Hay mucho más en el maridaje que las combinaciones de vinos tintos y blancos, cerveza, café y prácticamente cualquier bebida puede empatarse con el alimento perfecto.
Pero ¿ cómo es un buen matrimonio? Hablar de buena comida es hablar de maridaje, pues este va más allá de sólo combinar una bebida con algún alimento. Se busca llevar el menú a un nivel completamente distinto respecto a la forma de apreciar ingredientes, sabores, texturas e incluso, sentimientos.
Si bien las normas no escritas hablan de que hay combinaciones que ya los amantes al maridaje disfrutan, tal es el caso de las combinaciones clásicas, por ejemplo, vinos tintos con carne, vinos blancos con pescado. Pero, ¿a qué se debe esto?
El factor principal es la acidez del licor, que generalmente resalta el sabor de un alimento. Los vinos ácidos son principalmente los blancos; su consistencia ayuda a contrarrestar un platillo cremoso o salado, como los que contienen crema o queso.
Por otra parte, los vinos tintos, tienen un sabor más amargo, lo cual los vuelve ideales para platillos ahumados, de ahí que siempre hagan mancuerna con carnes rojas.
Sin embargo, el buen maridaje no sólo se puede lograr con vinos, pues los expertos mencionan que incluso se puede realizar con cerveza o café.
Al respecto, Marco Antonio Ramírez, chef del restaurante Mi Lindo Sinaloa , dijo que cualquier momento que implique comer y beber es digno de pausar para encontrar la combinación perfecta; es decir, que el matrimonio es más por un gusto.
Consideró que aquella persona que desea inmiscuirse en el mundo del maridaje, debe estar abierta a cualquier experiencia culinaria ya no “casarse” con algún sabor, olor o sensación, pues la comida, a su parecer es una experiencia diferente a diario.
“Podemos casarnos con lo que sea. Nosotros hemos hecho experimentos que van desde las carnes finas , hasta tacos, recientemente hemos hecho cosas diferentes con diferentes bebidas y los resultados que hemos obtenido han sido sorprendentes”.
Por ello, señaló que no hay una clave secreta para llevar a cabo, sino el objetivo es sólo disfrutarlo.