Con 18 metros de altura, esferas en forma de estrella que deslizan copos de nieve brillantes, el árbol de Navidad de El palacio de Hierro Polanco, fue encendido con espectacularidad ante socialités y personalidades que se dieron cita en el evento anual.
Un túnel de infinidad de luces blancas y brillantes, daba la bienvenida a los asistentes, adultos y niños que comenzaban a sentir la navidad con la música de fondo, las botas amarillas adornadas con bastones que les obsequiaban, así como el ponche y postres para entrar en calor, en esa noche fría, pero templada en espíritu.
A la hora programada, la conductora Luz María Zetina, antes que el “manómetro”, que consta en que los presentes se tomen de la mano para que este símbolo que se puede ver en la explanada del Palacio de Hierro se prenda gradualmente, dio un mensaje emotivo, donde resaltó la importancia de fortalecer la unidad y la concordia en estos tiempos.
Lo anterior, después de vivir momentos difíciles este año con los sismos en México, además se congratuló porque una vez más se realizará la reunión navideña que convocó a las familias y donde invitó a los presentes a compartir con quienes más lo necesitan.
El altruismo hizo acto de presencia con la recaudación de donativos para la fundación Duerme Tranquilo, sociedad civil a favor de los grupos más vulnerables a través de la recaudación de fondos para apoyar a las Instituciones y Fundaciones del Sector Salud y que preside Rosaura Henkel.
Posteriormente, Juan Carlos Escribano director general del almacén, dedicó unas palabra alusivas a la época en las cuales se refirió a la fortaleza de los mexicanos para salir adelante y que en estas navidades se cumplan sus sueños y anhelos.
Y como es costumbre, quienes acudieron al acontecimiento, disfrutaron de champaña y los más chicos de los stands, donde podían hacer manualidades, entre otros atractivos en la velada que se impregnó con el ánimo fraterno de las fiestas decembrinas.