningún otro ejercicio.
Este entrenamiento es un enfoque que acelera el metabolismo maximizando el consumo de oxígeno mediante secuencias repetidas de periodos de actividad de alta intensidad, seguidos de tiempos de recuperación variados, los cuales son fundamentales, ya que tras el descanso de cada serie tendrás que alcanzar mayor intensidad en la siguiente.
Durante los periodos de actividad, el cuerpo experimenta un déficit de oxígeno que necesita restablecer, por lo que la utilización de oxígeno se hará de manera más eficiente; este proceso aumenta el metabolismo quemando entre 6 y 15% más calorías en comparación con un entrenamiento aeróbico, y esa quema de calorías durará hasta 24 horas tras el entrenamiento. Otro punto interesante es que durante este entrenamiento, el cuerpo es capaz de quemar calorías y aún así seguir ganando masa muscular.
Para entenderlo mejor, te damos 2 puntos clave:
Periodos de actividad: “Alta intensidad” significa que tu ritmo cardíaco oscilará entre 70% y 100% del máximo individual. La duración, entre 20-40 segundos.
Recuperación: Tendrás que hacer pausas o bajar el ritmo por un periodo de entre 20 a 60 segundos (de acuerdo con tu capacidad de recuperación), el objetivo es permitir que tu ritmo cardíaco baje y dejar que tu cuerpo (y tu mente) se preparen para dar el máximo en el siguiente periodo de actividad.
Sus beneficios es aumentar la salud cardiovascular, mejorar los perfiles de colesterol y bajar los niveles de presión.
Una sesión de 20 minutos 3 veces por semana, produce los mismos beneficios que un entrenamiento de 60 minutos 5 veces a la semana.
Entrenamiento funcional: Se basa en realizar ejercicios que se adaptan a los movimientos naturales del cuerpo para trabajar músculos y articulaciones de forma global. Su intensidad va de acuerdo con la capacidad física de cada persona, por lo que resulta muy efectivo como entrenamiento personal.
Con ejercicios cortos y de intensidad gradual, se trabajan los grupos musculares en cadena, es decir, no son ejercicios aislados para algún músculo, sino que con un único ejercicio podemos activar varios.
Por ejemplo, uno de los ejercicios funcionales más populares son las sentadillas. Si se realizan correctamente, este único movimiento, que imita la acción de sentarse, activa el erector de columna, glúteo, isquiotibiales, cuádriceps y abdomen. El entrenamiento de estos músculos se traduce en más flexibilidad, aumento de la resistencia cardiovascular, fortalecimiento de toda la cadena muscular de las piernas y mejora de la postura corporal.
Por eso son ideales para entrenamientos personalizados, ya que se adaptan a la fisiología y la biomecánica de cada persona y permiten obtener resultados óptimos.
Sus beneficios son: trabajar movilidad, equilibrio, fuerza y resistencia, fortalecer la musculatura de forma global, aumenta la flexibilidad y la agilidad, así como la postura corporal.