Con más de 250 años de tradición, el coñac, se mantiene en el gusto de las personas alrededor del mundo y por generaciones, su origen se remonta en la región de Cognac en Francia donde era conocido como eau de vie o agua de vida.
Su vida inicia con la selección de la mezcla de vinos que se añejan en las más de 300 mil barricas de robles centenarios, procedentes exclusivamente de los bosques franceses. La paciencia tras las décadas de añejamiento le confiere al coñac su máximo potencial y características más notorias.
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El Sol de México platicó Julio Rangel, produc manager de Hennessy, quien nos adentró al mundo sensorial de esta bebida cautivadora y símbolo de estatus del buen beber, además compartió la historia de una de las bebidas más famosas que se preparan con este destilado, el París de noche.
“Es importante entender que el coñac es una bebida que viene de Francia, un destilado naturalmente incomprendido, su historia no es muy conocida, es un brandy, pero la diferencia es que, el coñac usa uvas blancas y se destila dos veces”, explicó el experto.
Particularmente la maison, es una de la pioneras en la producción y distribución del coñac, desde su fundación, las familias Hennessy y Fillioux han abordado el coñac de forma diferente pero siempre juntas. Con lo que se llamaría Hennessy V.S.O.P, crearon un nuevo estilo de coñac que transformaría el arte de esta bebida emblemática, inspirando la futura designación "Very Superior Old Pale".
“La edad del coñac influye en sus cualidades, pero sólo los años de almacenamiento en barrica son los que cuentan, pues el proceso se detiene cuando se embotella. Se clasifican con base en el sistema creado por la marca y se identifican por ser abreviaturas inglesas de las denominaciones tradicionales V.S., V.S.O.P., Fine de Cognac, X.O. o Paradis, y para gustos más exigentes y conocedores hay también algunas ediciones limitadas de las mismas”, dijo Rangel.
Sobre su sabor y apariencia, comentó, “beber coñac es un viaje sensorial que inicia al mirar el diseño de la botella, después al abrirla y llenarse los sentidos con sus aromático perfume envolvente a avellana, vainilla y especias. La cúspide del viaje es dejarse acariciar la boca con su robustez, que se distingue a la vista con su intenso color ámbar”.
Durante siglos, el coñac se concibió como una bebida de lujo para europeos que en sus liturgias se sentaban a compartir una copa de este elixir, puro y sin hielo, que calentaban con la temperatura de la mano a través del cristal.
Hoy, ese estereotipo del clásico bebedor de coñac, así como las formas de tomarlo, se han reiventado. Pues, desde hace algún tiempo, Hennessy experimenta con nuevos sabores y formas de preparar tragos, que sean aceptados para el mercado mexicano.
“El coñac va muy bien con el contexto actual de la mixología y coctelería, de hecho, uno de los primeros cocteles clásicos de Hennessy fue el Sazerac, que lleva azúcar, cáscara de limón y coñac, también es combinable con las nuevas escuelas de coctelería con frutas, jugos, cítricos, cocteles con Jamaica, y horchata, son los más conocidos. En la playa puedes tomarlo con gua de coco, literal abrir el coco y ponerle unas onzas de coñac, es lo mejor que puedo recomendar”.
Sobre la historia de uno de los tragos insignia, París de noche, nos dijo, que la tradición dicta que se debe tomar en una copa de globo, ya que es hecha para poder calentar el coñac con la mano, “sólo lleva hielos, refresco de cola y coñac, y su historia es que un cantinero se inspiró en la bruma del rio Sena y la replicó en el trago, la espuma es la bruma y lo negro la obscuridad de la noche”.
La marca tiene variedad para gustos, la filosofía que ha implementando la firma es que quieren llegar a todos los mercados y que sea accesible para el consumidor, “en México la zona del Bajío es muy coñaquera, en Toluca, también se consume mucho. Hablando de mercado global, Asia y Estados Unidos”, mencionó.
Toda bebida, debe tener un match con la comida, en nuestro caso, la gastronomía mexicana es muy variada, por lo que al maridarla con coñac, se logra una fusión entre los sabores, “se puede maridar con algo rico, y súper complejo, por ejemplo el X.O va muy bien con chocolate, el very special, que es un coñac joven de 8 años, queda bien con un mole, sus notas de vainilla, y especias, hacen el match con este platillo tradicional que también lleva una gran mezcla de sabores, también queda con chocolates, postres, tarta de manzana, de higo, ate de guayaba; pero también el coñac es buena bebida para digestivo”, explicó.
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